Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya
Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba. Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados. Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcel. Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, está bautizando y todos van a Él. Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de Él.”El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado. Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.
Ahora, Jesús ha terminado de hablar con Nicodemo, y la escena cambia hacia los campos de Judea, donde Jesús y sus discípulos están bautizando (aunque Juan 4:2 dice que "Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos"). Versículo 22: "Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba". Esta es parte de la forma en que Jesús reunía seguidores: ellos indicaban su arrepentimiento y fe en el bautismo.
Dos Grupos de Bautizadores
Entonces, el versículo 23 introduce nuevamente a Juan Bautista y nos prepara para la idea central de esta sección. Versículos 23-24: "Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados. Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcel". Así que la situación se plantea de esta forma: El grupo de hermanos de Jesús está bautizando y el grupo de hermanos de Juan está bautizando.
Por alguna razón, esta situación provoca una disputa acerca de la purificación entre los discípulos de Juan y cierto judío. Versículo 25: "Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación". Así que el tema es la purificación, y la disputa parece haber surgido a causa de los dos grupos de bautizadores.
¿Una Disputa Sobre Purificación?
Es todo lo que se nos dice. El debate nunca fue descrito. De hecho, cuando los discípulos de Juan vienen a Juan con el problema, éste ni siquiera parece tener que ver con la purificación. Versículo 26: "Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, está bautizando y todos van a Él".
Entonces, ¿cuál era la disputa acerca de la purificación? Sólo podemos suponer. Quizás fue algo así: Un judío dice a los discípulos de Jesús: "Miren, ustedes están bautizando muchas personas. Parece una especie de baño o purificación. Pero cada vez más personas están dejándoles y están yendo hacia aquel otro grupo que se reúne alrededor de Jesús. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el bautismo de Él y el de ustedes? ¿El de Él funciona, y el de ustedes no? ¿Acaso el bautismo de Jesús hace personas puras, y el de ustedes no?"
Una Nueva Dirección en la Conversación
Quizás la disputa relativa a la purificación era algo así. No parece ser el problema principal en los versículos siguientes. Nunca más es mencionada. Sólo parece que dio lugar a una situación y luego desapareció. Pero puede que no haya sido así. Veremos.
Lo que sí dicen los versículos 27-30, es que Juan el Bautista lleva la conversación en una dirección que nada parece tener que ver con la purificación y sí parece tener mucho que ver con Jesús (como novio), y con quién es Juan (como amigo del novio), y con qué está sucediendo en sus ministerios (mientras la novia se aleja de Juan y va hacia el novio), y especialmente con cómo responde Juan a toda esta situación en su corazón.
Juan el Bautista Aparece Nuevamente
Ahora, para comprender que está sucediendo en este pasaje, deténgase, y pregunte conmigo por qué Juan, el escritor de este Evangelio, menciona nuevamente a Juan el Bautista. Recuerde que hay cientos y cientos de verdades que pueden ser mencionadas acerca de Jesús y que Juan está omitiendo. Recuerde Juan 21:25: "Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían".
Entonces por qué, justo aquí, después de la conversación con Nicodemo, Juan menciona nuevamente a Juan Bautista para decir en el versículo 28: "Yo no soy el Cristo", y para decir en el versículo 29 'yo no soy el novio, sólo soy un amigo del novio', y para decir en el versículo 30: "Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya".
El Gozo de Juan Ante el Crecimiento de Jesús
Ya hemos escuchado ese tema. Juan 1:8: Él no es la luz. Juan 1:20: Él no es el Cristo. Juan 1:21: Él no es Elías y no es el profeta. Juan 1:23: Él sólo es una voz que clama en el desierto. Juan 1:27: Él no es digno de desatar las sandalias de Jesús. Y muchas más. Juan ya se ha humillado a sí mismo y ya ha exaltado a Cristo. ¿Por qué el escritor le menciona nuevamente aquí para que haga nuevamente lo mismo (humillarse y exaltar a Jesús)?
Este es el motivo que creo que tiene Juan. Juan no sólo se repite a sí mismo. Aquí hay nuevos aspectos que dice y nuevas emociones expresadas. Mi respuesta a por qué Juan el Bautista es mencionado nuevamente aquí, con estas palabras, es que él representa un tipo de respuesta a lo que Jesús había acabado de decir, que confirma a Jesús, y responde de corazón, en una forma en que muchos (en aquella época y en la actualidad) encuentran incomprensible, esto es, gozarse al disminuir él y crecer Jesús.
