La armonía racial y el matrimonio interracial
Deuteronomio 7:3-4 (NVI)
3 Tampoco te unirás en matrimonio con ninguna de esas naciones; no darás tus hijas a sus hijos ni tomarás sus hijas para tus hijos, 4 porque ellas los apartarán del Señor y los harán servir a otros dioses. Entonces la ira del SEÑOR se encenderá contra ti y te destruirá de inmediato.
Colosenses 3:9-11 (NVI)
9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, 10 y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador. 11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Hoy mi propósito es argumental, tanto desde las Escrituras como desde la experiencia, que el matrimonio interracial no solamente esta permitido por Dios, sino que es algo bien positivo en nuestros días. Eso es, no-solo es tolerado, sino celebrado. Esto es extremadamente controversial, ya que personas de todos lados se oponen a ello.
En 1967 habían 16 Estados, en los que el matrimonio interracial era ilegal cuando la decisión de la corte suprema Loving v. Virginia revocó esas leyes. Históricamente, eso está muy fresco. Yo estaba en el último año de la Universidad. Las leyes reflejan las creencias más profundas, y estas creencias a menudo no cambian cuando cambian las leyes.
La Oposición Al Matrimonio Interracial
El primer sitio Web que apareció en mi búsqueda de Martín Luther King y el matrimonio interracial, fue el sitio Web del Ku Klux Klan que todavía hoy tiene está cita anacrónica: “El matrimonio interracial es una violación a la ley de Dios y una estratagema comunista para debilitar a América.”
Muchos Afronorteamericanos creen que el matrimonio interracial erosiona la solidaridad de la comunidad Afronorteamericana. Lawrence Otis Graham escribió que: El matrimonio interracial disminuye la capacidad Afronorteamericana para introducirles modelos de rol negro a nuestros hijos, los cuales aceptan su identidad racial con orgullo.
Algunos blancos conservadores se oponen al matrimonio interracial por una razón diferente. El columnista H. Millard, que pública en varios medios simultáneamente, escribió:
Estamos viendo el fin de la raza Americana y su reemplazamiento por una de tipo no Europea, la cual tiene ahora, suficiente masa en nuestra sociedad, como para pervertir las maneras Europeas- Americanas... La gente blanca... Van a tener que luchar fuertemente para sobrevivir al neo-crisol y evitar ser parte de la talla única que sirve a todo modelo humano. Llámelo por su nombre: Genocidio y extinción del genotipo blanco.
Una carta que recibí de un cristiano blanco decía así:
Como individuos, ellos son almas preciosas por las que Cristo murió, y nosotros estamos para amarlos y para buscar ganarlos para el Señor. No obstante, como raza ellos son únicos, diferentes y tienen su propia cultura... Yo nunca me casaría con una persona de color. ¿Por qué? Porque yo creo que Dios hizo las razas, las separó y estableció los limites de su habitación, Deuteronomio 32:8; Hechos 17:26 él los hizo excepcionalmente diferente y tenía la intención de que estas distinciones permanecieran. Dios nunca tuvo la intención de que la raza humana se volviera una raza mezclada o cruzada. Así, mientras me opongo fuertemente a la segregación, favorezco la separación para que las singularidades con las que Dios los hizo, sean mantenidas.
Experiencia Personal de Pipere
A estas opiniones de oposición yo agregaría mi propia experiencia: Yo era un adolescente racista del Sur (Para definirlo así de algún modo), y ya que todavía yo soy un pecador, para mi desolación, no dudo que elementos de racismo permanezcan en mi. Yo me arrepiento de estas prolongadas actitudes y acciones. El racismo es una realidad muy difícil de definir. El personal de Belén ha estado meses trabajando en ello. Actualmente estamos más íntimamente comprometidos con la definición dada el verano pasado en la Reunión anual de la iglesia Presbiteriana en América: “El racismo es una creencia o práctica, explícita o implícita, que distingue o valora cualitativamente, una raza sobre las otras”. A eso me refiero cuando digo que yo era un racista que crecía en Greenville, Carolina del Sur. Mi manera de actuar y mis acciones, eran degradante e irrespetuosas hacia los que no eran blancos. Y justo al centro de esas actitudes, estaba la oposición al matrimonio interracial.
Mi madre, que en una ocasión me lavó la boca con jabón por decir, “¡Cállate!” A mi hermana, me hubiera lavado la boca con gasolina si supiera cuan grosera era mi boca racialmente. Ella fue a cargo de Dios, la semilla de mi salvación en muchas formas. En 1963 cuando yo tenía 17 y nuestra iglesia decidió por votación, no admitir negros; mi madre acomodó ella misma, a los invitados negros que fueron a la boda de mi hermana, justo en el santuario principal porque los acomodadores no lo hubieran hecho. Yo iba camino a mi redención.
