¿Cómo Podemos Ser Revestidos con Poder?
Semana de misiones
Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra, 16 que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; 17 de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, 18 seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.20 Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, 21 a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
Dios da un poder especial para testificar
El punto del mensaje de la semana pasada fue que Dios da un poder especial, un poder extraordinario, para los desafíos extraordinarios de un creciente testimonio por Cristo.
Lucas 24: "Vosotros sois testigos . . . pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto". El poder desde la alto será esencial para expandir el testimonio de las misiones mundiales.
Hechos 1:8: "Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra". El poder es esencial para los desafíos de un siempre creciente testimonio por Cristo.
"Lleno con el Espíritu Santo"
Este extraordinario poder cayó sobre los cristianos en Pentecostés. Dice en Hechos 2:4: "Todos fueron llenos del Espíritu Santo". Y este poder, esta inusitada llenura vino sobre la iglesia y sus mensajeros una y otra vez en la iglesia primitiva para los desafíos especiales de testificar por Cristo.
- Hechos 4:8: "Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo", habló con los gobernantes del pueblo. Y ellos vieron que hablaba con confianza (Vs. 13).
- Hechos 4:31: "Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor".
- Hechos 6:5, 10: Esteban estaba lleno del Espíritu Santo y fe, y los judíos no podían resistir la sabiduría con la que hablaba.
- Hechos 7:55: "Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios".
- Hechos 11:24: Bernabé estaba lleno del Espíritu Santo y fe, y una gran multitud fue agregada al Señor.
- Hechos 13:9: "Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en [Elimas], dijo . . ."
"Lleno con toda la plenitud de Dios"
Y no solamente el libro de los Hechos, las cartas de Pablo hablan del mismo extraordinario poder disponible para los cristianos. Por ejemplo, aquí en Efesios 3:16, Pablo ora para "que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior". Y en el versículo 19, ora para que "seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios". Y en el versículo 20, dice que Dios es "poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros".
En otras palabras hay un poder extraordinario disponible para los creyentes, un poder que puede hacer más de lo que ordinariamente pensamos o nos imaginamos. Viene con el Espíritu. Está de acuerdo con las riquezas de la gloria de Dios. Es la misma plenitud de Dios, aunque eso suene inimaginable.
Avivamiento y testimonio para Cristo
Y traté de mostrar en el STAR de esta semana que cuando la soberanía de Dios derrama esta clase de poder sobre una iglesia, lo llamamos avivamiento. Y el propósito de Dios para tal avivamiento es que nuestro testificar de Cristo tenga más convicción, más coraje, más sabiduría y más efecto, de manera que Dios sea grandemente glorificado cuando más y más gente sea alcanzada y más y más gente sea añadida para el Señor.
Ahora la pregunta es: ¿Qué debemos hacer? ¿La Biblia nos enseña que hay una forma para buscar este poder, o hay una manera de prepararnos para recibir este poder? La respuesta es sí, y en los pocos minutos que tenemos quiero enseñarte cuatro maneras de buscar este poder.
Cuatro maneras de buscar el poder del Espíritu Santo
1. Sumérgete en la Palabra de Dios, la Biblia
Es casi seguro que no serás lleno del poder del Espíritu Santo si no estás lleno de la Palabra de Dios.
¿Por qué pienso esto?
1.1 Hechos 1:8 y Lucas 24:48 y siguientes enseñan que el poder es dado para un testimonio efectivo, y nosotros testificamos principalmente con la Palabra de Dios. No hay razón para pensar que Dios encenderá la pólvora de su Espíritu si tú no cargas tu rifle con el proyectil de la Palabra.
1.2 Lucas 4:14 dice que Jesús regresó del desierto lleno del Espíritu Santo. ¿Y cómo luchó con poder contra el diablo en el desierto? Cada vez que era atacado, Él respondía: "Escrito está" y citaba las Escrituras. Jesús fue lleno del Espíritu porque estaba lleno de la Palabra de Dios.
1.3 En Juan 6:63 Jesús dijo: "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida". Las palabras de Jesús son la voz y el poder del Espíritu que da vida. Si nosotros no escuchamos sus palabras, no recibimos su poder.
1.4 En Efesios 6:17 Pablo dice que debemos ponernos toda la armadura de Dios incluyendo "la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios". Si quieres que el Espíritu venga poderosamente sobre ti, de manera que puedas vencer a los principados y a las potestades, entonces debes tomar su espada, la Palabra de Dios. Él no luchará sin su espada.
