Que gobierne bien su casa
*1ra de Timoteo 3:4-5 *
Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?)
Mientras meditaba en qué texto debo abrir para ustedes el primer domingo de la Semana de la Familia, pensé que sería un texto que relacionara la familia de Dios y la familia del hombre. O, para decirlo de otro modo, un texto que una a la familia que es la iglesia, con las familias que están en la iglesia.
El texto que se recomendó a sí mismo en ésos términos fue 1ra a Timoteo 3:4-5. A fin de abrir este texto para comprenderlo, comencemos al final del versículo 5 y avancemos desde el final del texto.
La iglesia pertenece a Dios
Partiendo de la frase "iglesia de Dios", yo haría que el primer énfasis fuera que la iglesia pertenece a Dios. La iglesia no es creación del hombre ni posesión del hombre. Es de Dios.
Podemos ser más específicos si miramos cuidadosamente el resto del versículo. ¿En qué modo pertenece la iglesia a Dios? ¿En el modo en que le pertenecen la luna y las estrellas? ¿En el modo en que le pertenecen las naciones?
Escuche la línea de pensamiento del versículo: "si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios [. . .]? " ¿Qué esperamos que diga? La casa de Dios. Así que yo diría que el sentido exacto en el que la iglesia pertenece a Dios es que es su casa, su familia. Él es el Padre, y todos somos hijos para Él, y hermanos y hermanas entre nosotros.
Una palabra sobre la soltería
Justo es aquí donde debe decirse una palabra sobre la soltería en la semana de la familia. El apóstol Pablo era soltero. También Jesús. Pero ninguno de ellos fue un solitario. Pablo tenía a Timoteo y a Bernabé y a Silas y a Lucas. Jesús tenía a Sus doce y a Pedro y a Santiago y a Juan. Una vez Él dijo que si usted deja a sus hermanos y hermanas y madre y padre e hijos, por amor del evangelio, entonces recibirá cien veces más hermanos, hermanas, madres, e hijos (Marcos 10:29-31). Creo que ello significa que la familia espiritual compensa los sacrificios que algunas veces son necesarios en la familia natural.
Así que para Jesús y para Pablo, la soltería no significaba carencia de amigos, o de amor, aunque si significó castidad. Ambos permanecieron solteros y castos, y ambos recomendaron la soltería.
Por ejemplo, en Mateo 19:12, Jesús habla de que "hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos". Entiendo que se está refiriendo a las personas que conscientemente eligieron la restricción sexual disciplinada, implícita en una vida de soltería dedicada a la causa de Cristo.
Pablo llegó a decir, en 1ra a los Corintios 7:6, que él deseaba que todos fueran solteros como él. Pero luego dijo que no todos tienen el don para ello. Algunos tienen un don, y otros tienen otro (7:7 - ¡implicando que la habilidad de casarse es también un don!). La razón que da (en 7:32-35), para atesorar esta soltería (y desearla para otros), es que permite una devoción plena a la misión de la iglesia, sin las cargas de coordinar las agendas y los apetitos y los gustos y relaciones interpersonales de una esposa e hijos.
Ahora, por supuesto que Pablo tiene muchas cosas buenas y emocionantes que decir sobre el matrimonio justo aquí en 1ra a los Corintios 7:4-5, y especialmente en Efesios 5:21ss. Es decreto de Dios. Es el nido donde se engendran y educan hijos para la gloria del Señor. Fue instituido como una ilustración viviente de la relación entre Cristo y la iglesia, y por ello retiene algunos secretos de unión y compromiso y amor que son únicos en todo el mundo.
Pero, a pesar de todo eso, Pablo no cedería su soltería, ni permitiría que fuera despreciada. Tenía ventajas únicas de libertad para Cristo, y quiere que otros se unan a ella con él. La soltería no era una maldición, era una oportunidad. La implicación bíblica es que la intimidad sexual no es una necesidad suprema para una vida plena y bien disfrutada. Jesucristo nunca la experimentó. Y cuando nuestra cultura dice que todos pueden tenerla, casados o solteros, no solo contradice la enseñanza de Jesús (Mateo 15:19), sino que le hace necio al elegir la castidad y argumentar que dará plenitud (entiéndase la palabra PLENITUD de gozo) a todo el que confíe en Él. "... para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea PERFECTO" (Juan 15:11).
La voluntad de Dios es que los líderes cuiden a la iglesia
Regresemos a nuestro texto ahora, en 1ra a Timoteo 3:5. Estamos al final del versículo y regresando hacia el comienzo. La iglesia pertenece a Dios y no al hombre. Y el enfoque en este contexto es que le pertenece como una familia pertenece a un Padre. Y la idea de la iglesia como familia, está llena de implicaciones sobre qué significa ser soltero en la causa de Cristo. Hemos tratado llamar la atención sobre algunas de esas implicaciones de la vida y enseñanza de Jesús y Pablo.
Luego, note la frase: ". . . ¿cómo podrá cuidar [él] de la iglesia de Dios?". Así que lo que aprendemos aquí, muy simple, es que Dios desea que en la iglesia haya un grupo de líderes que cuiden de Su familia, la iglesia.
De éso es de lo que trata todo este párrafo. El versículo 1 dice: "Si alguno aspira al cargo de obispo [literalmente: "supervisor", buena obra desea hacer". Éste grupo de supervisores es prácticamente sinónimo de ancianos en 5:17 y en Tito 1:5, 7 (donde la palabra "supervisor" y "anciano" son usadas de forma intercambiable). Así que aunque todos los cristianos son hermanos y hermanas, y están al mismo nivel ante de Dios, aun así, Dios tiene la intención de que haya hombres separados para el cuidado espiritual y supervisión de Su familia.
