Cómo se Preparan los Ancianos Pastores para el Encuentro con el Príncipe de los Pastores
Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: apacentad el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con deseo fervoroso; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los Pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria.
Cómo Apacentar Una Iglesia que Sufre
Este es un texto sobre cómo apacentar una iglesia que sufre. Recuerden a qué se refería el párrafo anterior. Comenzaba en 4:12:
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba, que en medio de vosotros ha venido a probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos.
Luego, en el versículo 17, se explica este sufrimiento como el comienzo del juicio de Dios, el cual empieza con la iglesia y luego sigue con el mundo no creyente:
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen el evangelio de Dios?
Pedro empieza el texto de hoy en 1 Pedro 5:1 con: “Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo”. “Por tanto” – a la luz de este sufrimiento de la iglesia y del juicio de Dios que purifica la iglesia antes de castigar al mundo – a la luz de esto, así es cómo se apacienta al rebaño que sufre.
Tener en cuenta esto – que este es un curso corto para los ancianos en su misión de apacentar una iglesia que sufre – nos va a ayudar a entender el punto esencial de lo que sigue.
Tres Observaciones
Comencemos con algunas observaciones simples, pero importantes.
1. Las Iglesias tenían Ancianos
Primero, las iglesias tenían ancianos. Esta carta, recuerden (1:1), se escribió para las iglesias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Esta es un área enorme y diversa, y probablemente incluye decenas o cientos de iglesias. Pedro, sin vacilación o limitaciones, se dirige a los ancianos de estas iglesias. Aprendemos de esto que era usual que las iglesias fueran conducidas por los ancianos, en los tiempos del Nuevo Testamento.
2. Los Ancianos eran los Pastores
Segundo, los ancianos eran apacentadores, es decir, pastores. El sustantivo “pastor” o “apacentador” solo aparece una vez en el Nuevo Testamento, en referencia a los líderes de la iglesia (Efesios 4:11). Pero el verbo “apacentar” se manifiesta varias veces. Aparece en el versículo 2 “Apacentad el rebaño de Dios”. Jesús lo usa cuando le dice a Pedro: “Apacienta mis ovejas” (Juan 21:16). Y Pablo lo usa cuando le dice a los ancianos efesios: “Apacentad la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre” (Hechos 20:28). Por lo tanto, los ancianos eran los apacentadores del rebaño, los pastores (otra palabra en lugar de apacentadores).
3. Se les Encargó a los Ancianos que Velasen
Tercero. Se les encargó a los ancianos que velasen. Versículo 2: Pedro le dice a los ancianos: “Apacentad el rebaño del Señor entre vosotros, velando por él”. Supervisar no es el único deber cuando se apacienta, pero es lo único que menciona Pedro aquí, en la situación del sufrimiento. Se compone de dos palabras tanto en griego como en inglés: “súper” y “visión”. Los ancianos pastores supervisan. Son “supervisores” (como dice Pablo en Timoteo 3:1-2). Ellos vigilan el rebaño. Dios considera que tienen que dar cuenta de la perspectiva completa de la situación y si actuaron para el bien de todo el rebaño.
En un sentido, los ancianos pastores solo son ovejas, como cualquier cristiano, con Cristo como Príncipe de los Pastores (v.4). Pero, en virtud del llamado, de sus dones y de la confirmación por parte de la iglesia, tienen una responsabilidad que es diferente a la del resto de las ovejas. Responsabilidad es la palabra clave, o tener que dar cuentas. El Príncipe de los Pastores los considera responsables – algún día, los va a llamar para que rindan cuentas de la supervisión. No se va a llamar al resto de las ovejas para que den cuenta de la supervisión. Solo a los ancianos, los pastores. ¿Tuvieron una visión completa? ¿Actuaron en consecuencia? ¿”Velaron por el rebaño”?
Esas son tres observaciones simples, pero importantes:
- Las iglesias tenían ancianos.
- Los ancianos eran pastores.
- Los ancianos pastores tenían la obligación de supervisar al rebaño.
A mi entender, todo eso era universal en la primera iglesia. No variaba de iglesia a iglesia. No es característico de una congregación que sufre. Pero, lo que sigue tiene un enfoque especial sobre esto que, creo, proviene de la situación de sufrimiento en la que estaban estas iglesias.
Tres Maneras En Las Que Los Ancianos Tienen que Apacentar
Al referirse a la situación de sufrimiento, Pedro nos dice tres cosas sobre la clase de supervisión que deben ejercer los ancianos: cada una de las tres tiene algo positivo y algo negativo.
Versículo 2b: velando por él . . .
