El primer intercambio oscuro: idolatría
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Intercambiando la Gloria de Dios por Imágenes
Durante tres semanas a partir de ahora, estaremos estudiando dos intercambios oscuros que caracterizan a un pecador caído, apartado de la gracia de Dios. El primer intercambio oscuro es la sustitución de la gloria de Dios por la gloria de imágenes de hombres y animales. Llámela idolatría. Hablaremos acerca de ella está mañana. El segundo intercambio oscuro es la sustitución de las relaciones sexuales con el sexo opuesto, por las relaciones sexuales con el mismo sexo. A esto llamamos homosexualidad. Es acerca de eso de lo que estaremos hablando durante las próximas dos semanas, desde los versículos 24-27 (A los padres que tengan hijos pequeños, utilicen su sabiduría al decidir si quieren hacer de esto un tiempo de enseñanza para ellos, sobre el tema de la homosexualidad. Los textos y los temas son dolorosos y contundentes).
Hoy nuestro enfoque está sobre los versículos 21-23 y en el primer intercambio oscuro que caracteriza a la cultura humana caída, idolatría. Recuerde el contexto: “La ira de Dios se revela (de acuerdo con el versículo 18) contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.” La verdad que ellos suprimen es una verdad revelada universalmente –una verdad revelada en lo que Dios ha hecho, o sea, la verdad de su “su eterno poder y deidad” (versículo 20). Al retener la verdad, versículo 21a dice, ellos “no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias.” Por lo tanto, sin excusa alguna, están ante a la ira de Dios. La ira de Dios ha venido justamente porque ellos tienen el conocimiento y no lo viven, lo suprimen.
O, para ponerlo de un modo diferente, basado en el texto de hoy: Las personas contemplan y conocen la gloria que Dios les ofrece para que gocen y confíen, y la cambian por imágenes. Esto es lo mismo que suprimir la verdad y dejar de glorificarle y agradecer; que fue lo que vimos en los dos últimos mensajes de este párrafo.
De modo que lo que quiero hacer hoy es concentrar nuestra atención en esta sustitución oscura, para ver lo que Pablo dice acerca de ella. Y estoy seguro de que la razón por la que dice esto, no es excitar nuestro interés intelectual; sino impulsarnos a huir de esto con todas nuestras fuerzas y que hagamos todo lo que podamos para ayudar a escapar a otros que estén atrapados en esta terrible oscuridad que es la idolatría -La que impregna tanto la cultura primitiva como las más avanzadas culturas tecnológicas del mundo moderno.
Cambiando a Dios por Deplorables Sustitutos
Tengo al menos cuatro observaciones a este texto, que creo debemos compartir. Pero primero permítanme asegurarme de que vean la sustitución en el versículo 23, “[ellos] cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” Percátese bien en la sustitución de la gloria de Dios por un deplorable sustituto.
Ahora bien, esto necesita ser acentuado. Nosotros hablamos mucho acerca de la gloria de Dios en Bethlehem. Este es nuestro tema favorito. Creemos que esta es la gran realidad unificadora de la Biblia y el universo. Todo proviene y fluye, desde y hacia, la gloria de Dios. Todo lo que existe es para la gloria de Dios. Lo más valioso en el universo es la gloria de Dios, no es el alma del hombre. Es importante, pues para una iglesia como la nuestra, ver textos como este muy claramente para darnos cuenta de que este tema, este énfasis, este valor, no está siendo apoyado por la Biblia. Este tema viene de la Biblia.
Lo que vemos aquí es que en dos ocasiones Pablo dice que la realidad básica de la raíz del problema con la raza humana tiene que ver con lo que hagamos con la gloria de Dios. En el versículo 21 Pablo dice, “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios”. Ese es el problema básico con la raza humana. No reconocemos, no valoramos, no atesoramos, no saboreamos, no honramos o no nos parece gran cosa lo más valioso en el universo, la gloria de Dios. Esa es nuestra debilidad, nuestra enfermedad, nuestro gran motín contra Dios.
Y luego en el versículo 23 Pablo lo expresa de otra manera: “cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de...” Así que el gran problema del universo tiene que ver con lo que los hombres están pensando de la gloria de Dios. Este es el sentido de su vida, de esta cultura, de este país, de este siglo, de todos los siglos y el sentido de existencia para todas las naciones del mundo. Cuando Pablo llega a describir la profundidad de la condición pecaminosa del hombre bajo la ira de Dios; no lidia primero con los pecados sexuales de los versículos 24-27, o con la lista de 21 pecados en los versículos 29-31. Primero enfrenta el problema básico: ¿Qué hacemos nosotros con la gloria de Dios? ¿La magnificamos atesorándola por encima de todas las cosas? ¿O la menospreciamos al preferir otras cosas y cambiándola por cosas creadas?