Habilidad de los líderes para gobernar bien sus hogares
Ahora, lo tercero que debemos notar, al regresar hacia el comienzo del versículo, es que una evidencia crucial de la aptitud para ser supervisor en la familia de Dios es que un hombre gobierna bien su propia familia. "Si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?"
La palabra "gobernar" es una palabra maravillosa con, al menos, dos dimensiones de su significado. Literalmente significa "hacer frente". Y usted puede hacer frente como quien lidera, y como quien protege o provee. El enfoque en este versículo es el cuidado. Puede verlo al final del versículo. El versículo comienza con una referencia al gobierno o administración del hogar, pero termina con una referencia al cuidado de la iglesia.
Así que aquí tenemos una ilustración bíblica de que el liderazgo en la iglesia es el liderazgo o cuidado como siervos. El propósito del liderazgo no es la coacción, sino el cuidado. Es justo lo que Jesús dijo en Lucas 22:26: "el mayor entre vosotros hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve”.
Así que Pablo está diciendo que el modo en que un hombre gobierna su propia casa, es una buena prueba de si puede proveer a las necesidades reales de la iglesia, es decir, proveer liderazgo con un corazón amoroso, y un corazón amoroso con fuerzas para guiar.
Los hijos como evidencia de la aptitud del líder para guiar
Ahora, si regresamos al versículo 4, lo que vemos es que Pablo se enfoca específicamente en los hijos de un hombre como evidencia de que provee este tipo de liderazgo en su hogar, y de que puede proveerlo en la iglesia. Dice: "Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad".
*La responsabilidad de los hijos es honrar a sus padres *
Aquí hay algo muy importante para los hijos y padres, especialmente para los padres. En los Diez Mandamientos (Éxodo 20:12), el quinto mandamiento dice: "Honra a tu padre y a tu madre". No traten a sus padres o hablen sobre ellos de un modo que los haga ver como necios. No les respondan como si fueran, simplemente, otros niños.
Por el contrario, la Biblia dice (Efesios 6:1): "Hijos, obedeced a vuestros padres". Hagan lo que ellos dicen. No les mientan. Después de Dios, la enseñanza de los padres es lo más sagrado e importante en la vida. Trátenlos con gran respeto. La Biblia promete que todo irá mucho mejor para ustedes, si lo hacen.
Así que, por un lado, la Biblia dice que los hijos son responsables de honrar y obedecer a sus padres. Si no lo hacen, estarán en problemas, y si lo hacen, serán recompensados. Se habla a los hijos, y se afirma que son responsables de su obediencia y respeto.
*La responsabilidad de los padres por el comportamiento de sus hijos *
Pero, por otro lado, nuestro texto dice que los padres son responsables del comportamiento de sus hijos (1ra a Timoteo 3:4). "Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad". Si tiene éxito, será considerado más apto para el liderazgo de la iglesia, y si fracasa, será considerado inadecuado para el liderazgo de la iglesia. Se habla a los padres, y se afirma que son responsables de la sujeción de los hijos y de su respeto.
*¿Cómo encajan estas dos ideas? *
¿Cómo encajan estas dos ideas juntas: que los hijos son responsables de obedecer, y que los padres son responsables de tener hijos obedientes? No estoy seguro de cuál es la respuesta. He tratado de llegar a una conclusión, pero aún no puedo verla con claridad.
Así que por respeto a las Escrituras, solo dejaré que las dos verdades se levanten, y le animaré a tomarlas muy seriamente. Los hijos son responsables ante Dios de honrar, obedecer, y respetar, y sujetarse a sus padres. Y los progenitores, especialmente los padres, son responsables de tener hijos que los honren, hijos obedientes, respetuosos, y sujetos.
En la práctica, esto significa que si uno de mis cuatro hijos fuera a rebelarse contra mí y se insubordinara y me desafiara y se volviera un delincuente o criminal, él sería responsable de ello. Tendría que comparecer ante el juicio de Dios, y ajustar cuentas con las inevitables consecuencias de las repercusiones legales y el estigma social y de la consciencia. Él es responsable.
Pero ésa no es toda la historia. El texto enseña que yo soy responsable por la sumisión y respeto de mis hijos. Soy responsable de que sean obedientes. Si uno de ellos se rebela contra lo que enseño, y se insubordina, y me desafía y se vuelve un delincuente, yo también sería responsable. Tendría que comparecer ante la disciplina de Dios, y afrontar las consecuencias para mi propio ministerio, que sería interrumpido, o incluso terminaría.
La seriedad de ser un padre responsable
Así que la impresión que quiero dejarles en esta mañana, especialmente a ustedes, padres, es que ser padres responsables es un asunto muy serio. Mucho más serio de lo que la mayoría pensamos. Cuando nos vemos como responsables por la sujeción y respeto de nuestros hijos (como dice 1ra a Timoteo 3:4-5), nuestra respuesta debiera ser ir a una esquina privada del hogar y caer de rodillas ante Dios, y clamar por la salvación de nuestros hijos, y por su protección de Satanás, y por su perseverancia en la fe y obediencia hasta el fin de sus días.
¿Y para nosotros? ¿Qué debiéramos pedir para nosotros? ¿Qué debiéramos hacer para obtener de ellos lo que este texto dice que debemos obtener? Bien, de éso hablaremos la próxima semana. Si Dios nos responsabilizará, ¿nos dice cómo ocuparnos de ello?
Medite, durante esta semana, si ya no hay una respuesta parcial en el versículo 5, donde vimos que lo que la iglesia necesita de sus padres es un liderazgo que ama y se preocupa, que es suficientemente fuerte para guiar.