Jesús es el final del etnocentrismo
Domingo de Armonía Racial
Lucas 4:16-30
Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del Señor. Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído. Y todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? Entonces El les dijo: Sin duda me citaréis este refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; esto es, todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en tu tierra. Y dijo: En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Pero en verdad os digo: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses y cuando hubo gran hambre sobre toda la tierra; y sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta, en la tierra de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas, y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. Pero El, pasando por en medio de ellos, se fue.
El domingo pasado traté de sonar una trompeta para una visión que llamé: Plantando una Pasión. ¿Podemos venir juntos, como toda una congregación, y unir brazos alrededor de un sueño, y plantar una iglesia en 2002 en algún otro lugar en las Twin Cities, o incluso más allá (como Charlotte, NC, para coincidir con el movimiento de BGEA allí)? Lo llamé Plantando una Pasión, para que quedara claro que este es un enfoque específico en nuestra declaración de misión: "Existimos para esparcir una pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas para el gozo de todos los pueblos mediante Jesucristo". Pero dejé en claro que el propósito no es solo plantar cualquier tipo de iglesia. Enfaticé algunas descripciones específicas en ella: Centrada en Dios, que exalte a Cristo, saturada de la Biblia, movilizadora de la misión, ganadora de almas, buscadora de justicia, etc.
La búsqueda de justicia
Cuando utilicé el término "buscadora de justicia", tenía dos problemas en mente, al menos: el enfoque de este domingo en la armonía racial y el enfoque del próximo domingo en la santidad de vida. Dos de los grandes problemas de nuestro propio país aquí, al comienzo del Siglo XXI, son los problemas de la justicia racial, y de la justicia por los no-natos. Creo que existe una relación entre ser una iglesia buscadora de justicia, y ser una iglesia centrada en Dios, que exalta a Cristo, saturada de la Biblia.
Necesitamos estar más centrados en Dios, exaltar más a Cristo, estar más saturados de la Biblia
Una de las razones por la que la iglesia evangélica (especialmente la iglesia evangélica blanca, incluso esa designación no es afortunada, como tampoco "iglesia negra"), una de las razones por las que no hemos buscado la justicia racial y la justicia por los no-natos, con tanta pasión como debiéramos, es que no hemos estado tan centrados en Dios ni hemos exaltado tanto a Cristo, ni estamos tan saturados de la Biblia como pensamos que estamos.
Cuando decimos: "Existimos para esparcir una pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas para el gozo de todos los pueblos", ¿hemos realmente pensado profundamente en cómo es exaltado Dios en las relaciones raciales? ¿Hemos pensado en cómo es exaltado Cristo en las relaciones raciales? ¿Nos hemos preguntado cómo es que la Biblia está saturando nuestro modo de pensar y de sentir y de actuar con relación a las relaciones étnicas y con relación a los problemas de la raza en la educación, y el alojamiento, y las economías, y la composición del cuerpo de Cristo? ¿Acaso la supremacía de Dios y la gloria de Cristo y el mensaje radical de la Biblia moldearan nuestro pensamiento y emociones y acciones en "todas las cosas para el gozo de todos los pueblos"?
La parálisis de la imperfección
Por tanto, cuando pensamos en plantación de iglesias, no es porque hayamos llegado y por tanto estemos listos para reproducirnos. Si esperáramos a haber llegado para atrevernos a algo semejante, nunca lo haríamos, y ni siquiera nos casaríamos, o permaneceríamos casados, o tomaríamos nuestro primer empleo, o lo mantendríamos, o iríamos a misiones o permaneceríamos aquí, o decidiríamos tener hijos o comenzaríamos un ministerio. Hay pocas realidades que paralizan más al pueblo de Dios que su propia imperfección. ¡Oh que Dios levante un pueblo que escuche y aprenda y se libere de la crítica paralizadora de los que votan 'no'! No queremos plantar una iglesia porque tenemos perfección, sino porque tenemos un sueño: que una nueva iglesia en un nuevo lugar, con nuevos líderes, hará algunas cosas mejor que las que hacemos aquí, guiada por la misma visión bíblica.