Comentarios Acerca de esta Oscura Sustitución
Este es un tema muy amplio y ruego que mientras hacemos estas cuatro observaciones acerca de esta oscura sustitución, Dios despierte en nosotros un nuevo amor y una nueva reverencia para su gloria.
1. Esta sustitución de la gloria de Dios por imágenes esta acompañado por razonamientos superficiales.
Versículo 21: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos.” Envanecerse, aquí significa vacío, fútil, inútil. Dios le dio a los seres humanos mentes con la capacidad de razonar, imaginar, razonar, pensar, considerar, meditar, etc. ¿Para qué? Para que pudiéramos utilizarlas para conocer a Dios, pensar en Él, hablar de Él, alabarlo a Él e inventar cosas en el mundo que lo honren a Él.
Vemos esto vívidamente en la historia de Nabucodonosor en Daniel 4. Él utiliza su mente y su poder para construir Babilonia, entonces dice, “¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?” (4:30). Dios se disgustó tanto con el orgullo de Nabucodonosor y porque él no había usado su intelecto para conocer a Dios que “fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.” (4:33).
Después vienen las palabras claves: “al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo [es decir, a Dios], y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre.” Cuando sus ojos se dirigen a Dios, la razón le es devuelta. ¿Por qué? Porque su mente fue hecha para Dios. Y cuando le es devuelto el razonamiento a Nabucodonosor, lo utiliza como Dios quería: “bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre.”
Es por esto que Pablo dice que todas las reflexiones y razonamientos son en vano cuando no se glorifica y se agradece a Dios, cambiándose a Dios por imágenes. Vano significa vacío, fútil, inútil- y es en eso en lo que se convierte la mente cuando ya no se usa para conocer, amar, atesorar y honrar a Dios. Sin importar si usted es el más brillante científico, artista, o ingeniero, todo lo que usted haga con su mente, pero sin Dios, es fútil, vacío, y vano. 1 Corintios 3:20: “El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”
No sustituyan a Dios por otras cosas. Todos sus razonamientos se volverán futiles, vacíos, vanos y no tendrán una significancia duradera.
2. La sustitución de la gloria de Dios está acompañado de un entenebrecimiento de corazón.
Versículo 21b: “se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.” ¿Por qué se entenebrece el corazón cuando las personas sustituyen la gloria de Dios por otras cosas? La respuesta es que la única luz en el universo que puede iluminar el corazón, es la gloria de Dios.
Compare la luz física con la espiritual, que es lo que hizo Jesús en Mateo 6:22. Ahí Jesús dice, “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz”. En otras palabras, no existe ningún elemento que produzca luz en el cuerpo; toda la luz viene de afuera; el ojo debe ser bueno si algo de esta luz va a entrar en el cuerpo y permitirle ver.
Así ocurre también con el corazón y la luz espiritual que Dios diseñó para llenarlo. En el corazón no existe ningún elemento que produzca luz. Toda luz viene de afuera, específicamente de la gloria de Dios. (No del sol -no estamos hablando de luz física, sino espiritual) Jesús es la luz espiritual del mundo (Juan 14:6) Porque él es la “gloria como del unigénito del Padre” (Juan 1:14). Pablo ora para que “los ojos de nuestros corazones sean alumbrados” porque sólo Dios, que escucha las oraciones, puede alumbrar el corazón (Efesios1:19). Y en 2 Corintios 4:6 Pablo dice, “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”.
La única luz en el universo que puede traer luz al corazón es la gloria de Dios. Si la cambiamos por otras cosas, viviremos en tinieblas, sin importar cuan brillante seamos, o cuantas fogatas podamos construir, o cuantas velas podamos encender.
3. Para aquellos que sustituyen a Dios por otras cosas, esto es algo sabio.
Versículo 22: “Profesando ser sabios, se hicieron necios.” Para el hombre natural, que está apartado de la gracia de Dios y cuyo corazón está entenebrecido, nada parece más obvio que el hecho de que es más sabio diseñarse un dios propio, en vez de tomar el que se le ha dado. ‘¿Obviamente, que podría ser más sabio –dice- que hacerte tu propio dios?’ Las ventajas abundan: Esto demuestra que usted está lleno de recursos, que es creativo, y que es inteligente. Claramente todo eso hace que su ego se sienta bien. Pero lo mejor de todo, hacerse su propio dios le hace independiente y eres usted quien tiene el control. Usted mueve las cuerdas. En otras palabras, hacerse su propio dios le permite ser dios. ¿Y que podría ser más sabio que la decisión de ser dios?
