El Dominio le Pertenece al Dios de Toda Gracia
Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho, como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Y después de que hayas sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. A Él sea el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
A través de Silvano, nuestro hermano fiel (porque así lo considero) os he escrito brevemente, exhortando y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios. Estad firmes en ella. La que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, os saluda, y también mi hijo Marcos. Saludaos unos a otros con amor fraternal. La paz sea con todos vosotros, los que estáis en Cristo.”
¿Por qué Ruge el León?
Vayamos directamente a la lucha con este león que está rugiendo, en el versículo 8. Pedro dice que el diablo es un adversario que deambula buscando devorar a los cristianos. ¿Por qué ruge este león? Si un león quiere comer a alguien, uno piensa que se acercaría sigilosamente en vez de rugir. De hecho, esa es la manera en la que se describe al diablo en otros sitios: es como una serpiente. Es hábil. Capaz de amarrarse a los talones de alguien antes de que se dé cuenta. No ruge. Se agazapa y se desliza.
El Poder del Diablo para Hacer Sufrir a los Creyentes
El diablo es así. A veces, es peligroso porque es hábil, silencioso y se agazapa. Pero este no es el caso aquí. Es peligroso por otras razones. Un león es peligroso, no principalmente porque se agazapa, sino porque es muy fuerte. Aunque uno sepa que está ahí, está desahuciado a menos que tenga más poder que el suyo propio – algo como un rifle, una red gigante, o Dios.
El sentido que le da Pedro aquí no es la habilidad o la astucia, sino su poder. ¿Qué poder específicamente? El versículo 9 nos dice: “Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en el mundo”. Lo que esto dice es que las fauces rugientes del león son el sufrimiento de los creyentes. Lean cuidadosamente y lo verán: “Resistidle…sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en el mundo”. Las mismas – ¿las mismas qué cuáles? “Resistid al león porque el mismo sufrimiento. . . ” El mismo que se enfrenta ante un león. Resistan a este león, porque los cristianos de todo el mundo están en esta lucha – de sufrimiento. Las fauces rugientes del león son los sufrimientos de los santos, ideados por Satanás para devorarlos.
Él Solo Puede Matarlos
En Apocalipsis 2:10 (La Revelación) vemos una clara imagen de esto, donde Jesús le dice a la iglesia de Esmirna:
No temas lo que estás pos sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida
En otras palabras, Satanás arrojará a algunos a la cárcel para que varios mueran allí. Pero, si ellos son fieles hasta la muerte (por consiguiente, “Resistidle, firmes en la fe”) vivirán eternamente – o como Pedro dice en el versículo 10, “os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá”.
Lo cual significa que resistir exitosamente al diablo no quiere decir que no pueda matarlos. Sólo implica que no puede hacerles un daño definitivo. Solamente los puede matar. Y no puede hacerlo si no es la voluntad de Dios (1 Pedro 4:19).
Satanás como serpiente y Satanás como león
Ahora pueden ver la diferencia entre Satanás como víbora y Satanás como león. Su similitud con una serpiente es su semejanza indirecta a la serpiente. Pero, su semejanza al león es su ataque directo en el sufrimiento. Lo más difícil del sufrimiento no es que, generalmente, se acerca sigilosamente (aunque a veces eso lo hace más complicado cf. 4:12). Lo más arduo del sufrimiento es que puede abrumar su fe con miedo y dolor. Puede destruir su fe de en que a Dios le importa, o en que tenga algún poder para ayudarle o incluso en que exista. Eso es exactamente lo que Satanás quiere que suceda y por eso Pedro dice que el león ruge. El rugido de las fauces del león es el poder del sufrimiento para destruir nuestra fe.
En el versículo 8, lo importante de decir: “Sed de espíritu sobrio, estad alerta” no es porque el león podría acercarse sigilosamente. ¡Está rugiendo! El punto es que cuando se lucha contra un león, que ruge de hambre, es mejor no estar embriagado o distraído. Se necesitan todas las facultades espirituales.
¿Quién Causa el Sufrimiento?
Esto plantea algunas preguntas importantes. Por ejemplo, en los sermones anteriores ¿no dije que el sufrimiento cristiano es el juicio de Dios? 1 Pedro 4:16-17:
Si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino como tal glorifique a Dios. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios.
En consecuencia, el sufrimiento de los cristianos es el juicio purificador de Dios. Es un fuego perfeccionador, como dice 1 Pedro 1:6-7.
Pero ahora estoy diciendo que el sufrimiento es el ataque de Satanás. Bueno, entonces ¿cuál es: el juicio de Dios o las fauces del león? La respuesta es: ambos. Esto no es nuevo. Eran ambos en la época de Job (cf. Job 1:12,21; 2:7,10) y también en la vida de Pablo. Pablo dice que “su espina en la carne” le fue dada para mantener su humildad (implícitamente, por Dios). Pero, él lo llama “un mensajero de Satanás” (2 Corintios 12:7). Si Dios es soberano sobre todas las cosas, Satanás incluido, y lo es (¡!), entonces Dios tiene un plan soberano diferente del de Satanás para todos los planes de este. Cuando los cristianos sufren, el plan del diablo es el dolor destructivo, pero el de Dios – para el mismo sufrimiento- es purificación, santidad y poder edificantes. El objetivo del diablo es devorar. El de Dios es fortalecer, purificar y preparar para la gloria.
