Derramaron sangre inocente
Domingo de Santidad de Vida
Salmos 106:-36-39
Y sirvieron a sus ídolos que se convirtieron en lazo para ellos. Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios, y derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre. Así se contaminaron en sus costumbres, y fueron infieles en sus hechos.
Este es el domingo de santidad de vida humana. En Enero siempre vuelven el fin de semana de Martin Luther King y fin de semana de Santidad de vida humana. Creemos que el racismo global y nacional, con toda la masacre que trae en su estela, y el aborto, con 50 000 000 de bebés asesinados en Norteamérca desde 1973, son pecados sorprendentes y relacionados entre sí.
Pecados sorprendentes y relacionados entre sí
Son sorprendentes por el alcance y profundidad de su asalto a la imagen de Dios. Y se relacionan entre sí porque tanto el racismo como el aborto son guiados por la traicionera noción de que el ego humano es central y soberano.
Mi raza es más valiosa que tu raza. Por tanto, tengo el derecho de tratarte como ser inferior e indeseable. Esa es la voz del racismo.
Y si quiero mi bebé, mi bebé es una persona. Y si no lo quiero, no es una persona. Si la quiero, es ilegal matarla. Pero sino la quiero, es legal matarla. Por tanto, la personalidad de mi bebé, y su derecho a ser protegida bajo la ley están determinados por mi deseo soberano. El poder de mi voluntad es el derecho a matar.
Así que el racismo y el aborto son pecados sorprendentes y relacionados entre sí. Y es por esa razón que en el mes de Enero de cada año nos enfocamos en esos dos pecados. Nuestra oración hoy, en este domingo de santidad humana es:
Que Dios nuestro Creador sea glorificado en su derechos supremos sobre su obra formadora de personas en el vientre de las madres, y,
que Cristo nuestro redentor sea glorificado en su perdón por el pecado de aborto, y por todos los que se arrepienten y confían en él, y,
tercero, que miles de mujeres en la amenazante situación de un embarazo no planificado, encuentren la compasión disponible del pueblo de Cristo, antes que el horror del aborto,
que mediante ustedes, el pueblo de Dios, se expanda por toda la tierra un compromiso por lo apreciable de la vida dada por Dios, un compromiso que exalte a Cristo.
El propósito del Salmo 106
Vamos a ver el Salmo 106, y su relación con el pecado del aborto, y la causa de la vida. Permítanme repasarles rápidamente este salmo para que puedan ver la idea general.
El Salmo 106 comienza y termina con la misma frase: "Aleluya" Es donde el salmista quiere que comencemos y terminemos. Lo que aparece aquí, en este salmo, con todo su pecado y pena y dolor, es una razón para alabar a Dios. Y significa no solo decir grandes cosas sobre Dios, sino creer y sentir que Él es digno de alabanzas. Él es Grande. Glorioso. Maravilloso. Más valioso que todo lo demás. Más deseable que todo lo demás. Eso es lo que significa aleluya, pensar y sentir y decir y cantar ese tipo de verdades sobre Él. Ése es el propósito del salmo.
Bajo esta alabanza hay un corazón agradecido - al comienzo y al final. Versículo 1: "Dad gracias al Señor". Y el versículo 47: ". . . para dar gracias a tu santo nombre".
La razón dada para esta alabanza y este agradecimiento son muy adecuadas (versículo 1): "porque para siempre es su misericordia". Así que el salmista quiere que, mientras leamos este salmo (incluyendo todos sus juicios), veamos a Dios como alguien digno de alabanzas y amoroso.
La rebelión y fracasos de Israel
Regresaremos después a los versículos 3-4, pero veamos ahora qué contiene este salmo. Es una larga letanía de la rebelión y fracasos de Israel. Esta es la lista.
Versículo 7, cerca del final: "Se rebelaron junto al mar, en el mar Rojo”.
Versículo 14: "Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto”.
Versículo 16: Tuvieron envidia de Moisés, y de Aarón".
Versículo 19: "Hicieron un becerro en Horeb, y adoraron una imagen de fundición".
Versículo 24: "Aborrecieron la tierra deseable, no creyeron en su palabra”.
Versículo 28: "Se unieron también a Baal-peor, y comieron sacrificios ofrecidos a los muertos”.
Versículo 32: "También le hicieron enojarse en las aguas de Meriba, y le fue mal a Moisés por culpa de ellos”.
Versículo 34: "No destruyeron a los pueblos, como el Señor les había mandado, sino que se mezclaron con las naciones, aprendieron sus costumbres”.
Versículo 36: "Y sirvieron a sus ídolos”.
Versículo 37: "Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios".
Mataron a sus hijos
Rebelión, apetitos desenfrenados, envidia, aborrecimiento de los buenos regalos de Dios, incredulidad, necromancia, murmuración, asimilación entre las naciones, servicio a sus dioses, sacrificio de sus hijos. Esta lista pudo ser más larga. ¿Por qué nos detenemos aquí? Quizás porque la mayoría de los seres humanos sentirían que esto es lo más hondo de la espiral decadente de la deshumanización del hombre y el destronamiento de Dios. Asesinaron a sus hijos.
Versículos 37-39:
Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios, y derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre. Así se contaminaron en sus costumbres, y fueron infieles en sus hechos.
Cuatro detalles a considerar
Note cuatro detalles en estos versículos:
Primero, los sacrificios que hacían eran sus hijos e hijas. No eran ovejas y novillos. Eran pequeñas niñas y niños. Estaban derramando su sangre. Probablemente cortando su garganta y dejando que su sangre se derramara sobre el altar, probablemente más humano que lo discriminatorio que le ocurre a los bebés 32 veces cada vez en Minnesota. Algo horrible ocurrió a sus corazones.
Segundo, esta sangre es llamada "sangre inocente". No significa que los niños no tuvieran pecado. La misma frase fue usada también para los adultos. Por ejemplo, Jeremías dijo: "Pero sabed bien que si me matáis, sangre inocente echaréis sobre vosotros" (Jeremías 26:15). Y sabemos que Jeremías no era sin pecado.
Inocente significa que, en las relaciones interpersonales con otras personas, esta persona no ha cometido un crimen digno de muerte. En ese sentido, es inocente. Y los niños son siempre inocentes en ese sentido. Dios puede tomar la vida de un niño cuando lo desee, porque Él es el dador de la vida, y a Él pertenece la vida. "El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor". (Job 1:21) Pero los humanos no pueden tomar la vida de un niño. Es inocente. Dios nos ha prohibido tomar la vida inocente. El sexto mandamiento: "No matarás" (Éxodo 20:13) - tomar vida inocente.
Tercero, cuando sacrifican sus hijos a los ídolos paganos están sacrificando a los demonios. Note las palabras "demonios" e "ídolos". Versículos 37-38: Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios, y derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán".
Pablo utilizó esta enseñanza del Antiguo Testamento para aclarar lo que ocurría en los sacrificios del templo de Corintos. "¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo? No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios" (1ra a los Corintios 10:19–20).
En otras palabras, con cualquiera que sea el sistema con que el mundo venga (religioso o secular), que enfurece a Dios, contradice su Palabra, seduce a su pueblo a buscar la felicidad haciendo sacrificios al sistema, y desfigura o destruye la imagen de Dios - detrás de ese sistema, hay demonios. Su meta suprema es la degradación de Dios, y la destrucción de su pueblo. Los demonios están dispuestos a enviar millones de bebés al cielo, si pueden producir millones de asesinos en la tierra, especialmente de madres y padres.
Cuarto, cuando los niños son sacrificados a los demonios, los padres y los sacerdotes (los abortistas) están prostituyéndose. Versículo 39: "Así se contaminaron en sus costumbres, y fueron infieles [lit. se prostituyeron] en sus hechos" (Salmo 106:39). En el Antiguo Testamento, Israel es representado como la esposa de Dios, y Dios como su esposo. Y la idolatría es, entonces, representada como adulterio. O en casos extremos, como este, como prostitución. Se están prostituyendo. Y cuando usted está engañando a su esposo, lo último que quiere es un bebé. Así que, para satisfacer la demanda idólatra del sistema, usted elimina el bebé.
Hijos e hijas, sangre inocente, sacrificados a los demonios como una esposa infiel deshaciéndose de un embarazo no-deseado.
Las mismas fuerzas demoníacas
Los paralelos con el aborto son profundos. Estos niños en el vientre de sus madres son nuestros hijos e hijas. Son sangre inocente de crimen alguno que merezca su muerte. Su sangre está siendo derramada mediante los procedimientos más horribles de desmembramiento. Y podemos estar seguros de que las fuerzas demoníacas detrás de la industria del aborto, y detrás de la estructura de la así llamada libertad reproductiva, y detrás de la inexplicable ceguera de la violencia diaria contra las personas más débiles del mundo; podemos estar seguros de que las fuerzas demoníacas detrás de esto están alegres por cada bebé y cada madre y padre y abuelo e iglesia culpables. Jesús dijo del maligno: "El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él" (Juan 8:44).
Y al sacrificar a nuestros hijos a los demonios del engaño, sobre el altar del aborto, en los templos de la Paternidad Planificada, nos prostituimos. Engañamos a Dios y le damos nuestro corazón a otro.
Ese es el lado oscuro del Salmo 106 y su relación con el aborto. Pero no es la idea central del Salmo. El Salmo no comenzó y terminó con "Aleluya" porque Israel se había rebelado y sacrificado sus hijos a los demonios.
La hebra de misericordia
Hay otra hebra en estos versículos: Una hebra escarlata de misericordia divina. Y es lo que necesitamos desesperadamente - sea que usted haya tenido tres abortos, o haya sido indiferente a millones de abortos.
Recuerde el versículo 1: "Dad gracias al Señor, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia" La misericordia. Ese es el mensaje. Y es lo que necesitamos. Escuche en este salmo a la misericordia de Dios, al amor inmutable de Dios
Versículo 8: Ellos se rebelaron, "No obstante, los salvó por amor de su nombre, para manifestar su poder”
Versículo 10: "Los salvó de mano del que los odiaba, y los redimió de mano del enemigo"
Versículo 23: "El dijo que los hubiera destruido, de no haberse puesto Moisés, su escogido, en la brecha delante de Él, a fin de apartar su furor para que no los destruyera" Se detuvo por la oración de Moisés.
Versículo 30: "Entonces Finees se levantó e intervino, y cesó la plaga" Dios respondió en misericordia al celo de Finees por el Señor.
Versículos 43-46: "Muchas veces los libró; ellos, sin embargo, fueron rebeldes a su consejo, y se hundieron en su iniquidad. Sin embargo, El vio su angustia al escuchar su clamor; y por amor a ellos se acordó de su pacto, y se arrepintió conforme a la grandeza de su misericordia”.
Dios pasó por alto el pecado
En otras palabras, una y otra vez, el pueblo mereció ser absolutamente destruido, pero Dios pasó por alto el pecado de muchos, incluso el sacrificio de niños. Tuvo misericordia. Mantuvo el pacto. ¿Cómo podía hacerlo? ¿Cómo puede hacerlo por usted? ¿Por el aborto?
Cuando Pablo recordó la misericordia de Dios durante siglos, dio la respuesta en Romanos 3:25: "Dios exhibió públicamente [a Jesús] como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente". Dios perdonó a los pecadores arrepentidos en el Antiguo Testamento, y nos puede perdonar hoy (por el aborto o por la indiferencia hacia el aborto), porque la muerte de Jesús, el hijo de Dios, por el pecado, muestra que Dios no barre el pecado bajo la alfombra, o lo toma a la ligera. Perdonarlo le costó la vida a su Hijo. Esta era su esperanza, y la nuestra. Por fe recibimos a Cristo como el pago por todos nuestros pecados.
Lo que la misericordia hace a nuestro propósito
Ahora, de vuelta al Salmo 106:3 y al versículo 4 que saltamos al comienzo.
Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo. Acuérdate de mí, oh Señor, en tu bondad hacia tu pueblo; visítame con tu salvación.
