El evangelio es poder de Dios para salvación
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Sea vituperado, pero no avergonzado
La semana pasada me enfoqué en las primeras palabras de Romanos 1.16, “Porque no me avergüenzo del evangelio”. Traté de dejar en claro que existe una diferencia entre sentirse avergonzado del evangelio y ser avergonzado por el evangelio. Si usted es un cristiano fiel, será avergonzado por el evangelio. Es decir, será el blanco del oprobio. Pero hay una buena razón por la que usted no debe avergonzarse cuando eso suceda.
Comparaba la razón de Pablo para no avergonzarse con la de Jesús cuando ambos fueron avergonzados por el evangelio. Hebreos 12.2 dice, “por el gozo puesto delante de él [Jesús] sufrió la cruz, menospreciando el oprobio”. El oprobio desarrollado contra Jesús era tan desagradable, cruel y humillante como pudo llegar a serlo. Sin embargo, en lugar de dejarse dominar por el oprobio, de sentirse avergonzado o de convertirse en alguien tan débil y desagradable como sus avergonzadores, Él enfocó su corazón en el gozo puesto ante Él. En otras palabras, aseguró el triunfo de su muerte y resurrección para salvar a los pecadores al fijar su mente en la vindicación de su rectitud y su vuelta a casa, para que Dios le guardara de ser avergonzado o desobediente. Cuando fue tentado o avergonzado, se enfocó en el gozo puesto ante sí. Resistió el dolor a corto plazo para garantizar la ganancia a largo plazo.
Y Pablo actuó de manera similar. Dijo, “no me avergüenzo del evangelio”, - no me avergüenzo del mensaje de la realidad del Cristo crucificado por los pecadores, levantado con poder y que salva a todo aquel que cree en él. ¿Por qué? Porque “[el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Esta es la misma manera en que Jesús se sobrepuso a los sentimientos de vergüenza cuando fue insultado por el evangelio. Jesús miró el triunfo gozoso de su cruz y resurrección. Pablo miró el gozoso triunfo del evangelio en salvación eterna.
No evitamos los sentimientos de vergüenza alterando el evangelio para hacerlo popular e inofensivo (vea 1ra a los Corintios 1.18). Evitamos los sentimientos de vergüenza recordando que el evangelio será vindicado al final. Nos recordamos a nosotros mismos que solo el evangelio trae a los pecadores a un gozo supremo y eterno. Nada en el mundo puede hacer esto sino el evangelio de Jesucristo. El Judaísmo, el Budismo, el Hinduismo, el Islamismo –ninguno tiene un salvador que pueda resolver el problema de la separación del Dios Santo por el pecado y traer esperanza a los pecadores por gracia y no por obras. Solo un mensaje salva a los pecadores y los trae a salvo a la presencia de Dios: El evangelio de Jesucristo. Solo este evangelio es poder de Dios para salvación.
Por tanto, Pablo nos diría –Jesús mismo nos diría- sufran, sí. Sean malentendidos, sí. Sean vituperados, sí. Pero no se avergüencen. Porque el mensaje de la obra salvadora de Dios en Cristo es el único mensaje triunfante e importante en el mundo. Un breve dolor, una eterna ganancia. Por el gozo puesto delante de ustedes, por la salvación que solo el evangelio puede lograr, tomen su cruz, sigan a Jesús y desprecien la vergüenza.
El evangelio es poder de Dios para Salvación
Ahora, hoy quiero establecerme sobre las palabras, “porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Y voy a ocuparme de una sola pregunta: ¿Cuál es esta salvación que el evangelio tan poderosamente nos provee? A medida que respondemos esto veremos como nuestra fe está relacionada al evangelio para traernos a salvación.
Tenemos otras preguntas cruciales, especialmente la pregunta de cómo el evangelio se convierte en el poder para salvar. Pero eso es un punto del verso 17 que pensamos tocar el 9 de Agosto. “El evangelio... es poder de Dios para salvación... porque en él la justicia de Dios se revela por fe y para fe” –Es por eso que el evangelio es poder de Dios para salvación.
Así que la pregunta hoy es: ¿Cuál es esta salvación que el evangelio tan poderosamente nos provee? “El evangelio es poder de Dios para salvación” ¿Significa esto que: “El evangelio es poder de Dios para ganar convertidos”? Yo creo que sí, pero no creo que eso sea lo que esta declaración significa.
