Gracias a Dios por una Biblia inspirada
Timoteo, mi colaborador, os saluda, y también Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes. 22 Yo, Tercio, que escribo esta carta, os saludo en el Señor. 23 Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia, os saluda. Erasto, el tesorero de la ciudad, os saluda, y el hermano Cuarto.
Quizás usted se pregunta por qué escogí el título: “Gracias a Dios por una Biblia inspirada” para analizar este texto en Romanos 16:21-23. Esta es la razón: Mientras me preguntaba qué en este pequeño grupo de salutaciones debería llamar nuestra atención, me vino a la mente que lo más inusual y provocativo era que el secretario de Pablo (los eruditos le llaman un amanuensis, quien toma su dictado) pudiera insertar su propio saludo en el verso 22. Así que en el verso 21 escuchamos la voz del mismo Pablo diciendo: “Timoteo, mi colaborador, os saluda, y también Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes”. El “mis” en este verso es Pablo hablando. Así que escuchamos la voz de Pablo mientras dicta su carta a los romanos a través de Tercio.
Pero en el verso 22, repentinamente escuchamos otra voz: “Yo, Tercio, que escribo esta carta, os saludo en el Señor”. Entonces escuchamos nuevamente la voz de Pablo: “Gayo, hospedador mío [ese es Pablo] y de toda la iglesia, os saluda”. Y así continúa, esto es tan poco común (en ninguna otra carta de Pablo el taquígrafo se identifica a sí mismo) que me hizo detenerme y reflexionar. Aquí tenemos algunas observaciones que me han inclinado hacia un mensaje de gratitud por una Biblia inspirada.
Cinco Observaciones Acerca De Las Palabras De Tercio
- Pablo regularmente escribió utilizando un secretario para plasmar la carta. Lo sabemos porque al menos cuatro veces termina la carta con una salutación que dice que es de su propia mano, implicando que el resto es de la mano del secretario (1ra a los Corintios 16:21; Gálatas 6:11; Colosenses 4:18; 2da a Tesalonicenses 2:17).
- Sin embargo, la carta es suya y la voz es la suya, y el pensamiento es el suyo. Es por eso que puede comenzar cada carta, incluyendo aquellas donde sabemos que usa a un escribano, con palabras como “Pablo [...] a la iglesia de Dios que está en Corinto” (1ra a los Corintios 1:1,2) o, “Pablo [...] a las iglesias de Galacia” (Gálatas 1:1,2); “Pablo [...] a los santos y fieles hermanos [...] que están en Colosas” (Colosenses 1:1,2); “Pablo [...] a todos los amados de Dios que están en Roma” (Romanos 1:1,7). Así que, en la mente de Pablo, utilizar a un secretario para escribir lo que él dice no cambia el hecho de que eran sus palabras.
- Cuando Tercio escribió en Romanos 16:22: “Yo, Tercio, que escribo esta carta, os saludo en el Señor”, no da a entender que dejó de escuchar a Pablo. Pudo haber sucedido así: Pablo está dictando: “Timoteo, mi colaborador, os saluda, y también Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes. Tercio, que escribe esta carta, os saluda...”. Entonces Pablo se detiene y dice: “¿Por qué no haces ese saludo personalmente?”. Y por tanto Tercio escribe “Yo, Tercio, que escribo esta carta, os saludo en el Señor”. No hay razón para que pensemos que Tercio hizo algo en contra de la voluntad de Pablo.
- De hecho, no estoy seguro de que la traducción esté exactamente en lo correcto al ordenar las palabras. El orden de las palabras en griego por lo general no es concluyente al decir qué modifica a que. Pero si un modificador puede ir en dos sentidos, el orden de las palabras puede ser importante. Por ejemplo, en el verso 22, el orden de las palabras en griego es el siguiente: “Yo os saludo, yo Tercio que escribo esta carta en el Señor”. No hay nada en el griego que diga que “en el Señor” tiene que modificar a “os saludo”, como casi todas las traducciones lo ponen: “Yo [...] os saludo en el Señor”. Simplemente puede modificar a “escribo” –“Yo Tercio, que escribo esta carta en el Señor”. (Podemos encontrar apoyo para esto también en la manera que “en el Señor” modifica en 16:2, 8, 13) y en la manera en que “en Cristo” es usado en 16:3, 9, 10).
Así que es muy probable que Tercio esté diciendo explícitamente que su escritura –su acción de tomar al dictado- no es solo un esfuerzo humano, sino también “en el Señor”, o “por el Señor”. Esta labor está siendo supervisada por el Señor, y es hecha en dependencia del Señor, y es impulsada por el Señor. Cuando Pablo le da libertad de personalizar sus salutaciones, pudo haber utilizado las palabras en el Señor para enfatizar su reconocimiento de que toda esta relación interpersonal entre el dictado apostólico y el copiado del escriba es “en el Señor”. No es simplemente humana.