La Atención Va Hacia Jesús
Vea cómo el versículo 29 enfatiza el gozo de Juan el Bautista: "El amigo [que es Juan] del novio [Jesús], que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado”. Esas son palabras fuertes: "se alegra en gran manera" y este gozo mío se ha completado". Gran alegría. Gozo completo. Y todo, ¿a qué se debe?
El novio recibe toda la atención. Las cámaras destellan todas en esa dirección. Todo el arroz vuela en esa dirección. La luna de miel está en esa dirección. Y nadie mira hacia atrás hacia la voz silenciosa sentada en los escalones de la iglesia. La voz del novio, la voz del pastor, ha reemplazado la voz clamando en el desierto. En unos pocos meses, la espada de Herodes, silenciará totalmente la voz de Juan (vea el versículo 24). ¿Y la respuesta de Juan a esta disminución de la atención, a este decrecimiento?: Este gozo mío se ha completado (versículo 29).
"¿Quién es Este Egomaníaco?"
Esa no fue la respuesta de Nicodemo a Jesús. Y hay muchos hoy quienes encontrarían incomprensible esta respuesta a la exaltación de Jesús por encima de sus amigos.
El martes pasado, 13 de Mayo, por ejemplo, la Radio Pública Nacional, reprodujo una entrevista con un autor, quien citó a Jesús en Mateo 10:37-38 y preguntó en su libro: "¿Quién es el egomaníaco que dice estas palabras?" Esto era lo que decía Jesús:
El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Jesús, claramente está demandando que le atesoremos por encima de todos y de todo. Hoy, para demasiadas personas, eso es pura egomanía. Y las personas que responden así, encuentran incomprensible la reacción de Juan Bautista. Representa la acción opuesta a la reacción que tendrían. Ven que Jesús demanda que le amemos más que a todos (que le sigamos, que confiemos en Él, que le disfrutemos, que nos sintamos satisfechos en Él, que nos deleitemos en Él, que le obedezcamos a Él más que todos). Es cierto. Él lo demanda. Y la respuesta que tienen es totalmente opuesta a la que tuvo Juan el Bautista. Ellos se quedan donde estaba Nicodemo. Estupefactos (Juan 3:9) u horrificados.
Cuando Jesús Crece, Crece el Gozo
Pero Juan Bautista dice en los versículos 29-30: "Y por eso, este gozo mío se ha completado. Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya". Cuando Jesús se vuelve mayor en el mundo, y yo me vuelvo menor en el mundo, mi gozo crece. Y cuando éste es el propósito del mismo Jesús, no es egomanía. Es amor.
Así que mi respuesta a la pregunta de por qué Juan el Bautista es mencionado nuevamente aquí, es que se le menciona para ilustrar una respuesta gozosa a las verdades radicales que Jesús había estado diciendo a Nicodemo acerca de sí mismo, y acerca de la obra soberana de Dios en la salvación. Usted podría llamarle una respuesta gozosa a la soberana autoexaltación de Dios.
¿Cómo Responderá Juan?
Demos un vistazo más de cerca para ver más detalladamente la relación. Jesús había dicho en el versículo 21, que a diferencia del hombre que amaba las tinieblas y odiaba la luz, el hombre que practica la verdad "viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios". En otras palabras, una de las características principales de la persona que ha nacido de nuevo, es que anhela que su nuevo nacimiento sea visto, sus nuevas obras, sus nuevas actitudes, sus nuevas emociones, que "han sido hechas en Dios”. Es decir, en el poder de Dios. Él anhela mostrar claramente que esta novedad es una obra de Dios, una obra de gracia soberana.
Vea ahora cómo las palabras de Juan Bautista se relacionan con estas declaraciones. Los discípulos de Juan dicen al final del versículo 26 que Juan está perdiendo seguidores: "todos van a Él" ¿Cuál será la respuesta de Juan?
Este es el Plan de Dios
Versículo 27: "Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.” Su respuesta es que la razón por la que estas personas le están abandonando y están yendo tras Jesús, es que Dios los está entregando a Jesús. "Un hombre no puede recibir nada (y mucho menos una multitud) si no le es dado del cielo (es decir, de Dios)". Esta es la idea central del versículo 21: las personas que vienen a Jesús anhelan mostrar con claridad que Dios les ha dado para Jesús. Esto es exactamente lo que vimos la última vez en Juan 6:37: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí".
En otras palabras, estas palabras de Juan el Bautista están aquí porque subrayan y confirman la obra soberana de Dios (de que habló Jesús en Juan 3:21 y 3:8), en las personas que vienen a Cristo. Juan dice: 'ustedes se preguntan por qué se alejan de mí y van hacia Cristo—Dios lo está haciendo. Está dándolos a su Hijo (6:37, 44, 65). