Si un grano de trigo muere, lleva mucho fruto
Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Jesús venía a Jerusalén, tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel. Jesús, hallando un asnillo, se montó en él; como está escrito: No temas, hija de Sión; he aqui, tu Rey viene, montado en un pollino de asna. Sus discípulos no entendieron esto al principio, pero después, cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que esto se había escrito de El, y de que le habían hecho estas cosas. Y así, la multitud que estaba con El cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, daba testimonio de El. Por eso la multitud fue también a recibirle, porque habían oído que El había hecho esta señal. Entonces los fariseos se decían unos a otros: ¿Veis que no conseguís nada? Mirad, todo el mundo se ha ido tras El.
Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta; éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo a Andrés; Andrés y Felipe fueron y se lo dijeron a Jesús. Jesús les respondió, diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.
No creo que las coincidencias inusuales tengan autoridad divina para guiar nuestras vidas. No es la característica de una mente saludable que alguien esté habitualmente fascinado, o preocupado, por coincidencias extrañas, como las infinitas similitudes entre la muerte de John F. Kennedy y Abraham Lincoln. La obsesión con las coincidencias es una caracterísitica de desequilibrio en la vida.
Sin embargo, como creemos en el gobierno total de Dios sobre todas las coincidencias, grandes o pequeñas, no está mal maravillarse y animarse por ciertas coincidencias personales. O, como Noël me recordó el viernes: las "Dios-incidencias". Y el momento del texto del mensaje de este fin de semana es una de ellas.
Al llegar a preparar este mensaje, el contexto de la iglesia que tengo en mente es que la noche del próximo domingo nos reuniremos para celebrar 140 años de fidelidad de Dios con esta iglesia, recordando y expresando nuestra inconmovible confianza en la fidelidad de Dios para el futuro. Y estoy consciente de que un aspecto específico de ese futuro en que nos enfocaremos será el establecimiento de la Zona Sur en su propio Campus.
Atesorando juntos a Cristo
Bajo nuestra declaración de misión, Bethlehem tiene una estrategia de crecimiento e impacto para la gloria de Cristo en las Twin Cities y más allá. Lo llamamos Atesorando Juntos a Cristo (TCT, por sus siglas en inglés) TCT es un movimiento para multiplicar campuses, plantar iglesias, y cuidar a los más pobres entre los pobres (el Diaconado Global). El 5% de todas las donaciones a Atesorando Juntos a Cristo va hacia la plantación de iglesias, el 5% va hacia el diaconado global, y el 90% va al pago para establecer nuevos campuses. Y, por supuesto, todo esto es además del presupuesto de 9 millones que sustenta a todos nuestros misioneros y ministros cada día.
La Zona Sur se ha estado congregando en la escuela Secundaria Burnesville durante más de cinco años. Y creemos que para un impacto a largo plazo del evangelio es estratégico que las personas que adoran y sirven en el Sur tengan su propio campus como las congregaciones del Centro y del Norte. De modo que estamos orando para tener un maravilloso desbordamiento de generosidad y sacrificio en la próxima semana, para colectar un millón de dólares a fin de adquirir el terreno para el Campus del Sur. Y anímense, porque desde que el TCT comenzó en 2004, ustedes han ofrendado casi diez millones de dólares.
Así que eso es lo que tengo en mente cuando vengo a preparar este mensaje a partir de Juan 12:12-26. Quiero que sea relevante para esta situación (una semana a partir de hoy), el esfuerzo importante de toda nuestra iglesia para dar estabilidad y fruto a nuestra Zona Sur entregando un millón de dólares para su Campus.
Una Providencia animadora
Así que visité nuestro Sitio Web para recordarme a mí mismo si había predicado anteriormente sobre este texto de Juan 12. No podía recordar. Y esta es la coincidencia, la Dios-incidencia. Yo sí prediqué sobre este texto. Lo prediqué el 3 de Septiembre de 2006. Fue el domingo antes del lanzamiento de la Zona Sur y su primer servicio de adoración en la Escuela Secundaria Burnsville. Creo que Dios me dio este texto en 2006, especialmente los versículos 20-26, como la palabra que necesitábamos para el lanzamiento de la Zona Sur.
Hoy estamos, nuevamente, a una semana de un gran esfuerzo para establecer la Zona Sur. Yo no elegí estar en este texto de Juan en este fin de semana particular. Dios lo hizo. Elegí este texto hace cinco años, bajo la providencia de Dios, pero esta vez está ahí, simplemente en la secuencia, sin que alguien, sino Dios, lo planificara de esta forma.
