Si no oras, no vivirás

Transcripción de audio

Déjenme darles algunas sugerencias prácticas que provienen de mi experiencia y de la lectura de la Biblia. Solo quiero enumerar tres breves sugerencias prácticas porque la mayoría no estamos haciendo las cosas tan bien como deberíamos.

1. Reserve una hora y un lugar cada día, y no lo deje al azar.

El diablo derrota gran parte de las oraciones antes de que se hagan porque no trazamos un plan. Si no haces un plan, créeme, no orarás. Hace tiempo que lo practico, y el diablo me odia, a mí y a mi vida de oración. Te asombrarías de cuántas cosas buenas - no pecados - me impiden orar. El pecado no me impide orar; la virtud me impide orar: responder emails santos o simplemente hacer clíc para revisar una noticia relevante más por la que orar.

No es el mal lo que nos impide orar; son las cosas buenas. Y el diablo es astuto de pies a cabeza. Así que elige un lugar, y elige una hora, y cumple.

2. Combina tu oración con la lectura de la Biblia.

Toma lo que lees en la Biblia y conviértelo en oración, porque si tu cerebro es como el de la mayoría, sin la ayuda de la Biblia tendrá que esforzarse para seguir el hilo de tus ideas mientras oras. Haz la prueba durante solo diez minutos sin que tu cerebro divague y termines pensando en lo empolvadas que están las persianas. Solo inténtalo. Satanás es perverso en su bondad. Quizá te susurre al oído, "Hay que desempolvarlas. No es pecado pararse y desempolvarlas, ¿verdad?

Usa la Biblia y convierte la Biblia en oración. Lee, ora; lee, ora, lee, ora, lee, ora todo lo que quieras o el tiempo que puedas.

3. Ora en círculos concéntricos.

Puedes orar de afuera hacia adentro o de adentro hacia afuera. Y a lo que me refiero con círculos concéntricos es: yo soy la persona más necesitada espiritualmente que conozco - al menos, conozco mis pecados mejor que los de los demás. Así que oro mucho por mí:

  • Ten piedad de mí.
  • Dame convicción.
  • Mátame.
  • Cámbiame.
  • Guárdame
  • Humíllame.
  • Destruye esos aspectos de mi ser.

Oro mucho por mí por lo pecador que soy. Y luego avanzo hacia mi familia. Oro por Noël, Talitha, todos mis hijos, todas mis nueras, todos mis nietos. Ese es otro círculo. Entonces avanzo de allí al personal de trabajo. Puedo nombrar a todo el personal y los ancianos. Luego avanzo hacia ustedes, a la iglesia. Y luego avanzo hacia al movimiento más amplio de Cristo en todo el mundo: nuestros misioneros y toda la causa global de Cristo. Y luego avanzo hacia la arena político-histórica del mundo. Mi universo, en cuanto a la oración, abarca sólo el planeta. No oro por el diablo o los ángeles. No veo en la Biblia ninguna razón para hacerlo. O podemos ir en la otra dirección y movernos desde afuera hacia adentro.

Si te preguntas por qué no pongo a Dios en el medio, es porque Él ya está en cada círculo. Y el punto principal de cada círculo es "santificado sea tu nombre". Primero, es “Venga a nosotros tu Reino; Hágase tu voluntad ", y después llega " Danos el pan de cada día". La santificación de su nombre, su reino que llega, su voluntad hecha en este planeta así como en el cielo y en mi vida, todo eso forma parte de cada círculo. Es por eso que Dios no es parte de los círculos concéntricos.

Estructura no es Legalismo

La dura verdad es que los cristianos no actuamos como deberíamos. Hemos hecho algunas encuestas a lo largo de los años en Bethlehem, y es bastante triste lo que recibimos. No me gusta hacer encuestas. Me desanimo. No oramos mucho. Quizá oramos en las comidas, a no ser que que sigamos atrapados en la etapa adolescente que piensa que tener buenos hábitos es ser legalista. Quizá susurramos una oración justo antes de entrar a una junta difícil. Quizá le mandamos un beso a Dios antes de irnos a dormir.

Pero casi no reservamos un tiempo significativo, regular, diario y disciplinado para orar. Y en general no creemos que valga la pena reunirse con otros para orar. Y luego nos preguntamos: “¿Por qué mi fe es débil? ¿Por qué mi esperanza es tan endeble? ¿Por qué tengo poca pasión por Cristo?

Y en este preciso momento, por toda esta sala, el diablo te está susurrando al oído: "El pastor se está volviendo legalista. Va llegando a la sección legalista del sermón. Está empezando a usar la culpa ahora. Está a punto de usar la Ley." Eso es lo que realmente está diciendo. A lo que yo respondo, al infierno con el diablo y todas sus mentiras destructivas. Sé libre, Bethlehem.

¿La oración intencionada, regular, disciplinada, seria, dependiente de Cristo, glorificadora de Dios, gozosa es una obligación, una disciplina? ¿Voy a las reuniones de oración el martes por la mañana, el miércoles por la tarde, el viernes por la mañana, el sábado por la tarde, el domingo por la mañana sólo porque es un deber, como una disciplina?

Bueno, pudieras llamarle así. Es un deber de la misma forma asi como para un buzo es ponerse su tanque de aire antes de tirarse al agua. Es un deber de la misma forma asi como los pilotos deben escuchar los controles de tránsito aéreo. Es un deber de la misma forma asi como para los soldados en combate es limpiar sus rifles y cargar sus armas. Es un deber de la misma forma asi como para las personas con hambre es comer. Es un deber de la misma forma asi como las personas sedientas necesitan beber agua. Es un deber de la misma forma asi como para una persona sorda es ponerse su aparato auditivo. Es un deber de la misma forma asi como para un diabético es tomar su insulina. Es un deber de la misma forma asi como para el oso Pooh es buscar miel. Es un deber de la misma forma asi como los para los piratas es buscar oro.

Entonces, puedes decirle “deber” si quieres. Es asi. Odio al diablo. Odio la forma en que está matando a algunos de ustedes al convencerlos de que es legalista hacer oraciones regulares, en privado y con disciplina. Odio al diablo y la forma en que te está matando, diciéndote que es legalista ser tan regular en tus oraciones como cuando comes, duermes, o usas la internet. ¿Es legalista comer tres veces al día? Duermes todas las noches por tu bien. Cambiemos la forma de pensar.

El diablo se muere de risa por lo fácil que puede vencer a los cristianos. Se muere de risa por lo fácil que caemos en el trillado, "Eso es legalismo". Solo míralo y dile: “He crecido, ya no estoy más en quinto grado. He madurado un poco". ¡Largo de mi vida! Tengo trabajo que hacer, porque soy un pecador que necesita desesperadamente hablar con su Rey todos los días. Y mi pecado me inclina a abandonarlo una y otra vez. Si no fijo una hora y lugar, estoy perdido". Habla con el diablo. Infórmalo. Quizá te deje en paz por un tiempo, pero probablemente no.

Dios nos ha dado medios de gracia. Si no usamos los medios de gracia como la oración para nuestro mayor beneficio, nuestras quejas contra él no tienen fundamento. Me sorprende cuánta gente se enfrenta a Dios con quejas, cuando no han orado. ¿Qué clase de juzgado es ése, donde Dios es puesto en el banquillo del acusado por los pecadores quienes ni siquiera usan los medios de gracia que Él les ha dado?

Si no comemos, nos morimos de hambre. Si no tomamos agua, nos morimos de sed. Si no ejercitamos un músculo, se atrofia. Si no respiramos, nos asfixiamos. Y así como hay medios físicos de vida, hay medios espirituales de gracia. Así de simple. Muchos de ustedes están tratando de vivir su vida sin respirar, comer, beber, hacer ejercicio, y se preguntan: “¿Qué está fallando? Es tu culpa, Dios." No es su culpa.


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