Cuando has pecado gravemente, y has recibido la misericordia y fidelidad del amor de Dios, asegurados para ti por la sangre de Cristo, ¿qué haces? ¿En qué se convierte la vida? ¿Cuál es el significado de nuestra existencia ahora, en este lado de la salvación? ¿Cuál es nuestro propósito en la tierra?
Lo que hacemos es prepararnos para disfrutar la bendición más plena de Dios al observar la justicia y hacer justicia. Versículo 3: "Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo”. Ahora usted conoce a su Dios. Ahora sabe cómo es Él. Sabe lo que Él hizo por usted. Le ama y confía en Él. Y quiere su bendición plena.
Y por ello clama por Su ayuda. Versículo 4: "Acuérdate de mí, oh Señor, en tu bondad hacia tu pueblo; visítame con tu salvación". Usted se prepara para la justicia y la rectitud, en este caso por el no-nato, y pide la ayuda de Dios. Y actúa.
Cinco palabras para la acción
Permítanme, entonces, terminar expresando cinco palabras para esa acción. Súplica, consideración, educación, legislación, y proclamación.
Súplica
Quizás usted cree que sus oraciones son pequeñas en relación con la magnitud del problema del aborto. Pero Dios no es pequeño. El hospital Regions en St. Paul ya no hace abortos ni entrena a abortistas. ¿Quién puede contar, siquiera, las oraciones y vigilias de oraciones que se hicieron en las afueras de ese hospital? Y este domingo, después de la marcha en la capital hay, un encuentro de oración en la nueva instalación para Paternidad Planificada, en las esquinas de la calle Vandalia y la avenida Charles en St. Paul. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios (Marcos 10:27).
Consideración
Sea considerado con las mujeres en crisis por el embarazo, apóyelas o trabaje en centros cristianos para la crisis del embarazo. Dios ha levantado miles de esos centros en las últimas décadas y ellos han silenciado la crítica de que a los que están por-la-vida no les importan las madres antes y después del nacimiento. Bethlehem trabaja de cerca con New Family Services en el University Campus, y con el Amnion Crisis Pregnancy Center en Burnsville. Apóyelos.
Educación
Edúquese, a sus hijos, y a las personas que conoce, sepa sobre la historia y la naturaleza y los efectos del aborto y sobre el movimiento por-la-vida. El internet no solo lo hace fácil, sino fascinante. Vamos a entregar 1500 copias del maravilloso filme de 33 minutos "180", producido por Ray Comfort. Relaciona el Holocausto con el aborto, y revela la espantosa ignorancia de muchos jóvenes de hoy. Usted lo puede ver en línea (www.180movie.com), pero tome uno hoy y déselo a alguien. Si alguna vez ha dudado de la necesidad de ser educado esto le convencerá, espero.
Legislación
En Bethlehem distinguimos lo que hacemos como iglesia institucional, y lo que les llamamos a hacer como cristianos en el mundo. El negocio de esta iglesia no es involucrarse en partidos políticos. Si lo hiciéramos, perderíamos nuestro mayor poder, a saber: la libertad y el poder de hablar proféticamente en las dimensiones moral y espiritual, sobre temas sin enredos políticos. Pero esto no es cierto de usted como un ciudadano cristiano. En un orden democrático su llamado incluye involucrarse precisamente en el nivel político y participar en la creación de las leyes. Ustedes están necesitados. Y les animo a involucrarse con sabiduría cristiana. Que muchos de ustedes sientan la guía de Dios hacia vocaciones políticas, que tan desesperadamente necesita profundidad e integridad con una sabiduría que exalte a Cristo.
Proclamación
Nuestro principal llamado, y nuestro mayor regalo al mundo, es la proclamación del evangelio de Jesucristo. Este es el único mensaje que da perdón a los agentes de muerte, y poder a los agentes de vida. Y como todos, en algún momento, hemos sido hijos de las tinieblas, el perdón de Jesús, comprado por sangre, nos es precioso a todos. Ahí es donde empezamos. No nos lo ganamos con una acción por-la-vida. Es un regalo.
¿Y ahora qué debemos hacer? Buscaremos con gozo, en el poder de nuestro perdón inmerecido, la plena bendición de Dios: "Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo”.