- Todo esto me lleva a reflexionar en la idea de que (en nuestra doctrina de la Inspiración de las Escrituras) la relación interpersonal entre Pablo y Tercio es similar a la relación de Dios con Pablo –no exactamente, pero si de forma importante. Así, aunque Tercio está escribiendo, las palabras y pensamientos de Pablo todavía le pertenecen a Pablo, de manera que aunque Pablo hace el dictado, las palabras y pensamientos todavía pertenecen a Dios. No quiero decir que el dictado preciso palabra por palabra sea el único modo en que Dios inspiró a los escritores bíblicos, sino que cualquiera que fuere la manera en que les guió, son las palabras de Dios las que terminaron siendo escritas. Y eso hace que la Biblia sea el libro más precioso y la más preciosa posesión del mundo, es la Palabra inspirada de Dios.
El Origen de Este Sermón
Entonces se me ocurrieron dos ideas que hicieron que este sermón fuera lo que es. Una es que este es el domingo anterior al Día de Acción de Gracias, y la otra es que hace bastante tiempo desde que enseñé a toda la iglesia las bases de nuestra doctrina de la inspiración. Así que pensé: volvamos y miremos los gigantescos fundamentos de nuestra creencia en la inspiración bíblica y terminemos entonces con una gran sensación de gratitud por lo precioso que es este libro y porque es la Palabra inspirada de Dios.
Comenzando con Jesús
Comencemos con Jesús. Su perspectiva era que la Biblia Hebrea, El Antiguo Testamento, como le llamamos, tenía autoridad infalible como Palabra inspirada de Dios. Si usted la comprende correctamente, ella nunca se equivocará y nunca le desviará. Cuando los saduceos trataron de enredarle con el asunto de la resurrección de los muertos, en la que no creían, él respondió: “Estáis equivocados [erráis, cometen un error] por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:29). Si conocieran Las Escrituras, no cometerían este error.
¿Por qué? Porque, como él dice en Juan 10:35: “la Escritura no se puede violar”. Él dijo casi al comienzo de su ministerio: “No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla” (Mateo 5:17-18). Y dijo al final de su ministerio: “Esto es lo que yo os decía cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44). La razón por la que estas palabras es necesario (dei) que se cumplan es porque son las Palabras de Dios y la Palabra de Dios no cae en tierra.
La Reverencia de Jesús por el Antiguo Testamento
Un ejemplo pequeño pero poderoso de que Jesús creía que todas Las Escrituras del Antiguo Testamento eran las Palabras de Dios es la forma en que respondió a los fariseos cuando le probaron preguntando: “¿Es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. Jesús responde refiriéndose a Génesis 2:24 donde Moisés escribió (Moisés escribió esto, no es una cita de algo que Dios dijo) “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”.
Así que Jesús responde la pregunta de los fariseos así: “¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y añadió...?”. Ahora, ¿quién está haciendo el comentario? Aquel que los hizo varón y hembra –Dios. Por tanto comencemos de nuevo y escuchemos las implicaciones de que Jesús dijera Dios dijo esto: “¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y añadió [entonces cita lo que Moisés dijo, Génesis 2:24] ‘Por esta razón el hombre dejara a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne’?”. En otras palabras Jesús parece poder tomar aleatoriamente cualquier Escritura –como Génesis 2:24, escrito por Moisés- y decir: “Dios lo dijo”.
Por eso “la Escritura no se puede violar”. Y hay muchos otros lugares en que pudiéramos mirar y mostrar la reverencia de Jesús por la inspiración y autoridad divinas del Antiguo Testamento.
Jesús Habla con la Misma Autoridad
Y, por supuesto, Jesús mismo habla con la misma autoridad. Él honra el Antiguo Testamento como inspirado, y reclama esa misma autoridad para sus propias palabras. En Juan 14:10 dice: “Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras”. O Juan 8:28 “hablo estas cosas como el Padre me enseñó”. O Juan 12:49: “el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar”. Así que repetidamente, cada vez que corregía a la tradición autoritativa de sus días, decía: “Habéis oído que se dijo [...] Pero yo os digo” (Mateo 5:21-48).
Jesús Aprueba la Autoridad de los Apóstoles
Entonces no solo miró hacia atrás y reconoció la inspiración y autoridad del Antiguo Testamento y luego afirmó su propia autoridad, sino que también miró hacia adelante a los días de los apóstoles quienes escribirían los evangelios y epístolas que serían el fundamento de la iglesia, y prometió proveerles la inspiración divina que necesitarían para darle este fundamento a la iglesia.