1.5 En 1 Juan 2:14 Juan dice: "Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno". Ellos son fuertes, poderosos, y han conquistado al enemigo más poderoso: Satanás. ¿Cómo? La Palabra de Dios permanece en ellos. Si no guardas la Palabra de Dios dentro de ti, no habrá poder, y no habrá victoria. (Ver también Hebreos 4:12 y Jeremías 23:29)
Si quieres el poder del Espíritu Santo en tu vida, si estás cansado de ser una débil réplica de los no cristianos comunes, entonces cambia tu rutina y sumérgete en la Palabra de Dios. Léela, piensa en ella, memorízala, úsala.
Recuerdo haber escuchado a un profesor del seminario decir que se sintió avergonzado cuando vio a musulmanes memorizando página tras página del Corán, mientras él terminaba sus devocionales con diez minutos de lectura superficial.
La principal manera de buscar el poder del Espíritu Santo es sumergirse en la Palabra de Dios.
2. Cree la Palabra de Dios
Déjame ser más específico. Confía en que Dios quiere hacer cosas maravillosas para su gloria a través de ti porque eso es lo que la Biblia enseña. Espera a que el Espíritu Santo dentro de ti te dé poder, de acuerdo a la Palabra de Dios.
Ahora, ¿por qué creo que la fe es el camino para buscar el poder del Espíritu Santo?
2.1 En Gálatas 3:5 Pablo dice: "Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?" Respuesta: Por el oír con fe. ¿Oír qué? La Palabra de Dios. Las promesas de Dios. La buena dirección de Dios.
Por ejemplo: tú cambias tu rutina y apartas una hora para estar con Dios por medio de la Palabra antes de irte a trabajar. Te quedas solo y te sumerges en el libro de Efesios durante una hora. El Señor impresiona tu mente, especialmente con el texto de 1:12, que dice que nosotros los que primeramente confiábamos en Cristo, estamos destinados y escogidos para vivir en la alabanza de su gloria. Y en 3:20, que por el poder que actúa en nosotros, Él es capaz de hacer las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
Luego, te vas para tu trabajo. Durante el día se presenta la ocasión natural de hablar una palabra de testimonio para alabanza de la gloria de Dios. Pero te sientes débil. Hay dos cosas que pueden suceder.
Una, recuerdas la Palabra de Dios –es para esto para lo que estás vivo, para la alabanza de su gloria– y Él no es débil; puede hacer mucho más de lo que puedo soñar. Es su poder trabajando en mí.
La otra cosa que puede pasar es que en este momento crítico, puedes creer en la Palabra de Dios. Confía en que Dios intenta hacer cosas maravillosas para su gloria a través de ti. Espera que el Espíritu Santo, que mora en ti, te dará poder de acuerdo a la Palabra de Dios.
Y cuando crees, esta creencia se convierte en el canal del Espíritu Santo. Dios os provee el Espíritu y hace milagros entre vosotros por el oír de la fe . . . cuando crees la Palabra de Dios con ansiosa expectación.
2.2 En Romanos 15:13 Pablo dice: "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo". Nota la frase "EN EL CREER". El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz EN EL CREER. En otras palabras, al creer en Dios y en su Palabra, somos llenos de gozo y paz. Y luego dice: "para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo". En otras palabras, el poder del Espíritu es el resultado de creer o de la fe que provoca gozo y paz.
Podríamos parafrasearlo de esta manera: Pon tu confianza en la Palabra de Dios tan completamente que el gozo y la paz abunden y que el Espíritu Santo se derrame con extraordinario poder y esperanza en tu vida.
2.3 En Hechos 6:5 y 11:24, a Esteban y Bernabé se los describe como llenos de fe y del Espíritu Santo. Probablemente porque las dos cosas van juntas. Ser lleno de fe es ser lleno del Espíritu Santo y ser lleno del Espíritu Santo es ser lleno de fe.
Imagínate a ti mismo bebiendo agua helada con un pitillo. El agua es el Espíritu Santo. El aire dentro del pitillo es la duda y la incredulidad. La fe es el vacío que tú creas al succionar. ¿Y qué sucede cuando se crea el vacío de la fe? El agua del Espíritu fluye inmediatamente. Y si el pitillo está lleno del vacío de la fe, será también lleno con el agua del Espíritu. Así Esteban y Bernabé fueron llenos del Espíritu Santo y de fe.
