Llamada a la valentía
Conferencia para pastores Deseando a Dios 2008
(Lo que sigue es un resumen de las notas tomadas durante el mensaje.)
Crawford Loritts aprendió lo que sabe sobre el liderazgo, la valentía, la responsabilidad, etc. principalmente de su padre. Incluso hoy en día, al enfrentarse a una decisión difícil o a la decepción, oye la voz de su padre diciéndole, “No le des la espalda".
Hay una epidemia de debilidad que está extendiéndose por la iglesia. La cultura está infiltrándose en la iglesia, haciendo que tengamos miedo de tomar decisiones y de liderar. Nuestra preocupación por el “consenso” tiene un efecto limitador en todo lo que hacemos, y se nos enseña a ignorar nuestra falta de compromiso.
Algunos estamos desanimados en nuestros ministerios porque nos hemos negado a hacer lo que Dios nos ha dicho que hagamos, no porque no nos lo haya dicho.
Nada en la vida o en el ministerio sucede separado de la valentía. Alguien tiene que apretar el gatillo. La misma naturaleza del liderazgo está en que es una afirmación profética de dónde deberían estar las cosas. El liderazgo posee, de manera inherente, un llamado a aceptar la soledad y la resilencia.
Al leer Josué 1, debes leerlo en su contexto emocional. Moisés ha muerto porque desobedeció a Dios. Permitió que la presión de los que le seguían lo influyera y actuó desde la incredulidad. Le encomendó a Josué que continuara.
Ahora Dios viene a Josué en persona para darle una explicación sobre la valentía. Es el mejor texto sobre liderazgo que hay en la Biblia. No es para los débiles de corazón. Es como si Dios alargara las manos y tomara a Josué (y a nosotros) por las solapas de la camisa. No nos mima, sino que nos da una descripción de la valentía, en cuatro vertientes.
1) La valentía descansa sobre un encargo claro de Dios (v 1-4).
No existe la valentía aparte de la misión, al igual que no existe la fe aparte del desafío. No tienes valentía por el simple hecho de tenerla, la tienes para algo.
Con respecto a Moisés, un hombre de Dios había muerto; pero nada de Dios había muerto. Le encomendó la tarea a Josué. Le repitió a Josué lo mismo que le había dicho a Moisés que hiciera. Dios no necesita hombres dignos. Él hace que los hombres sean dignos. Por ello, no debemos temer la pérdida de ninguno de sus instrumentos humanos. Dios no tiene miedo de que su causa fracase.
Efesios 2:10 implica que debemos avanzar con valiente obediencia. Los buenas obras que él ha preparado de antemano -¡debemos andar en ellas!
¿Qué es lo que Dios ha preparado para que hagas? ¿Cuándo fue la última vez que evaluaste el llamado de Dios en tu vida? ¿Cuáles son las cosas por las que ha hecho Dios que te apasiones?
Tu valentía aumentará cuando tengas confianza en tu llamado. La mayoría de la gente deja el ministerio debido a la confusión y la falta de valentía.
2) La valentía descansa sobre la seguridad de la presencia de Dios (v 5, 9)
Dios nunca nos llama a hacer algo aparte de Él. Cada encargo que Dios da es también su manera principal de santificar al líder. Algunos de nosotros estamos desgastándonos porque separamos el proceso de santificación de nuestro ministerio. Precisamente lo que Dios está usando para llevarnos a sí mismo es su llamado sobre nosotros. Su llamado es una afirmación de su presencia.
Ser pastor no es un simple trabajo que te han asignado. No es realizar una empresa evangélica. Los encargos de Dios vienen con un sentido especial de la presencia de Dios, también llamado unción; y Su presencia es real.
¿Crees que Dios dejaría abandonado a Josué? Si Dios te ha llamado, está contigo. La valentía no significa no tener miedo. Significa que temo a Dios más que a lo que me rodea. Significa que confío en los recursos divinos más que en los recursos del hombre.
Philips Brooks: “No pidas tareas iguales a tus poderes. Pide poderes iguales a tus tareas”.
3) La valentía descansa sobre una determinación centrada (v 6, 7, 9).
Tres veces repite “sé fuerte y valiente”. Dios no tiene ningún defecto del habla. Cuando se repite, es porque esa es su intención.
Hay que ser cuidadosos al tomar decisiones basadas en nuestra personalidad, etc. Dios no está limitado por el modo en que están "programados" nuestros cerebros. Dios nunca dialoga con nadie acerca de cómo está programado antes de encargarles una tarea. Consideremos a Moisés y dejemos de camuflar la duda con el balbuceo psicológico.
El liderazgo se fortalece mediante actos de obediencia. Es un verbo, no una posición. Sabes que estás volando sobre el objetivo correcto cuando estás recibiendo disparos. Si huyes al encontrar oposición, estarás huyendo el resto de tu vida.
La capacidad para resistir fortalece tu decisión. Si actúas con valentía, ganarás más valentía. Dios está contigo, pero sólo te dará fuerzas cuando des el primer paso y avances. Él no puede conducir un coche parado. El viento sólo soplará cuando levantes las velas.
4) La valentía está anclada por la palabra de Dios (v 7-8).
El éxito o fracaso de una misión está unido a tu relación con la verdad. Hay tres relaciones principales en el versículo:
a) Proclama la Palabra ("no se apartará de tu boca").
La cantidad de ignorancia bíblica en el evangelicalismo es terrible. ¿Cómo te atreves a pensar que tienes derecho a presumir que el ministerio puede tener éxito sin construirse sobre la palabra? El pragmatismo está robando el derecho sobrenatural de nuestro ministerio. Puedes tener una habilidad de liderazgo baja, pero si honras Su Palabra, tendrás éxito.
Pastores, hagan de su tiempo a solas en la Palabra de Dios algo inviolable. Sus gentes merecen oír acerca de Dios cada domingo por la mañana. No pueden depender sólo de ilustraciones, historias o reflexiones. Necesitan una palabra.
b) Medita sobre la palabra ("meditarás en ella día y noche").
La razón por la que puedes proclamar la palabra es porque la tienes almacenada en tu interior. Es el sonido de fondo en tu vida. Cuando aparecen las dificultades puedes subir el volumen.
Por el bien de tu alma, domina la Palabra de Dios en tu tiempo devocional. Sumérgete en el libro. Ámalo, vívelo.
c) Haz todo lo que en ella está escrito.
La hipocresía es un peligro ocupacional en el ministerio. Es la falta principal en nuestro trabajo. El problema con el evangelicalismo hoy en día es que si puedes sacar adelante el ministerio, nadie te hará preguntas. No existe una relación dinámica entre el don y lo sagrado, pero el verdadero fruto se probará con el tiempo. La integridad de tu ministerio lo es todo, así que debes practicar la verdad que proclamas.
Tienes que ser el destino al que quieres llevar a otros.