Por tanto, como dije, no guiamos nuestras vidas por este tipo de providencias. Guiamos nuestras vidas por la palabra de Dios y la sabiduría de su Espíritu. Pero creo que Dios hizo esto para que nos sintiéramos animados. Realmente lo creo, es algo verdaderamente llamativo. Toda la Biblia es la Palabra de Dios. Pero yo diría que este texto tiene una importancia especial para nosotros en relación con el Campus Sur.
Con esto en mente, con una ferviente oración pidiendo que Dios obre maravillas en el próximo fin de semana, miremos lo que dice.
Jesús, Rey de Israel - Y del Mundo
En el texto de Juan 12 hay dos partes, versículos 12-19, y versículos 20-26.
Pienso que el propósito de la primera parte es enfatizar que Jesús es realmente el Rey de Israel, ahora lo está aceptándolo, no lo rehúsa (como en el 6:15), y no solo es el Rey de Israel, sino el Rey del mundo. Mire ésto cómo se hace evidente.
Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Jesús venía a Jerusalén, tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel. (Juan 12:12–13)
Así que citan el Salmo 118-25-26, y celebran a Jesús como Mesías, el Rey tanto tiempo esperado. Esta es la pesadilla que temían los fariseos y sumos sacerdotes. ¿Huirá Jesús de esta aclamación como hizo en Juan 6:15, o la recibirá?
Jesús, hallando un asnillo, se montó en él; como está escrito: No temas, hija de Sión; he aqui, tu Rey viene, montado en un pollino de asna. Sus discípulos no entendieron esto al principio, pero después, cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que esto se había escrito de El, y de que le habían hecho estas cosas. (Juan 12:14–16)
No, Jesús no huyó de esa aclamación, la enfatizó eligiendo cumplir una profecía sobre la llegada del Rey de Israel en Zacarías 9:9. Con esta acción está diciendo: Yo Soy el Rey de Israel. Yo soy el Mesías. Y está haciéndolo en el momento más explosivamente peligroso.
Ahora note cómo Juan entrelaza su historia para mostrar con claridad que el reinado de Jesús es más que un reinado local, judío, sino que él es realmente el Rey del mundo.
La multitud que había estado con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos continuó testificando. Por eso la multitud fue también a recibirle, porque habían oído que El había hecho esta señal. Entonces los fariseos se decían unos a otros: ¿Veis que no conseguís nada? Mirad, todo el mundo se ha ido tras El. (Juan 12:17–19)
Estos adversarios de Jesús continuaron hablando más de lo que ellos sabían (vea Juan 11:50-52). ¿"Todo el mundo"? ¿En serio? ¡Qué raro fue decir eso al comienzo del festival judío! ¿O era así?
Los Griegos también quieren verle
Y esto nos trae a la segunda parte del texto (versículos 20-26). Y aparecen, como caídos del cielo, unos griegos, por así decirlo.
Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta; éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo a Andrés; Andrés y Felipe fueron y se lo dijeron a Jesús. (Juan 12:20–22)
¡Sorprendente! Los griegos están pidiendo ver a Jesús en la Celebración de la Pascua. ¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora? Creo que porque Dios quiere mostrar, y Juan quiere enfatizar, que Jesús es realmente el Rey, no solo de Israel, sino de "todo el mundo", aquí representado por los gentiles, estos extranjeros. En el versículo 19, los fariseos dicen: "todo el mundo se ha ido tras El" Y ahora incluso los griegos van tras él.
Jesús habla sobre Sí Mismo, y sobre nosotros
Así que la palabra de Dios para nosotros, hasta ahora, es que Jesús es realmente el Mesías. Él realmente vino al mundo para ser Rey de Israel. Es por eso que buscó un asnillo, y cumplió Zacarías 9. Y es más que el Mesías judío, más que el Rey de Israel. Él es el Rey de todo el Mundo. Él es rey sobre todas las naciones y todos los barrios, incluyendo el Centro, el Norte, y el Sur. Y las personas irán tras él de entre todos los pueblos y todos los vecindarios. Nuestro trabajo, nuestra feliz labor, es exaltar a Jesús en testimonio y en una adoración juntos, en el Norte, en el Centro, y en el Sur, de modo que podamos traer a "todo el mundo" a Él.
