¿Qué ocurre en el Nuevo Nacimiento? Parte 1
*Juan 3:1-10 *
Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él. Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo.” El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu". Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede ser esto? Jesús respondió y le dijo: Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?
Acabamos de comenzar una serie de mensajes sobre el nuevo nacimiento. Jesús dijo a Nicodemo en Juan 3:3: "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios". Estaba hablando a todos nosotros cuando lo dijo. Nicodemo no era un caso especial. Usted y yo debemos nacer de nuevo, o no veremos el reino de Dios. Esto significa que no seremos salvos; no seremos parte de la familia de Dios, y no iremos al cielo, sino al infierno.
Nicodemo era uno de los fariseos, los líderes judíos más religiosos. Jesús les dijo en Mateo 23:15 y 33: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros. . . . ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno?". Así que la serie que hemos comenzado no es marginal. Es central. Cuando hablamos del nuevo nacimiento tenemos a la eternidad está en la balanza. "El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios".
El Nuevo Nacimiento es perturbador
En el primer mensaje, la vez pasada, nos enfocamos en la razón para esta serie, y en los tipos de preguntas que estaríamos haciendo. La pregunta hoy es: ¿Qué ocurre en el nuevo nacimiento? Antes de tratar de responder esa pregunta, permítanme mencionar una preocupación muy ferviente que tengo sobre cómo serán escuchados estos mensajes. Estoy consciente de que esta serie de mensajes será perturbadora para muchos de ustedes, así como las palabras de Jesús son perturbadoras, una y otra vez, si las tomamos en serio. Hay, al menos, tres razones para esto:
1) Debido a nuestra condición sin esperanzas
La enseñanza de Jesús sobre el nuevo nacimiento nos confronta con nuestra condición de desesperanza espiritual, moral, y legal, lejos de la gracia regeneradora de Dios. Antes del nuevo nacimiento, estamos espiritualmente muertos. Somos moralmente egoístas y rebeldes. Y somos legalmente culpables ante la ley de Dios y estamos bajo Su ira. Cuando Jesús nos dice que debemos nacer de nuevo, nos dice que que nuestra condición actual carece de esperanzas, es insensible, corrupta, y culpable. Cuando no tenemos la sorprendente gracia en nuestras vidas, no nos gusta escuchar esas declaraciones sobre nosotros. Así que es perturbador cuando Jesús nos dice que debemos nacer de nuevo.
2) Porque no podemos causar el nuevo nacimiento.
Enseñar sobre el nuevo nacimiento es perturbador porque se refiere a algo que es hecho a nosotros, no a algo que hacemos. Juan 1:13 lo enfatiza. Se refiere a los hijos de Dios como aquellos "que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios". Pedro enfatiza el mismo argumento: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo”. Nosotros no causamos el nuevo nacimiento. Dios causa el nuevo nacimiento. Cualquier buena acción que hacemos es resultado del nuevo nacimiento, no una causa para el nuevo nacimiento. Esto significa que el nuevo nacimiento es quitado de nuestro dominio. No está en nuestro control. Y por ello nos confronta con nuestra impotencia, y con nuestra dependencia absoluta de Alguien más allá de nosotros mismos.
Esto es perturbador. Se nos dice que no veremos el reino de Dios si no nacemos de nuevo. Y se nos dice que no podemos hacernos nacer de nuevo. Esto es perturbador.
3) Debido a que la absoluta liberta de Dios nos confronta
Y la tercera razón por la que la enseñanza de Jesús sobre el nuevo nacimiento es perturbadora, por tanto, es que nos confronta con la absoluta libertad de Dios. Sin Dios, estamos espiritualmente muertos en nuestro egoísmo y rebelión. Somos, por naturaleza, hijos de ira (Efesios 2:3). Nuestra rebelión es tan profunda que no podemos detectar o desear la gloria de Cristo en el evangelio (2da a los Corintios 4:4). Por tanto, si vamos a nacer de nuevo, dependerá decisiva y finalmente de Dios. Su decisión de darnos vida no será una respuesta a lo que hagamos como cuerpos espirituales, sino que lo que hagamos será una respuesta a Su vivificación en nosotros. Para la mayoría de las personas, al menos al principio, esto es perturbador.
Mi esperanza: estabilizar y salvar, no solo perturbar
Por tanto, al comenzar esta serie, estoy consciente de cuán perturbadora puede ser esta enseñanza sobre el nuevo nacimiento. Y, oh cuán cuidadoso quiero ser. No quiero causar angustias innecesarias a las almas tiernas. Y no quiero dar falsas esperanzas a quienes se han enfocado en la moralidad o en la religión para sus vidas espirituales. Por favor, oren por mí, en estos días siento que estoy tomando almas eternas en mis manos. Y sin embargo, sé que no tengo poder en mí mismo para darles vida. Pero Dios sí. Y tengo muchas esperanzas de que Él hará lo que dice en Efesios 2:4-5: "Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo". Dios ama exaltar las riquezas de su gracia vivificadora, donde Cristo es levantado en verdad. Ésa es mi esperanza: que esta serie no solo perturbe, sino que estabilice y salve
¿Qué ocurre en el Nuevo Nacimiento?