-no por obligación
+sino voluntariamente, como quiere Dios
-no por la avaricia del dinero.
+sino con deseo fervoroso.
Versículo 3: velando por él . . .
-tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados
+sino demostrando ser ejemplos del rebaño.
1. No por Obligación sino Voluntariamente
¿Por qué Pedro comienza diciéndoles a los ancianos que velen “no por obligación, sino voluntariamente”? ¿Qué clase de situación podría resultar al tener ancianos que no quieren ser ancianos? Esa parece ser la situación, ¿no es cierto? La amenaza es que los ancianos de estas iglesias sientan que su trabajo no es realmente algo que quieran hacer. Se sienten forzados a hacerlo, cuando realmente ellos preferirían estar haciendo otra cosa.
Mi sugerencia es que el sufrimiento de la iglesia es lo que cuenta para Pedro, por eso lo enfatiza. En realidad es muy simple. Los ancianos pastores tienen menos deseos de ser ancianos y pastores si es riesgoso y difícil. Al menos, hay dos razones para creer que era peligroso ser pastores de los rebaños que sufren.
Particularmente Vulnerables a la Persecución
Una es que cuando llega la persecución, los líderes del rebaño son los más visibles y, a veces, los más vulnerables. Si uno es el pastor de un rebaño que sufre, estará entre los primeros en caer. Así sucedió con Richard Wurmbrand, su esposa y Joseph Tson en Rumania. Lo mismo pasó con Esteban, Pedro y Jacobo en la iglesia primitiva. Esteban, probablemente, fue el vocero más elocuente del ala Helenística. Jacobo y Pedro eran los líderes de toda la iglesia; Esteban fue asesinado, como dice Hechos 7 y Jacobo también, como expresa Hechos 12; y Pedro, de milagro, escapó de la espada de Herodes.
Por lo tanto, es peligroso ser líder cuando la iglesia sufre persecución. Estas iglesias estaban por pasar por la prueba de fuego (4:12) y es entendible que los ancianos pastores quisieran buscar otro trabajo.
Particularmente Vulnerables al Juicio de Dios
Una segunda razón, por la cual los ancianos pastores podrían echarse atrás de cumplir con su deber, es que no sólo son vulnerables a los antagonismos normales del hombre, sino que son vulnerables al juicio de Dios de una manera peculiar. Recuerden que Pedro 4:17 dice que el juicio de Dios había empezado por la casa de Dios. Hay una referencia escalofriante en Ezequiel 9 sobre los ancianos. Ezequiel 9 es una descripción de la manera en que Dios juzgó a su pueblo anteriormente. No es solo que Él comenzó por la casa de Dios; empezó por los ancianos.
4 Y el Señor le dijo (al ángel): ´Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella´. 5 Pero, a los otros les dijo, y yo lo oí: ´Pasad por la ciudad en pos de él y herid; no tenga piedad vuestro ojo, no perdonéis. 6 Matad a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzaréis por mi santuario´. Comenzaron pues por los ancianos que estaban delante del templo.
En otras palabras, fue la manera de Dios de enjuiciar a su propio pueblo comenzando por la casa de Dios (como dice 4:17) y en la casa de Dios, comenzando por los ancianos pastores.
Así que, no sorprende que los ancianos de las iglesias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, hubieran sido reacios a ejercer la supervisión. Por eso, Pedro dice que velen “no por obligación, sino voluntariamente”.
Una Prueba del Verdadero Anciano Pastor
Lo que esto significa es que el peligro y la dificultad es una prueba del verdadero anciano pastor. Justo esta semana estuvimos leyendo Juan 10, y fue de gran impacto y relevancia para mí. Jesús dice en Juan 10: “El que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona a las ovejas y huye; y el lobo las arrebata y las dispersa. El huye porque sólo trabaja por el pago y no le importan las ovejas”. Dicho de otra manera, la presencia del peligro y la dificultad tiende a separar los asalariados de los pastores.
Tiende a eso. Pero Pedro advierte que hay algunos motivos mundanos fuertes para querer ser un anciano pastor, aún cuando no se ponga el corazón en eso. Los dos motivos son el dinero y el poder. Un hombre incluso podría arriesgarse al peligro por un tiempo, si esto significa un estímulo confortable de ganancia financiera o de poder del ego.