Viva para una gran causa, no para una gran comodidad
Uno de los modos en que pienso en Plantando una Pasión, es que estamos plantando un pueblo comprometido a vivir para una gran causa, no para una gran comodidad. Ya he predicado sobre esta bandera antes: Ser cristiano es ir hacia la necesidad, no hacia la comodidad. Es levantarse en la mañana e ir a la cama en la noche, soñando, no en cómo mejorar mis comodidades, sino en cómo hacer avanzar alguna gran causa centrada en Dios. Plantar una Pasión significa plantar un pueblo que no se dedique a sí mismo día y noche, buscando la auto-preservación y la auto-exaltación y la auto-recreación, sino algo mayor y más grande que sí mismo o sus familias o su iglesia.
¿Cuál es la gran causa para la que usted vive? Este domingo y el siguiente, estaré preguntando: ¿Habrá algunos de ustedes (cientos de ustedes) que diga "la gran causa de mi vida es exaltar a Jesucristo mediante una armonía y justicia racial centrada en Dios y saturada de la Biblia"? ¿O quien diga: "la gran causa de mi vida es exaltar a Jesucristo mediante una justicia por los no-natos centrada en Dios, saturada de Biblia"? ¡O, que Dios levante hombres y mujeres quienes sostengan una gran causa contra todo el egocentrismo y las lealtades temporales y las devociones indisciplinadas, pero no como influenciados por la adrenalina, sino por el corazón! La adrenalina produce un chorro de energía necesaria y luego deja que el cuerpo gotee. ¡El corazón continúa bombeando vida al cuerpo en los buenos tiempos y en los malos, en invierno y en verano, en la tristeza y en la felicidad, en la fortaleza y en la debilidad, en la enfermedad y en la salud! ¡Oh que hayan más cristianos coronarios en la causa de la justicia racial, no más cristianos de adrenalina!
Necesitamos más Wilberforce
¿Quiénes de entre ustedes son los William Wilberforce para nuestro tiempo? Él era profundamente cristiano, vibrantemente evangélico, y estuvo apasionado durante un largo período de tiempo en la causa de la justicia racial en Inglaterra. El 28 de Octubre de 1787, escribió en su diario, a la edad de 28 años: "El Dios Todopoderoso ha puesto delante mío estos dos grandes objetivos: la supresión de la trata de esclavos, y la reforma [moral]" (John Pollock, Wilberforce, p. 69). Fue derrotado en cada batalla del parlamento, porque la trata de esclavos africanos estaba demasiado entretejida en los intereses financieros de la nación. Pero nunca se rindió y nunca se sentó. No era un cristiano adrenalina, sino un cristiano coronario. El 24 de Febrero de 1807, a las 4:00 am, veinte años después de escribir en su diario, se logró el voto decisivo y la trata de esclavos se volvió ilegal. Pero trabajo no había concluido, aun después de veinte años de perseverancia. ¿Qué diremos sobre la tenencia de esclavos? El 26 de Julio de 1833, 16 años después, y tres días antes de morir, se logró el voto y la esclavitud se volvió ilegal en Inglaterra y sus colonias.
Así que cuando pienso en Plantando una Pasión, pienso en plantar una iglesia que reproduzca este tipo de pasión, de pasión coronaria, no de pasión adrenalina. La búsqueda de la justicia centrada en Dios, que exalta a Cristo, y que está saturada de la Biblia, nunca niega el compromiso a una gran causa antes que a la comodidad.
Así que si queremos poner a Dios en el centro, y exaltar a Cristo, y estar saturados de la Biblia, vayamos a los evangelios y escuchemos a Jesús, y veamos a Jesús poner fin al etnocentrismo. Etnocentrismo - la convicción o sentimiento de que mi grupo étnico debiera ser tratado como superior o privilegiado.