Satanás le dijo a Eva en el jardín, “sino que sabe Dios que el día que comáis de él [el fruto prohibido], serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6Y vio la mujer que el árbol era [...] codiciable para alcanzar la sabiduría (Ro 1.22); y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así” (Génesis 3:5-6). Así fue desde el comienzo, y así es aún. Si usted quiere asumir el papel de Dios al gobernar su vida, usted apreciará esta oscura sustitución –que es idolatría- como lo más sabio del mundo.
4. Como quiera que sea, Pablo dice, al final del versículo 22, “Profesando ser sabios, se hicieron necios”-La oscura sustitución es necia, aunque parezca sabio.
Esa es la cuarta observación acerca de la oscura sustitución de la gloria de Dios por otras cosas. Es necio cambiar a Dios por imágenes. En necio crear su propio dios o ser su propio Dios. Es necio inclinarse hacia especulaciones fútiles y andar en tinieblas.
¿Por qué? ¿Por qué esta sustitución de Dios por imágenes es algo tan necio? Pablo da al menos tres respuestas en el versículo 23, concluiremos examinando dos de ellas (en el versículo 23) y guardaremos la otra para la próxima semana (en los versículos 24-27). Mi oración es, que esto les seduzca los ánimos para luchar contra esta oscura sustitución en sus propios corazones y que ayuden a otros a hacer lo mismo (que de eso es de lo que se trata el evangelismo y los pequeños grupos).
4.1. Primero, Pablo demuestra que la sustitución es necia, al enfatizar la infinita diferencia de valor entre lo que usted entrega y lo que recibe a cambio. La gloria de Dios tiene un valor infinito y lo que usted obtiene en la sustitución es infinitesimalmente pequeño en comparación.
Observe como demuestra esto. Versículo 23: En su envanecimiento ellos “cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible.” Percátese ahora de esto: El hombre ya es en sí mismo, según Génesis 1:27, imagen de Dios y no Dios. Pero no es eso lo que se obtiene con la sustitución de Dios, no, ni siquiera eso, sino más bien una imagen de hombre. No, ni siquiera eso. “una semejanza de una imagen de hombre” que ya es en sí mismo una imagen.
¿Ven ustedes lo que Pablo está haciendo al apilar las palabras así? Está enfatizando la infinita diferencia de valor entre el verdadero y la copia. Y lo hace al decir: Cuando usted hace esta sustitución -aunque sea por la mejor de las cosas en la que usted pueda pensar, o sea, el hombre -usted mismo- (¡para no mencionar los animales!) usted está cambiando a Dios por la imagen de la imagen de la imagen de una imagen. Usted esta vendiendo la pieza maestra original por una copia de una copia de la copia.
Vivimos en una cultura enferma y agonizante donde escuchará y leerá la jactanciosa -o la vergonzosa confesión- de que “la imagen lo es todo”. Bueno, de nuevo en contra de eso, la Biblia dice, que la gloria de Dios lo es todo y cambiarlo por cualquier otra cosa es perder el más grandioso tesoro que hay en el mundo, por la imagen de la imagen de una imagen. Eso es algo necio, fútil y vano. Huya de ello. Rescate a personas de ello. No tenga miedo de decirlo.
4.2. La segunda manera en la que Dios demuestra que esta oscura sustitución es vana es al hacer la observación de que la gloria de Dios es incorruptible y el hombre es corruptible. Versículo 23: “cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible.”
Corruptible significa perecedero. Dios dura para siempre. ¿Pero y el hombre? Isaías dice, “ciertamente como hierba es el pueblo. 8Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” (Isaías 40: 7-8).
Si usted valora otras cosas más que a Dios, si su vida realmente es movida por otros valores, entonces usted intercambia lo imperecedero por lo perecedero. Usted está cambiando el diamante por un melocotón olvidado en el fondo del refrigerador. Está cambiando el rubí por una banana que está al sol. Usted está cambiando un lingote de oro por un pestillo que se oxida bajo la lluvia.
Hagamos lo contrario junto con el apóstol Pablo. Consideremos todo lo demás como basura, de modo que podamos ganar a Cristo. Que el mundo lo llame tontería. No lo es. Seamos como el Secretario de Estado William Saward en 1867 que ayudó a América a comprar a Alaska a los Rusos por $ 7 200 000. Oh, el ridículo del pueblo: “Sewards el tonto”, le llamaban. ¡Cambiando siete millones de dólares por hielo!
Bien, en los últimos 130 años Alaska le ha proporcionado billones y billones de dólares en recursos a América. Las cosas no son lo que parecen. Yo imploro con ustedes. Abran sus ojos. Y no cambien a Dios por nada. Cámbienlo todo por él.