En 1967, Noél y yo asistimos a la Conferencia de misiones Urbanas. Yo estaba en mi último año, en Wheaton. Allí escuchamos a Warren Webster, antiguo misionero a Pakistán, responder la pregunta de un estudiante: ¿Y que tal si mientras usted se encuentra en el campo de la misión, su hija se enamora de un Pakistaní y quiere casarse con él? Con gran energía, dijo: ¡”La Biblia diría, mejor un Pakistaní cristiano que un blanco americano impío!” El impacto sobre nosotros fue profundo.
Cuatro años más tarde, en una clase de éticas, en el seminario, redacte para Lewis Smedes un escrito llamado: “Las Éticas del Matrimonio Interracial.” Para mí eso fue una resolución bíblica de la cuestión, y no me he retractado de lo que vi allí. La Biblia no se opone ni prohibe el matrimonio interracial. Y existen circunstancias, las cuales juntas con los principios bíblicos, hacen en muchos casos, del matrimonio interracial algo bien positivo.
Ahora soy un pastor en Belén. Un paseo rápido a través del directorio ilustrado que salió el año pasado, me dio un conteo aproximado de 203 no Anglos ilustrados en el libro. Y estoy seguro que se me fueron algunos. Y estoy seguro de que la definición de Anglo es tan vaga, que alguien estará molesto porque yo aun haya tratado de contar. Pero el punto es este: Docenas y docenas de ellos son niños, y adolescentes, y jóvenes solteros y solteras. Esto significa simple y llanamente que como iglesia, nosotros necesitamos permanecer en una posición clara, respecto al matrimonio interracial. La iglesia es el lugar más natural y apropiado para encontrar esposo/a. Y ellos se encuentran unos a otros, a través de las líneas interraciales.
Eso es lo que me gustaría dar. Primero, haremos cuatro observaciones textuales y luego algunas implicaciones finales para nuestra experiencia.
1. Todas Las Razas Tienen Un Antepasado Creado A Imagen De Dios, Y Todos Los Humanos Están Hechos A Imagen De Dios
La Biblia describe a la raza humana, como una raza que viene de un par de antepasados que fueron creados a imagen y semejanza de Dios, a diferencia de todos los animales; y dice que está imagen de Dios es trasmitida a todos los humanos.
Génesis 1:27.(RVI), Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. De nuevo en: Génesis 5: 1-3 (RVI) Cuando Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamo el nombre de ellos Adán, el día que fueron creados. “Y vivió Adán 130 años, y engendro un hijo a su semejanza, conforme a su imagen.” En otras palabras, la magnifica imagen de Dios continua de generación a generación.
Luego Pablo hace una declaración radical en Hechos 17:26, “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra.” En otras palabras, Adán, que fue creado a imagen de Dios, es el padre de todos los seres humanos en todos los grupos étnicos. Por lo tanto todos los seres humanos están dignificados por encima de todos los animales, en esta única, absoluta y gloriosa manera: Los humanos están creados a imagen de Dios. Con toda la belleza, Dios designó la diversidad étnica y cultural en el mundo, esa verdad, es primordial. Esa verdad, es decisiva, al establecer las prioridades para como debemos respetarnos y relacionarnos unos con otros.
2. La Biblia Prohibe El Matrimonio Mixto Entre No CreyentesY Creyentes, Pero No Entre Razas
La Biblia prohibe el matrimonio mixto entre creyente y no creyente, pero no entre miembros de diferentes grupos étnicos. 1 Corintios 7:39: La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor (Solamente en el Señor). Una restricción bíblica para el hombre con quién ella se case: Él debe estar en el Señor. Él tiene que ser un creyente en Jesucristo.
Este era el objetivo principal de las advertencias del Antiguo Testamento, acerca de casarse con aquellos de entre las naciones paganas. El objetivo no era proteger la pureza racial. El objetivo era proteger la pureza religiosa. Por ejemplo, Deuteronomio 7:3-4:
Tampoco te unirás en matrimonio con ninguna de esas naciones; no darás tus hijas a sus hijos ni tomarás sus hijas para tus hijos, 4 porque ellas los apartarán del Señor y los harán servir a otros dioses. Entonces la ira del SEÑOR se encenderá contra ti y te destruirá de inmediato.