Por ejemplo, en Juan 14:26, dice: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”. Y en Juan 16:13, dice: “Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir”.
La Autoridad de Pablo
Y si tomamos al apóstol Pablo como ejemplo de los apóstoles, porque estamos especialmente interesados en el libro de Romanos, esto es exactamente lo que dice que es cierto acerca de sí mismo y lo que Pedro dice que es cierto acerca de él.
Considere primero lo que Pedro dice y finalmente lo que Pablo señala acerca de sí mismo. Pedro primero describe de esta manera a Las Escrituras inspiradas del Antiguo Testamento en 2da de Pedro 1:21: “hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios”. En otras palabras, inspiración divina significa que a medida que los hombres escribían las Escrituras, fueron “inspirados por el Espíritu Santo”. Esto hizo que sus palabras proféticas fueran ciertas y dignas de crédito (2da de Pedro 1:19). Esta es su visión de la inspiración y autoridad de las Escrituras.
Entonces, cuando usted llega a 2da de Pedro 3:15-16, él pone las escrituras de Pablo en la misma categoría. “nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada. Asimismo en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen -como también tuercen el resto de las Escrituras”. Pedro considera los escritos de Pablo como parte del “resto de las Escrituras”. Así que Pablo también es inspirado por el Espíritu Santo a medida que escribe las Escrituras.
Lo que es, de hecho, lo mismo que Pablo describe como su propia experiencia. Él no solo dice en 2da a Timoteo 3:16, como Pedro, que toda Escritura es “inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia”, sino que también describe su propia experiencia de inspiración en 1ra a los Corintios 2:12-13: “Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales”.
Esta inspiración le dio autoridad. No fue la arrogancia personal de Pablo lo que le hizo decir cosas como ésta en 1ra a los Corintios 14:37-38: “Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor. Pero si alguno no reconoce esto, él no es reconocido”
Entonces, cuando Pablo considera el hilo de pensamientos del libro de los Romanos y expresa esos pensamientos en palabras para que Tercio las escriba, los pensamientos son la sabiduría de Dios que no es de este mundo, y las palabras están siendo enseñadas por el Espíritu. El libro está siendo escrito, para usar la frase de Tercio, en el Señor. Como el resto de Las Escrituras, este libro es inspirado por Dios, es la misma Palabra de Dios y por tanto es inerrante y autoritativo.
No Hay Libro como la Biblia
No hay libro semejante a la Biblia cristiana –divinamente inspirado, infalible y autoritativo. Así que cuando usted se reúna en Acción de Gracias con su familia y amigos, permita que esta realidad esté en la lista de las cosas más importantes. Usted tiene en su Biblia la misma Palabra del Creador y Redentor del universo.
El Precio Pagado por William Tyndale
El domingo pasado impartí una conferencia sobre William Tyndale a un grupo en Washington, D.C. Tyndale tradujo el Nuevo Testamento por primera vez desde los idiomas originales al inglés en 1526 y pagó el preció con su vida. Fue estrangulado y quemado a la estaca a los cuarenta y dos años. Hubo un momento en que no esperaba ser conmovido tan profundo como lo fui. Estaba enumerando pasajes de la English Standard Version que utilizamos en Bethlehem que tiene su origen desde la Revised Standard Version, la American Revised Version, hasta la King James Version, la Geneva Bible, la Coverdale Bible, hasta William Tyndale.
Y cuando recibo la bendición de Números 6:24-26, me doy cuenta de que uso estas palabras casi cada fin de semana para cerrar nuestros servicios: “‘El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz.’”. Y eso me golpeó, Estoy utilizando las mismas palabras que William Tyndale escogió quinientos años atrás para traducir estos versos (con dos pequeñísimos cambios, thee,1 por you,2 y merciful3 por gracious4), y él pagó con su vida para esta traducción. Él murió para traducir estas palabras en inglés.
Acción de Gracias por una Biblia Inspirada
De manera que les diré lo que le dije a ese grupo: No juguemos con estas preciosas palabras, son las Palabras de Dios. Cristo murió para confirmarlas y hacer posible que los pecadores las entiendan y abracen. Y miles han muerto para preservarlas para nosotros hasta hoy. Agradezcan a Dios en este Día de Acción de Gracias por la Biblia inspirada.
1 En la versión de William Tyndale se utilizaba inglés antiguo, semejante al español antiguo que utiliza la Reina-Valera 1960. Recuerde que el predicador está utilizando versiones en inglés de la Biblia. Una traducción de thee pudiera ser: ‘os’ o ‘vos’. Nota del traductor
2 Íbid. You: ti. Nota del traductor
3 Íbid. Merciful: Misericordia. Nota del traductor
4 Íbid. Gracious: Amabilidad. Nota del traductor