Todo esto suena muy triunfante y maravilloso. Pero entonces llegan las palabras de Jesús en respuesta al deseo griego de verle. Los griegos quieren ver a Jesús. ¿Llegó él a verles? ¿Se mostró Jesús a ellos? Físicamente, no lo sabemos. Juan no lo dice. Pero quizás es para nuestro bien. Porque Jesús no se muestra a ellos de la misma forma en que se muestra a nosotros.
Él habla una verdad acerca de sí que se convierte en una verdad acerca de nosotros. Así es como Jesús se manifiesta en poder: dice una verdad acerca de sí mismo, que se convierte en verdad acerca de nosotros.
Queriendo ver correctamente a Jesús
Él dice en el versículo 23:
[¿Así que hay griegos que quieren verme? Esta es la verdad sobre mí que le interesa a los griegos, y al pueblo en Bethlehem, quiere verme y conocerme:] Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
En otras palabras, Yo estoy en mi propio camino hacia la gloria. Realmente soy algo que debe verse. Ellos tienen razón en querer verme. Oraré por esto, para que vean mi gloria (Juan 17:20). Seré la persona más gloriosa en el universo cuando mi Padre me resucite de entre los muertos, y me dé un nombre sobre todo nombre, de modo que ante mi nombre se doble toda rodilla, incluyendo a los judíos, griegos, y norteamericanos. Sí, ellos tienen razón en querer verme, e incluso quieren ser identificados conmigo.
Lo que no esperaban
Pero hay una verdad que no esperan. Versículo 24:
En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto.
Mi camino hacia la gloria pasará por la muerte. ¿Quieren verlo? Realmente llevaré mucho fruto, incluyendo a los griegos. Pero no llevaré ni podré llevar este fruto sin morir.
Si abandono el camino donde estoy ahora, y trato de ver por las personas que quieren echar un vistazo a un rey, yo permaneceré solo como una semilla en una bolsa, pero no en la tierra. Y ustedes no serán salvados. Ni los judíos, ni los griegos.
Pero si voy y muero en camino hacia la gloria, entonces llevaré mucho fruto, ustedes serán salvados, y los griegos serán salvados, y todo el que crea en mí será salvo. ¿Quieren verme? Esto es lo que quiero que vean. Véanme muriendo. Véanme llevando fruto.
El Diseño de Jesús para nuestra imitación
Esa es la verdad acerca de Jesús que él revela a los griegos, y a nosotros. Pero ahora también se vuelve una verdad sobre ellos, y sobre nosotros. Él dice, en los versículos 25 y 26: mi muerte para tu salvación es también mi modelo para que lo imites.
Si quieres verme, prepárate para ser como yo. Prepárate para seguirme en el camino que estoy tomando.
Así dice, Juan 12:25:
El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga [¿adónde? Al Getsemaní y al Calvario y hasta la tumba]; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor [en la presencia de mi Padre, en gloria]; si alguno me sirve, el Padre lo honrará
Así que Jesús comienza hablando la verdad sobre sí mismo, ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado, y esto ocurrirá con el grano de trigo cayendo a tierra y muriendo. Entonces él hace que la verdad sobre sí sea una verdad sobre nosotros. ¿Odiaremos nuestras vidas en este mundo? ¿Le seguiremos en el camino hacia el Calvario? ¿Serviremos al Hijo de esta forma? ¿Dejaremos que la verdad sobre el Hijo del Hombre sea una verdad sobre nosotros? ¿Nos identificaremos con Aquel a quien ansiamos ver?
El Llamado glorioso y difícil
Así que vemos a Jesús de la misma forma en que lo vieron los griegos, por su Palabra y su acción. Él dice: voy hacia la gloria. Voy a llevar mucho fruto. Y voy aborreciendo mi vida en este mundo, sufriendo y muriendo por ustedes.
Y entonces dice, Síganme. Mueran conmigo. Aborrezcan, junto a mí, sus vidas en este mundo. Sírvanme.
Hay dos elementos indiscutiblemente claros. Uno es que ésto es difícil. Y el otro es que ésto es glorioso. Y me pregunto si es por esto que Dios puso este texto en mente para el lanzamiento del Sur hace cinco años, y arregló todo para que estuviera en la agenda hoy, una semana antes del esfuerzo de levantar un millón de dólares para el Campus Sur. Por supuesto, ésto tiene cien aplicaciones para nuestras vidas, y la que usted pudiera sentir ahora mismo es dolorosamente personal. Pero Dios siempre está haciendo más de una cosa.