Así, la primera forma de buscar el poder del Espíritu es sumergirse en la Palabra de Dios; y la segunda es creer en esa Palabra. Espera y ten confianza que Dios se propone hacer cosas maravillosas para su gloria a través de ti. El Espíritu Santo siempre llena el vacío de la fe.
3. Ora intensamente y ayuna por ello
La tercera forma de buscar el poder del Espíritu Santo es orar intensamente, algunas veces también con ayuno.
3.1 De acuerdo con Hechos 1:14, esto es a lo que se dedicaron los discípulos en Jerusalén durante los diez días de espera hasta Pentecostés: "Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración".
3.2 Esto es lo que los discípulos estaban haciendo, según Hechos 4:24-31 cuando (dice el versículo 31) todos ellos fueron llenos con el Espíritu Santo y hablaban la Palabra con valor. Ellos estaban orando. Y llenaban su oración con la Escritura del Antiguo Testamento, y estaban confiados en el poder soberano de Dios.
3.3 El Lucas 11:13, Jesús les dice a sus discípulos: "Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?".
El Espíritu Santo es dado a aquellos que se lo piden al Padre. Ahora, puesto que esos hombres ya tenían una porción del Espíritu Santo en sus ministerios, pienso que lo que Jesús dice es que debemos pedir más del Espíritu, --pero no porque Él venga en piezas, sino porque se revela y se mueve en diversas medidas. Y nosotros deberíamos orar por la llenura del Espíritu.
3.4 En Efesios 3:14-21, Pablo ora por los efesios, y ora para que ellos sean fortalecidos con poder a través del Espíritu y que puedan ser llenos con toda la plenitud de Dios. Entonces él debe creer que los cristianos pueden recibir este poder y su llenura si él ora para que lo reciban.
Debemos pedir a Dios el poder de su Espíritu. Y algunas veces debemos hacerlo con ayuno. Lucas 4:14 dice que Jesús salió de sus cuarenta días de ayuno en el desierto lleno del Espíritu Santo. Puede que Dios reserve su extraordinario poder para aquellos que lo anhelan de manera extraordinaria, y lo demuestran en ayuno y oración prolongados.
Por tanto, buscamos la llenura del poder del Espíritu sumergiéndonos en la Palabra de Dios, y creyendo en sus promesas con expectante fe y orando de todo corazón, algunas veces con ayuno, para que Dios nos conceda el deseo de nuestro corazón por su poder al testificar.
4. Obedece al Espíritu Santo
La cuarta manera de buscar el poder del Espíritu Santo es obedecerle, aun antes de sentir su poder.
Aquí estoy hablando muy personalmente. El 14 de Julio de este año, estaba solo en una cabaña. Había enviado a la familia de regreso a casa, para poder orar y buscar al Señor acerca de los mensajes para este otoño. Esa noche estuve hasta tarde rogándole a Dios me diera poder en mi ministerio y batallando al pensar en por qué vemos tan poca gente convertida en nuestro ministerio en la iglesia Bethlehem. ¿Por qué no tengo más poder en ganar almas al testificar? Esto es lo que vino a mí, y lo leo de lo que escribí en mi diario al día siguiente:
La pregunta surgió en mi mente: ¿He resistido la oferta del poder del Espíritu para testificar tantas veces que ahora está siendo retenido de mí? ¿En el pasado fue la voz del Espíritu la que me animó a escribir una carta o hacer una llamada telefónica, o hacer una visita, o decir una palabra, con la disposición de darme todo el poder que podría necesitar, solamente para encontrar resistencia e incredulidad en mi corazón, de manera que ahora no me da (y probablemente no se atreverá a darme) las señales de su poder hasta que no esté al borde de algún acto especial de obediencia al testificar?
Creo que esta es la situación en que muchos de nosotros nos encontramos. Hemos resistido al Espíritu Santo tantas veces cuando nos estaba llamando a testificar de Cristo, que ahora no estamos aptos para el fluir de su poder. Los canales están tan obstruidos con temor, inseguridad, dudas, racionalismo y preocupaciones mundanas, que lo que permitimos fluir es un hilo apenas perceptible del amor de Dios.
Y creo que una vez que hemos comenzado a sumergirnos en la Palabra de Dios y a combatir la incredulidad de nuestros corazones y a orar y ayunar por su poder, podemos tener que simplemente salir con el poco poder que sentimos de antemano y hacer lo que sabemos que debemos hacer. Y creo que al hacer esto, poco a poco los canales que estaban obstruidos son limpiados y empezamos a sentir el fluir del poder una vez más.