Vayamos ahora, por tanto, a la pregunta: ¿Qué ocurre en el nuevo nacimiento? Trataré de responder la pregunta en tres declaraciones. Hoy lidiaremos con las dos primeras, y la semana que viene lidiaremos con la tercera (Dios mediante). 1) En el nuevo nacimiento no obtenemos una nueva religión, sino una nueva vida. 2) En el nuevo nacimiento no solo se afirma lo sobrenatural en Jesús, además se experimenta lo sobrenatural en nosotros mismos. 3) En el nuevo nacimiento no solo ocurre la mejoría de nuestra vieja naturaleza humana, sino la creación de una nueva naturaleza humana, una naturaleza que es realmente usted, y es perdonada y limpiada; una naturaleza que es realmente nueva, y está siendo formada por la morada del Espíritu de Dios. Veamos una a la vez.
1) Nueva vida, no nueva religión
En el nuevo nacimiento no obtenemos una nueva religión, sino una nueva vida. Lea conmigo los primeros tres versículos de Juan 3: "Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él. Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Juan se asegura de que sepamos que Nicodemo es fariseo y líder de los judíos. Los fariseos eran el grupo religioso más riguroso de todos los grupos judíos. A él, Jesús le dice (versículo 3): "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios". Y luego más personalmente en el versículo 7: "Os es necesario nacer de nuevo”. Así que el mensaje de Juan es: Ni la religión de Nicodemo, ni su sorprendente estudio fariseo y su disciplina y obediencia a la ley, nada podría reemplazar la necesidad del nuevo nacimiento. De hecho, todo aquello bien podía hacer más obvia la necesidad del nuevo nacimiento.
Lo que Nicodemo necesita, y lo que usted y yo necesitamos no es religión, sino vida. El propósito al referirse al nuevo nacimiento es enfatizar que ése nacimiento trae una nueva vida al mundo. En un sentido, por supuesto, Nicodemo está vivo. Está respirando, pensando, sintiendo, actuando. Él es humano, creado a la imagen de Dios. Pero evidentemente, Jesús piensa que él está muerto. No hay vida espiritual en Nicodemo. Espiritualmente, no ha nacido. Necesita vida, no necesita más actividades religiosas o más celo religioso. Tiene mucho de eso.
¿Recuerda lo que dijo Jesús, en Lucas 9:60, al hombre que quería aplazar seguirle, para poder enterrar a su padre? Jesús dijo: "Deja que los muertos entierren a sus muertos" Esto significa que hay personas físicamente muertas que necesitan ser enterradas. Y hay personas espiritualmente muertas que pueden enterrarlas. En otras palabras, Jesús pensaba en términos de personas que caminan con mucha vida aparente, y están muertas. En Su parábola sobre el hijo pródigo, el Padre dice: "este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida". (Lucas 15:24).
Nicodemo no necesitaba religión, necesitaba vida, vida espiritual. Lo que ocurre en el nuevo nacimiento es que nace una vida que no había antes. En el nuevo nacimiento ocurre una nueva vida. Esto no es actividad religiosa, o disciplina, o decisión. Es el nacimiento de un ser a la vida. Ése es el primer modo de describir qué ocurre en el nuevo nacimiento.
2) Experimentando lo sobrenatural, no solo afirmándolo
En el nuevo nacimiento no solo se afirma lo sobrenatural en Jesús, además se experimenta lo sobrenatural en nosotros mismos. En el versículo 2, Nicodemo dice: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él". En otras palabras, Nicodemo ve una actividad divina genuina en Jesús. Admite que Jesús es de Dios. Jesús hace las obras de Dios. A esto, Jesús no responde diciendo: "me gustaría que todos en Palestina pudieran ver la verdad que ves sobre mí", en lugar de eso dice: "Debes nacer de nuevo o nunca verás el reino de Dios".
Nadie es salvo por ver señales y maravillas, y ser sorprendido por ellas, y por dar crédito al obrador de milagros, y por atestiguar de que él es de Dios. Este es uno de los grandes peligros de las señales y maravillas: Usted no necesita un nuevo corazón para ser sorprendido por ellas. La vieja naturaleza humana caída es lo único necesario para ser sorprendido por las señales y maravillas. Y la vieja naturaleza humana caída está dispuesta a decir que el obrador de milagros es de Dios. El diablo mismo sabe que Jesús es el Hijo de Dios y que obra milagros (Marcos 1:24). No, Nicodemo, verme como obrador de milagros enviado por Dios no es la clave para el reino de Dios. "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios".