Lucas 4:16-30: El reino es étnicamente diferente a como usted piensa
Comenzamos en Lucas 4:16-30. Aquí el muchacho regresa a su pueblo, donde se había criado, Nazaret, después de haber hecho nombre para sí en Capernaúm. Va a la sinagoga en el Sábado y las multitudes regresan a escucharle. Y lo que hace en este mensaje es casi increíble. Casi incita a un motín. Y lo hace intencionalmente. Primero, le dan el rollo de Isaías el profeta para que lea de él, y Jesús elige el capítulo 61. Trata sobre la llegada del redentor quien libertará a los oprimidos y proclamará el año favorable del Señor (vv. 18b-19); y reclama que el texto se estaba cumpliendo en la Escritura que habían oído. Versículo 21: "Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído". Ahora, eso fue sorprendente. Titulares: "Joven criado en el pueblo reclama ser el Mesías". Pero esto no provocaría un motín. Versículo 22: "Y todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca". Hasta ahora todo va bien.
Pero mire lo que dice luego. ¡Absolutamente inesperado! Algo inexplicable si lo que usted quiere es un seguidor. Es inexplicable si usted solo quiere crecimiento eclesiástico. Él elige contar dos historias del Antiguo Testamento que golpean justo en el rostro del etnocentrismo de su propio pueblo de crianza. Apenas podría haber sido más ofensivo. Él sabía cuál sería la respuesta del pueblo, por lo que dice en el versículo 24, "En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra". En otras palabras: Sí, ustedes hablan bien de mí ahora (v.22) mientras tienen su propio concepto de lo que hará el Mesías, y de cómo será Su reino. Pero esperen a que les diga lo que estoy a punto de hacer y cómo será mi reino.
Entonces les cuenta la historia número uno. Versículos 25-26, tomados de 1ro de Reyes 17: "Pero en verdad os digo: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses y cuando hubo gran hambre sobre toda la tierra; y sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta, en la tierra de Sidón [Fenicia]". Como caída del cielo, Jesús cuenta una historia donde Dios pasa por alto a todos los judíos étnicos para traer una bendición milagrosa a un extranjero, gentil, de la tierra de Sidón (Fenicia). Y lo hace abiertamente y forzosamente, y sin suavizar o explicar. Había muchas viudas en Israel, y Dios bendijo a una extranjera.
Y si éso no hubiera sido suficiente, cuenta una segunda historia en el versículo 27, partiendo de 2do de Reyes 5: "Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio". Nuevamente la idea es: de todas las personas que Dios pudo haber elegido para sanar de lepra, Él eligió a un rey extranjero, a un sirio, no a un judío.
Estas dos historias no se perdieron en el etnocentrismo de Nazaret. Versículo 28: "Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas, y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. Pero El, pasando por en medio de ellos, se fue". Ellos comprendieron, y no les gustó.
Ahora, ¿cuál es el mensaje de esta historia? El mensaje es: El reino que estoy trayendo, dice Jesús, es étnicamente diferente a lo que ustedes piensan. El lugar elegido como Israel no ha producido humildad y compasión, sino orgullo y desdén. Jesús es el final del etnocentrismo Mírenme, aprendan de mí -dice-, he venido para redimir un pueblo de cada grupo étnico, no solo de uno o de pocos. Ay de ustedes por no lograr ver en la justicia y misericordia de Dios Su celo para reunir un reino de sacerdotes y amigos de entre todos los pueblos.
Mateo 8:5-13: La fe en Jesús triunfa sobre la etnicidad
¿He ido demasiado lejos al pronunciar un ay sobre estas personas de Nazaret? Decida usted, mientras considera otra historia, esta vez de Mateo 8:5-13. Jesús termina el Sermón del Monte en Mateo 5-7 y entonces, en Mateo 8:1-4, toca a un leproso, la persona más despreciada y excluida de todas en Israel, y le sana. Entonces, en Mateo 8:5, entra en Capernaúm y se encuentra con el segundo tipo de persona más ofensiva y despreciada: un centurión romano. Es como un marine norteamericano que encuentra a un guerrero de la libertad talibán. Mateo pasa por alto el hecho de que este centurión en particular tiene algo de popularidad entre los judíos (Lucas 7:3-5). No era importante para su mensaje. El hombre era un extranjero, no un judío. Éso es lo que Mateo señala.