El asunto no es la mezcla de colores, o costumbres, ni de identidad de clanes. El asunto es: (¿Existirá una alianza común hacia el Dios verdadero en este matrimonio, o existirán afecciones divididas?) La prohibición en la palabra de Dios, no es contra el matrimonio interracial, sino contra el matrimonio entre la verdadera Israel, la iglesia (de cualquier pueblo, tribu, y nación) y los que no son parte de la verdadera Israel, la iglesia. Eso es, la Biblia prohibe el matrimonio entre los que creen en Cristo (El Mesías) y los que no creen en Cristo (vea 2 Corintios 6:14).
Esto es exactamente lo que esperaríamos si la gran razón de ser de nuestra identidad no fuese nuestras diferencias étnicas, sino nuestra común humanidad en la imagen de Dios, y especialmente nuestra nueva humanidad en Cristo. Eso lleva a la tercera observación bíblica.
3. Nuestra Singularidad En Cristo Es Profunda, Y Transforma Las Diferencias Raciales Y Sociales, De Barreras A Bendiciones
En Cristo las deferencias étnicas y sociales, dejan de ser obstáculos para un compañerismo intimo, personal y profundo. Colosenses 3:9-11: Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador. En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Esto no quiere decir, que toda la minoría cultural sea absorbida por la mayoría cultural en nombre de la unidad. Dios no borra las diferencias étnicas y culturales en Cristo. Él las redime, las refina y las enriquece en la unión de su Reino. La imagen final del cielo es “De todas naciones, y tribus y pueblos y lenguas” (Apocalipsis 7:9; 5:9). Dios da valor a las diferencias, las cuales reflejan más completamente su gloria en el hombre.
En Colosenses 3:11 La cuestión no es que las diferencias étnicas, culturales y raciales no tengan significancia; la tienen. La cuestión es que ellas no son barreras para profundizar el compañerismo personal ni el intimo. Cantar contralto es diferente que cantar bajo. Ello es una diferencia significante. Pero esa diferencia no es una barrera que impida formar parte del coro. Esa diferencia es un beneficio.
Cuando Cristo es el todo y está en todo, las diferencias toman un importante pero subordinado lugar para el compañerismo- Y yo argumentare, para el matrimonio.
4. Criticar Un Matrimonio Interracial Fue Severamente Castogado Por Dios
La cuarta observación es que Moisés, un Judío, se casó con una negra Africana y contó con la aprobación de Dios. Números 12:1, “María y Aaron hablaron contra Moisés a causa de la mujer Cusita que él había tomado; porque él había tomado mujer Cusita” Cusita significa una mujer de Cus, una región al Sur de Etiopía, y conocida por su piel negra. Sabemos esto debido a Jeremías (13:23), “¿Mudará el Etíope (La mismísima palabra Hebrea traducida “Cusita” en Números 12:1) su piel, y el Leopardo sus manchas? Así también ¿Podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?” De modo que la atención recae sobre la diferencia de la piel de la gente Cusita.
J. Daniel Hays escribe en su libro From Every People an Nation: A Biblical Theology of Race (Downers Grove, III.: Inter Varsity Press, 2003), Que Cus es utilizada regularmente para referirse al área Sur de Egipto, por encima de las Cataratas del Nilo, donde la civilización negra Africana floreció por más de dos mil años. “Así que esta completamente claro que Moisés se casa con una mujer negra Africana” (p.71).
Lo más importante sobre este contexto, es que Dios no se enoja con Moisés; Él se enoja con María por criticar a Moisés. La critica tiene que ver con el matrimonio de Moisés y con la autoridad de Moisés. La declaración más explícita se relaciona con el matrimonio: “María y Aaron hablaron contra Moisés” a causa de la mujer Cusita que había tomado, porque él había tomado mujer Cusita”. Entonces consideré esta posibilidad. Al Dios enojarse con María la hermana de Moisés, como resultado Dios le dice, “¿Te gusta ser de piel clara María? Haré que tengas la piel clara.” Números 12:10: Tan pronto como la nube se apartó de la Tienda, a Miriam se le puso la piel blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella, vio que tenía una enfermedad infecciosa.
Dios no dirige una palabra de critica a Moisés por haberse casado con una negra Cusita. Pero cuando María critica al líder escogido de Dios, por su matrimonio; Dios ataca su piel con lepra blanca. Si usted alguna vez penso que negro era símbolo bíblico para la suciedad, tenga cuidado; una peor suciedad blanca podría aparecerle a usted.