2. No Por La Avaricia del Dinero, Sino con Deseo Fervoroso
Al final del versículo 2: Velen “no por la avaricia del dinero, sino con deseo fervoroso” “La Avaricia del dinero” significa hacer del ministerio un medio para hacerse rico. Significa estar motivado para el ministerio por el dinero. Significa estar constantemente pensando sobre las vacaciones, los días libres y los beneficios de la jubilación, en vez de pensar acerca del valor del alma humana, de lo valioso de la verdad, del poder del Espíritu Santo y de la venida de la gloria del Príncipe de los Pastores. Un hombre podría estar supeditado a enfrentarse por un tiempo a grandes dificultades, si pudiera hacer de la piedad un medio de ganancia, como dice Pablo en 1 Timoteo 6:5.
3. Tampoco teniendo señorío, sino demostrando ser ejemplos
En el versículo 3, Pedro hace una advertencia sobre el otro motivo mundano que podría mantener en actividad a los ancianos pastores aunque no lo sientan. Él dice que no debemos velar “como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño”.
“Teniendo señorío” implica que el anciano pastor está motivado por el poder. Su ego se acrecienta al hacer ostentación de su autoridad, prestigio y dominio. Necesita estar adelante. Le gusta sentarse en los mejores asientos de la sinagoga, como dijo Jesús. Le gusta que lo nombren honoríficamente. Ansía el elogio y la dependencia de los hombres. Puede ser una vociferante persona autoritaria. O puede manipular con el dolor fingido de un héroe herido. O puede ser un político consumado que mide sus palabras adulando para que los poderosos lo favorezcan y mejoren su seguridad en el cargo.
Pedro dice: la prueba de tales ancianos pastores está en sus vidas – sus vidas enteras. ¿Son ellos ejemplos del rebaño? Versículo 3: No teniendo señorío sobre el rebaño, sino “siendo ejemplos del rebaño” ¿Es su supervisión pública una muestra de ello, sus vidas prueban que son auténticos? ¿Hay un pastor público y un pastor privado diferente? ¿Qué pasa con su familia, sus finanzas, su hospitalidad, su discernimiento y reputación entre el pueblo espiritual y aquellos que no pertenecen a este?
La Necesidad de Discernir
A veces, creemos que los tiempos de sufrimiento son automáticamente purificadores para la iglesia y sus líderes, y en general lo son. Pero, aquí Pedro deja en claro que no es tan simple. Él estaba escribiendo en un período de sufrimiento. Y en vez de asumir que el peligro y las dificultades limpiarían automáticamente al consejo de ancianos, él advierte que, aún cuando los hombres pierden el deseo sincero para la gran obra de apacentar el rebaño de Dios, e incluso cuando pueden enfrentar algún peligro y dificultades por ello, algunos podrían soportarlo por dinero y poder.
Oh, cuánto discernimiento ha de tener la iglesia. Oh, cuánto necesitamos los ancianos pastores “estar atentos a nosotros mismos”, además de a todo el rebaño (Hechos 2:28). Y encontrarnos a nosotros mismos, probarnos, y ver si hay algo malvado en nosotros. Si no lo hacemos, Dios lo hará.
Qué Mantiene el Amor Fervoroso de los Ancianos Pastores
Entonces, ¿qué puede mantener el amor expresado en las palabras: Velen “con deseo fervoroso”? ¿Ven esa frase al final del versículo 2? Apacentar el rebaño “con deseo fervoroso”. Es decir, ¡deséenlo! ¡Amen hacerlo! ¡Disfrútenlo! Así es el amor verdadero por el rebaño – deseo fervoroso de apacentar, no motivado por el dinero o el poder.
¿Qué mantiene esa clase de amor? En el versículo 4, Pedro dice: “Y cuando aparezca el Príncipe de los Pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria”.
Estoy en contacto con muchos pastores de todo el país y con muchos ancianos. No conozco a nadie que pueda decir que su trabajo es fácil. Pero, los que conozco mejor (en esta iglesia y más allá) son hombres buenos. Lo que hace que ellos continúen, no es el amor al dinero o al poder. Lo que hace que sigan adelante es que cuando venga el Príncipe de los Pastores, nos va a llamar para que rindamos cuentas y va a decir: “¿Alimentaron a mis ovejas? ¿Prestaron atención a las almas de mis ovejas? ¿Buscaron mis ovejas perdidas? ¿Protegieron mi verdad? ¿Los resguardaron de los lobos? ¿Amaron a mi rebaño?
Cuando venga el Príncipe de los Pastores, con Él llegará su recompensa eterna: la corona inmarcesible de gloria. Y eso será suficiente para los ancianos pastores. Dios está edificando algo maravilloso en Bethlehem: los ancianos pastores, los diáconos, ministerios de compasión de todas clases. Ustedes son parte de esto. Oren. Sueñen. Estén preparados. Dios está edificando y convocando. Préstenle atención a Él.