En otras palabras, lo que importa no es solo afirmar lo sobrenatural en Jesús, sino experimentar lo sobrenatural en nosotros mismos. El nuevo nacimiento es sobrenatural, no natural. No puede ser tomado como algo que ya se encuentra en este mundo. El versículo 6 enfatiza la naturaleza sobrenatural del nuevo nacimiento. "Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es". La carne es lo que somos naturalmente. El Espíritu es la persona sobrenatural producida por el nuevo nacimiento. Jesús lo dice de nuevo en el versículo 8: "El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu". El Espíritu no es parte de este mundo natural. Él es superior a la naturaleza. Es sobrenatural. De hecho, Él es Dios. Él es la causa inmediata del nuevo nacimiento.
Por tanto Nicodemo, dice Jesús, lo que ocurre en el nuevo nacimiento no solo es que se afirma lo sobrenatural en mí, sino que se experimenta lo sobrenatural en ti. Te es necesario nacer de nuevo. Y no en un modo metafóricamente natural, sino en un modo sobrenatural. Dios el Espíritu debe venir sobre ti y hacer que surja nueva vida.
La próxima vez veremos las palabras en el versículo 5: "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios". ¿A qué se refieren el agua y el espíritu aquí? ¿Y cómo ésto nos ayuda a comprender qué está ocurriendo en el nuevo nacimiento?
Jesús es la vida
Pero hoy, quiero terminar estableciendo una relación crucial entre nacer de nuevo por el Espíritu y tener vida eterna mediante la fe en Jesús. Hasta ahora hemos visto que en el nuevo nacimiento ocurre una obra sobrenatural por el Espíritu Santo, al producir vida espiritual donde no existía. Jesús lo dice de nuevo en Juan 6:63: "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha".
Pero el evangelio de Juan también aclara algo más: Jesús es la vida que da el Espíritu. O pudiéramos decir: La vida espiritual que Él da, solo la da en relación con Jesús. Es en la unión con Jesús donde experimentamos la vida espiritual, sobrenatural. Jesús dijo en Juan 14:6: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí". En Juan 6:35, dijo: "Yo soy el pan de vida". Y en 20:31, Juan dice: "pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre".
No hay vida sin Jesús
Así que no hay vida espiritual, no hay vida eterna, si no es en relación con Jesús y con la fe en Jesús. Tendremos mucho más que decir sobre la relación entre el nuevo nacimiento y la fe en Jesús. Pero pongámoslo de este modo por ahora: En el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo nos une a Cristo en una unión viva. Cristo es vida. Cristo es la vid donde fluye la vida. Nosotros somos los sarmientos (Juan 15:1ss). En el nuevo nacimiento ocurre la creación sobrenatural de nueva vida, y es creada mediante la unión con Cristo. El Espíritu Santo nos trae a una relación vital con Cristo, quien es el Camino, la Verdad, y la Vida. Ésa es la realidad objetiva de lo que ocurre en el nuevo nacimiento.
Y desde nuestra perspectiva, desde el modo en que la experimentamos, lo que ocurre es que la fe en Jesús despierta en nuestros corazones. La vida espiritual y la fe en Jesús nacen juntas. La nueva vida hace posible la fe. Y como la vida espiritual siempre despierta a la fe y se expresa a sí misma en fe, no hay vida sin fe en Jesús. Por tanto, nunca debiéramos separar el nuevo nacimiento de la fe en Jesús. Desde la perspectiva de Dios, estamos unidos a Cristo en el nuevo nacimiento. Éso es lo que hace el Espíritu Santo. Desde nuestra perspectiva, experimentamos esta unión por fe en Jesús.
Nunca separemos el nuevo nacimiento de la fe en Jesús.
Escuche cómo lo resume Juan en 1ra de Juan 5:4: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe". Nacer de Dios: la clave para la victoria. La fe, la clave para la victoria. Porque la fe es el modo en que experimentamos nacer de Dios.
O escuche cómo lo dice Juan en 1ra de Juan 5:11-12: "Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida". Por tanto, cuando Jesús dice: "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha" (Juan 6:63), y cuando dice que, a fin de que tengamos vida: "Os es necesario nacer de nuevo", Él quiere decir: En el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo nos da, sobrenaturalmente, nueva vida espiritual al conectarnos con Cristo mediante la fe. Porque Jesús es vida.
Así que nunca separe estas dos expresiones de Jesús en Juan 3: "el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" (v.3) y, "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (v.36).