Así que como iglesia que se extiende para bendecir la zona Sur, y como cristianos individuales con muchas cosas difíciles delante nuestro, no perdamos ninguno de estos dos elementos: lo difícil, y lo glorioso. Si solo vemos lo difícil, perderemos el poder y la libertad. Si solo vemos lo glorioso, minimizaremos el sacrificio.
Por tanto, permítanme mostrarles cuatro verdades difíciles y cuatro verdades gloriosas que menciona Jesús.
Cuatro verdades difíciles
1) Versículo 24: el grano debe morir. “si el grano de trigo no cae en tierra y muere. . . “ Esto es difícil.
2) Versículo 25: Jesús nos llama a aborrecer nuestras vidas en este mundo. “El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo. . . “ Esto es difícil.
3) Versículo 26ª: Jesús nos llama a seguirle – en su camino hacia al Calvario, hacia la muerte. “Si alguno me sirve, que me siga. . . “ Esto es difícil.
4) Finalmente, en el versículo 26b, nos llama a servirle. "si alguno me sirve". A tomar el rol de camarero en esta mesa, a hacer este compromiso, no importa cuál sea la demanda o cuán bajo sea el estatus. Esto es difícil.
Es lo que significa ser cristiano, un discípulo de Jesús. Jesús sabía que sería difícil. Es por eso que en Mateo 7:14 dijo: "Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan". Es difícil morir. Es difícil aborrecer nuestra vida en este mundo. Es difícil seguir a Jesús en el camino que lleva hacia la cruz. Es difícil tomar el rol de siervo en un mundo de poder.
Pero también es glorioso. Por tanto, no yerre. Si está en la zona Sur, y siente que cinco años es mucho tiempo para esperar. . . y si siente que un millón de dólares la próxima semana no es algo fácil de imaginar, recuerde esto: la gloria de las promesas de Jesús compensa lo difícil que todo esto es. De hecho, la gloria convierte lo difícil en la vida más significativa imaginable.
Cuatro verdades gloriosas
1) Versículo 24: Sí, la semilla debe morir, pero "si muere, produce mucho fruto". La muerte no es en vano. Es significativa. Lleva fruto.
2) Versículo 25: Sí, si amamos nuestra vida, la perderemos; y sí, sí debemos aborrecer nuestra vida en este mundo. Pero, ¿por qué? ¿Cuál será el resultado? La conservaremos para vida eterna. “El que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna”. Lo que entregamos por Cristo él lo pondrá nuevamente en nuestras manos con gloria. Usted no puede desacrificar generosamente su resurrección.
3) Versículo 26ª: Sí, debemos seguirle al Calvario. Pero, ¿cuál será el resultado? “Y donde yo estoy, allí también estará mi servidor” Jesús utilizó esas mismas palabras en otro momento (Juan 14:3), y se refería al cielo: “voy a preparar un lugar para vosotros […] para que donde yo estoy, allí también estéis vosotros”. Si le seguimos al Calvario, estaremos con él en gloria.
4) Versículo 26b: Sí, debemos volvernos sus siervos. Pero, ¿qué hace el Padre a sus siervos? "Si alguno me sirve, el Padre lo honrará".
No lo pierda de vista
No pierda de vista la gloria y el gozo sobreabundante en esta difícil vida de cristiano.
- Morimos;
- aborrecemos nuestras vidas en este mundo;
- seguimos a Jesús en su camino hacia el Calvario;
- nos hacemos siervos.
Y cuando lo hacemos, encontramos que
- Llevamos mucho fruto;
- conservamos nuestras vidas para vida eterna;
- nos unimos a Jesús donde él está en gloria;
- el Padre nos honra.
No es fácil, pero es glorioso
Esta es la forma en que quiero vivir los últimos pocos años que me quedan en este mundo. Y así es como quiero pasar la eternidad. Jesús nos muestra quién es, y lo que va a hacer, y lo que significa. Y nos invita a unírnos a él. Mi muerte para tu salvación es también mi modelo para que lo imites. Yo pago el precio para uno (Juan 10:16). Doy la fortaleza para otro (Juan 15:5).
No será fácil, pero será significativo. Será eterno. Es verdad para nuestras vidas. Y es verdad para Atesorando Juntos a Cristo No es fácil multiplicar Campuses, plantar iglesias, cuidar al más pobre de los pobres. Pero será glorioso.