La razón por la que creo que es cierto que el evangelio convierte a las personas –los trae a la fe del arrepentimiento- es que Romanos 10.17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Y 1ra de Pedro 1.23-25 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios [...] Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”. Así que es cierto que somos nacidos y convertidos a Dios por escuchar la poderosa Palabra de Dios, el evangelio.
Y es cierto que esta conversión es llamada, en el Nuevo Testamento, “salvación”. Por ejemplo, Efesios 2.8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.” Por tanto la conversión a Cristo por fe es llamada “ser salvado” o “ser salvo”. Si usted es un creyente en Cristo esta mañana, usted ha “sido salvado”. El libro de Romanos le debería ser precioso aun más allá de las palabras, porque como ningún otro libro en la Biblia, él le descubre lo que ya ha sucedido en la salvación de Dios para usted –su elección, su predestinación, su llamado, su justificación, su santificación y la obediencia de la fe. Estas son todas partes de una salvación que ya es real en usted a través de la fe.
El triunfo supremo del evangelio
Pero ¿cuál es la salvación que Pablo tiene en mente en Romanos 1.16 cuando dice “porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”? Creo que él no piensa de primera instancia en el primer evento de la conversión, sino en el triunfo supremo del evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eterno en la presencia de un Dios Santo y Glorioso. Hay cuatro razones por las que creo que esto es lo que quiere decir. Examinar estas razones es la mejor manera de desglosar el significado del verso.
1. El poder del evangelio es lo que nos libera de sentir vergüenza del evangelio.
La primera razón, es que el poder del evangelio para traer la salvación es lo que nos libera de sentir vergüenza del evangelio. “No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación”. Pero si esto significa solo que el evangelio tiene el poder para ganar convertidos, ¿por qué resolvería eso el problema de la vergüenza? Muchas religiones lo hacen. Muchas religiones y movimientos seculares diferentes ganan a las personas para su fe. Cuando Pablo dijo que el evangelio tiene un efecto tan poderoso que elimina la vergüenza que usted siente por él, ¿quiso solo decir que el evangelio hace lo mismo que otras religiones: ganar conversos? No lo creo.
Jesús triunfó sobre la vergüenza mirando el gozo puesto futuro puesto delante de él mientras moría. Creo que esto es lo que Pablo, también, tiene en mente en Romanos 1.16. Usted no tiene que avergonzarse del evangelio porque éste no solo gana convertidos sino porque literalmente los salva. El evangelio los trae a la seguridad suprema y el gozo que siempre aumentará en la presencia de un Dios Glorioso y Santo por siempre y siempre. Esto es lo que nos hace atrevidos con el evangelio, no solo que pueda ganar convertidos.; cualquier religión lo hace, sino que es la única verdad en el mundo que puede realmente salvar a las personas para siempre y traerles a un gozo eterno con Dios.
2. La “Salvación” es orientada hacia el futuro en todos los escritos de Pablo y el Nuevo Testamento
La segunda razón por la que creo que la “salvación” en el verso 16 se refiere al triunfo supremo del evangelio al traer a los creyentes a una seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Santo y Glorioso, es que la frase “para salvación” o “hacia salvación” tiene esta misma orientación al futuro en cualquier lugar de los escritos de Pablo o de otros escritores del Nuevo Testamento.
Por ejemplo, en 2da a los Tesalonicenses 2.13 Pablo dice: “Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”. Entonces, aquí la salvación no es solo lo que sucede en la conversión y lo que nos lleva a la santificación, sino lo que viene después “mediante la santificación”, y esto es futuro. En otras palabras, la salvación es el triunfo futuro que trae a los santos a la presencia de Dios con gozo eterno.
O en 2da a los Corintios 7.10, Pablo habla a los cristianos que ya han sido convertidos y salvados, pero necesitan arrepentimiento fresco por sus pecados: “la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. De nuevo, la frase “para salvación” aquí no se refiere a la conversión, sino al estado supremo y futuro de seguridad y gozo en la presencia de Dios (vea también 2da a Timoteo 3.15).
De manera similar, Hebreos 9.28 dice, “Cristo [...] aparecerá por segunda vez [...] para salvar a los que le esperan”. Esta salvación suprema y completa sucede en la segunda venida. 1ra de Pedro 1.5 dice que los creyentes son “guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” Esta salvación esta “preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”. No es conversión, es la última gran obra de Dios para rescatarnos y traernos a la seguridad y el gozo en su presencia por siempre.
En Romanos 5.9-10, Pablo habla acerca de esta salvación futura como rescatados de la ira final de Dios: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre [¡esa es la realidad presente de la salvación!], por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo [¡de nuevo vemos aquí la realidad presente de la salvación!], mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” En otras palabras, la experiencia completa de la salvación en el pensamiento de Pablo, es todavía futura. Romanos 13.11: “ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”
Así que cuando Pablo dice en Romanos 1.16 que “[el evangelio] es poder de Dios para salvación” pienso que quiere decir que el evangelio es el único mensaje en el mundo que poderosamente puede traer a una persona no solo hacia la conversión, sino al gozo y seguridad eterna en la presencia de un Dios Santo y Glorioso.
3. La fe continua es la condición para esta salvación.
La tercera razón por la que creo que “salvación” en Romanos 1.16 es el supremo triunfo del evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Santo y Glorioso, es que la fe continua es la condición para esta salvación. Note que el vero 16 no dice, “El evangelio... es poder de Dios para traer la fe y la salvación.” Dice, “el evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree [tiempo presente en el griego, que significa una acción continua]”. En otras palabras, el punto de Pablo aquí no es que el poder del evangelio produce fe, sino que para aquellos que tienen fe, el evangelio trae la salvación. Así que el punto no es que el evangelio es poder para conversión a la fe; el punto es que el evangelio es poder para traer la salvación futura a través de una vida de fe.
El tiempo del verbo “cree” es crucial. Denota una acción continua, no solo el primer acto de fe cuando usted se convirtió.: “el evangelio... es poder de Dios para salvación a todo aquel que está creyendo” –quien continúa creyendo. Lo mismo pasa en 1ra a los Corintios 15.1-2 donde Pablo dice: “el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.” La fe que no persevera es una fe vana y vacía- la que Santiago llama ‘fe muerta’ (Santiago 2.17, 26).
Entonces el punto en Romanos 1.16 es que usted no tiene que sentir vergüenza del evangelio, porque es la única verdad en el mundo en que, si usted se mantiene confiando día a día, triunfará sobre cada obstáculo y le llevará a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Glorioso y Santo.
4. Pablo dice que el evangelio es para creyentes, no solo para incrédulos.
La última razón por la que creo que esto es lo que “salvación” significa en el verso 16 es que el verso es dado como la razón por la que Pablo quiere predicar el evangelio a creyentes (no solo a incrédulos). Hemos visto esto, pero veámoslo de nuevo. En el verso 15 Pablo dice, “pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”. Él está pronto a predicar el evangelio a ‘vosotros’ –creyentes- no solo a incrédulos. Entonces explica porqué: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Así que concluyo que la razón por la que Pablo no se avergüenza del evangelio es que esta es la única verdad en todo el mundo que no le decepcionará cuando le entregue su vida por la fe. Ésa le llevará por todo el viaje a través de la tentación, persecución, muerte y juicio hacia la seguridad eterna y el gozo inmensurable en la presencia de un Dios Santo y Glorioso. Los otros ‘evangelios’ en el mundo que ganan tantos convertidos a la larga le fallarán. Solo uno salva de la ira de Dios y guía hacia la plenitud de gozo en su presencia y delicias a su diestra para siempre. Por tanto, no hay necesidad de avergonzarse de él, no importa lo que otros digan o hagan. ¡Con cuánta prontitud deberíamos hablar de este evangelio a creyentes y no creyentes!
¿Cómo alimentar el evangelio día a día?
Cierro con una inmensa implicación de lo que he dicho. ¿Alimenta usted su fe día a día con las promesas de este evangelio triunfante? ¿Va usted, como creyente, al evangelio día a día y se deleita en su poder en versos como Romanos 8.32, “el que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? El evangelio es la buena noticia de que Dios nos dio a su Hijo, de manera que obtuviera para nosotros todo lo que fuera bueno. Por tanto el evangelio es el poder que nos da victoria sobre la tentación, la desesperanza, el orgullo, la avaricia y la lujuria. Solo el evangelio puede triunfar sobre cada obstáculo y traernos el gozo eterno. No importa cuanto cueste, manténgalo, créalo, aliméntelo, deléitese en él, téngalo como más precioso que la plata y el oro.
Amo contar la historia; para aquellos que la conocen mejor
Parecen hambrientos y sedientos de escucharla, como todos.
Y entonces, en escenas de gloria, canto la nueva, nueva canción,
Hasta que sea la vieja, vieja historia que tanto he amado.
Amo contar la historia,
Hasta que sea mi tema en la gloria
Contar la vieja, vieja historia
De Jesús y su amor