¿Cuál será el mensaje de esta historia? El centurión le ruega a Jesús, diciendo: "Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho". Sin la menor pregunta o duda, Jesús dice en el versículo 7: "Yo iré y lo sanaré". Entonces el centurión dice algo que Jesús encuentra sorprendente. Versículo 8: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. (9) Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste: “Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace".
Cuando Jesús escucha esto, dice el versículo 10, se maravilla. Entonces toma toda esta situación, que todos pensaban que era sobre la sanidad y el poder y la autoridad, y la convierte en algo absolutamente diferente, a saber, una situación sobre la composición del reino por los extranjeros, y sobre los peligros de confiar en la identidad étnica para la bendición. Versículo 10b: "En verdad os digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente. . ." ¡Del oriente y del occidente! ¿Qué es eso? Eso es Fenicia (la franja de gaza), Egipto, Grecia, Arabia, Persia (Jordania, Iran, Iraq, Afganistán, Pakistán, India, China). ¿Y qué ocurrirá cuando vengan -estos extranjeros con sus modos incircuncisos, sin kosher y con sus apariencias extranjeras? Versículo 11b: ". . . y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. (12) Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes".
¡Ahora esto es algo absolutamente impresionante! Usted tiene que sentir la fuerza de esta frase. Aquí, Jesús está diciendo al pueblo escogido de Israel, que primero los romanos (como este centurión creyente), y luego todo tipo de gentiles étnicamente inmundos, entrarán al reino de los cielos, pero ustedes, los "hijos del reino" serán arrojados a las tinieblas de afuera. Es inaudito que se diga algo así de la raza escogida. ¿Qué está diciendo? Está diciendo: Jesús es el final del etnocentrismo
O para decirlo más positivamente: Jesús está diciendo que con Su venida, viene un modo radicalmente nuevo de definir al pueblo de Dios, a saber mediante la fe en Él. La fe en Jesús triunfa sobre la etnicidad Esto ocurre una y otra vez en los evangelios:
La historia del buen samaritano, donde el extranjero es el héroe de compasión (Lucas 10:33).
La sanidad de los diez leprosos, y solo regresa uno; y ¿quién es? Un samaritano, el extranjero resalta con gratitud humilde (Lucas 17:16).
La sanidad de la hija de la mujer sirofenicia (Marcos 7:26).
La adoración de los sabios del oriente, probablemente de Persia o Arabia (Mateo 2:1).
Y, finalmente, la muerte y resurrección de Jesús que Él mismo interpreta por adelantado en la parábola de los labradores (Mateo 21:33-43). El dueño del viñedo envía a su hijo a recibir los frutos de su pueblo. Y ellos le matan. Y Jesús pregunta: "¿Qué hará el dueño?" ¿Qué hará Dios cuando Su hijo sea rechazado por Su pueblo escogido? El versículo 43 da la respuesta: "Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos".
No el color, sino la fe en Cristo
Esto fue lo que enfatizó Martin Luther King en su famoso discurso cuando dijo: "Tengo un sueño, que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter".
Jesús es el final del etnocentrismo La marca del reino no es el color, sino la fe en Cristo. Noël y yo estábamos recordando ayer en el teléfono, mientras hablábamos con nuestro hijo Benjamín en Chicago. Recordamos Urbana 1967. Allí le preguntaron a Warren Webster delante de 15 000 estudiantes: ¿Qué haría usted si su hija decidiera casarse con un paquistaní, mientras está ministrando allí? Su respuesta aún suena en nuestros oídos hoy, y espero que este mensaje resuene en el de ustedes: Mejor un cristiano pobre paquistaní, que un banquero norteamericano rico e incrédulo. En otras palabras, lo importante es Cristo, no el color. Jesús es el final del etnocentrismo
Si vamos a plantar una iglesia que sea centrada en Cristo, que exalte a Cristo, que esté saturada de la Biblia, y que busque la justicia, ella también tendrá que tener un final. ¡Y qué maravilloso es cuando haya finalizado y cada tribu y raza y pueblo exalten a Cristo juntos! ¡Oh Dios, haz que ocurra!