¿Es Esta Guerra Sólo Un Juego?
Esto plantea otra pregunta. ¿Pueden ser devorados los cristianos? En el versículo 8, Pedro dice: “Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar”. Por tanto el objetivo del diablo es devorar. Devorar no es rasguñar, lastimar o herir. Es masticar y tragar. No creo que haya alguna manera de hacer que esto signifique algo menos que llevar a una ruina definitiva. El objetivo del diablo es llevarse a la gente con él al lago de fuego.
Pedro dice que esta es la razón por la que debemos resistirlo. Versículo 9: “Resistidle, firmes en la fe”. Está tratando de devorarlos, por tanto, resístanle. ¿Qué vamos a hacer con esto? ¿Es esto una farsa? ¿Es realmente posible que no nos devore? ¿Los cristianos no pueden ser devorados por el diablo? ¿No pueden ir al infierno? ¿Es como los juegos de guerra? ¿Las balas están vacías? ¿Pero, luchemos como si fueran de verdad?
No lo creo. El devorar es verdadero. Resistir es verdadero. Lo que está en cuestión es el cielo y el infierno. Ser devorado en el infierno en comparación a resultar simplemente lastimado en prisión y luego alcanzar la gloria.
¿Puede el Diablo Devorar a los Verdaderos Cristianos?
¿Puede el diablo devorar a los verdaderos cristianos nacidos de nuevo? No, no puede, porque los verdaderos cristianos, que renacieron, resisten al diablo firmes en su fe. Ese es el verdadero sentido de ser verdaderos cristianos nacidos de nuevo; tienen dentro de ellos al Espíritu Santo, que los moviliza a luchar por la fe.
Si Dios dice – lo que dice en 1 Pedro 1:5 – que, por su poder, nos va a proteger eternamente seguros a través de la fe -, entonces es ridículo y presuntuoso decir: estoy eternamente seguro sin una vida de fe. La promesa se mantiene firme en muchos pasajes maravillosos de las Escrituras (Filipenses 1:6; 1 Corintios 1:8; 1 Tesalonicenses 5:23-24; Hebreos 13:20f; Romanos 8:30). Dios nos va a llevar sanos y salvos a través de la jungla de este mundo y nos va a proteger para que no nos devore el diablo; y lo va a hacer mediante su poder a través de la fe. Por consiguiente, la persona que dice: “Creo que estoy eternamente seguro y por eso no necesito resistir al diablo firme en mi fe”, está contradiciendo a Dios y desechando la garantía de su seguridad. Aquellos a quien Dios llama no hacen eso. Luchan hasta el final. Y esa es la señal característica de ser nacido de Dios.
¿Dónde Se Encuentra Nuestra Seguridad?
El versículo 10 muestra dónde se encuentra realmente nuestra seguridad
Después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a Su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá.
Lo que este versículo promete es esto: si Dios los llamó a su gloria, los va a llevar a su gloria. Un pequeño sufrimiento entremedio no lo va a detener.
El significado de ser cristiano es que hemos sido efectivamente llamados a su gloria eterna (cf. 1:15; 2:9). Esta es la manera de Pedro de decir lo que dijo Pablo en Romanos 8:30: “A los que llamó, a esos también justificó; y a los que justificó, a esos también glorificó”. Pedro simplemente dice: El que os llamó a su gloria los va a llevar a la gloria, los va a perfeccionar, afirmar, fortalecer y establecer. Es una promesa. Esta mañana, pueden tomarla para ustedes si la van a aceptar, creer y contar con ella.
Les insto a tomarla. Cuando Pedro dice “el Dios de toda gracia” hace esta promesa, quiere ayudarlos a creer que es para ustedes. Ustedes pueden decir: No puede ser para mí, no califico, no soy espiritual. Pedro dice: No empiecen a decir que no están calificados para eso. Empiecen con el Dios de toda gracia. La gracia antecede a la calificación. Pueden obtener esta promesa libremente, si creen en este Dios de toda gracia
En el versículo 11, él nos da un último estímulo para creer: “A Él – al Dios de toda gracia – sea el dominio por los siglos de los siglos. Amén”. Dominio significa fuerza superior. Dios tiene dominio sobre el diablo. Es más fuerte que Satanás. Por eso, cuando Él promete conducirnos exitosamente a través de la jungla de este mundo y llevarnos a su gloria, lo puede hacer y lo va a hacer. El dominio le pertenece al Señor.
Resistan al Diablo Firmes en Vuestra Fe
Por lo tanto, cuando Satanás ruge con el sufrimiento delante de ustedes y los amenaza con devorarlos, no digan: “Oh, tengo seguridad eterna, no es una amenaza verdadera”. En cambio digan: “El Dios de toda gracia me ha llamado a su gloria eterna en Cristo Jesús, y después de que haya sufrido por un poco de tiempo por tus garras y colmillos, me va a perfeccionar, afirmar, fortalecer y establecer. Es un Dios de toda gracia. Es un Dios con dominio absoluto. Puedes herirme e incluso me puedes matar. Pero no me puedes devorar. Él me ha llamado a la gloria y él me llevará a la gloria.”
Así es cómo hay que resistirlo en la fe. Acepten esta promesa en este tiempo de adviento. Crean en ella. Sálvense con ella. Confíen en ella. Luchen con ella. Perseveren con ella. Es de ustedes dada libremente por el Dios de toda gracia.