Esas son mis cuatro observaciones bíblicas:
- Todas las razas tienen un único antepasado a imagen de Dios y todos los humanos están hechos a imagen de Dios.
- La Biblia prohibe el matrimonio mixto entre creyente y no creyente pero no entre razas.
- Nuestra singularidad en Cristo es profunda, y transforma las diferencias raciales y sociales, de barreras a bendiciones.
- Criticar un matrimonio interracial fue severamente castigado por Dios.
Implicaciones Finales
Ahora algunas implicaciones finales para nuestra experiencia.
La oposición al matrimonio interracial es una de las raíces más profunda de la distancia, irrespetuosidad, y hostilidad racial. Muéstreme un lugar del mundo donde el matrimonio interracial o interetnico no sea aprobado y todavía los dos grupos, tengan aun igual respeto, y honor y oportunidades. No creo que exista. ¿Ello no ocurrirá? ¿Por qué? Porque el supuesto espectro del matrimonio interracial exige que deben levantarse barreras y barreras, para evitar que los jóvenes se conozcan unos a otros y se enamoren. Ellos no pueden asociarse en los grupos de jóvenes en la iglesia. No pueden ir a las mismas escuelas. No pueden pertenecer a los mismos clubes. No pueden vivir en los mismos barrios. En el fondo todo el mundo sabe lo que está en juego aquí. Está en juego el matrimonio interracial.
Y mientras que no lo aprobemos, estaremos apartando a nuestros hijos, y por lo tanto a nosotros mismos, los unos, de los otros. El resultado de eso es cero armonía, cero respeto, y cero igualdad de oportunidades. Donde el matrimonio interracial no es aprobado, la cultura con dinero y poder, siempre dominará y siempre oprimirá. Ellos lo miraran como que no hagan parejas deseables, permanecerán en su lugar y no tendrán acceso a lo que ellos si tienen acceso. Si vuestros hijos no hacen parejas deseables, usted no tiene vecinos deseables.
He aquí una grande y triste ironía. Precisamente la situación de separación, y sospecha, y desconfianza, y antipatía que es provocada (entre otras cosas) por temor al matrimonio mixto, Es utilizada para justificar la oposición al matrimonio mixto. Ello hará la vida difícil para la pareja y para los hijos (ellos serán llamados mestizos) un callejón sin salida. Es como el ejercito que esta siendo derrotado porque no tiene suficientes tropas, y las tropas no se alistaran porque el ejercito está siendo derrotado. Opóngase al matrimonio interracial, y usted ayudará a crear una situación de falta de respeto racial y entonces, ya que existe una situación de irrespetuosidad racial, será prudente oponerse al matrimonio interracial.
Aquí es donde Cristo hace la diferencia. Cristo no nos llama hacía una vida prudente, sino a una vida de amor y coraje, concentrada en Dios, exaltadora de Cristo, avanzando en la justicia contadora de culturas y arriesgada. ¿Será más difícil esto, que estar casado con otra raza, será esta más difícil para los hijos? Quizás sí. Quizás no. ¿Pero desde cuando es esa la manera de pensar de un cristiano? La vida es dura. Y mientras más amas, más dura se vuelve.
Es duro llevar aun chico al campo de la misión. Los riesgos son enormes. Es duro llevar a un chico y adentrarse en un barrio mixto, donde le pueden tomar el pelo o ponerlo en ridículo. Es difícil ayudar aun chico a ser un cristiano en un mundo secular donde se burlan de todas sus creencias. Es difícil educar a los hijos con normas: “No te vestirás así, y no estarás afuera hasta así de tarde.” Es difícil criar a los hijos cuando papá o mamá muere o se divorcian. Y eso es un riesgo real en cualquier matrimonio. ¿Quién dijo que casarse y tener hijos era para liberarse de los problemas? Esto es una de las cosas más difíciles del mundo. Esto solo ocurre para ser justos y gratificantes.
Los cristianos son personas que se mueven hacia la necesidad, la verdad y la justicia; no hacía la comodidad y la seguridad. La vida es dura. Pero Dios es bueno. Y Cristo es fuerte para ayudar.
Hay tantas cosas más que decir acerca de los desafíos y bendiciones del matrimonio interracial. Pero se nos acaba el tiempo. Espero escribir más. Por ahora, es bastante decir, a modo de conclusión práctica: En Belén no subestimaremos los desafíos del matrimonio interracial, o de la adopción transracial (ellas van íntimamente juntas). Nosotros celebraremos la belleza, y abrazaremos la carga. Ambas cosas serán buenas para nosotros, y buenas para el mundo, y buenas para la gloria de Dios.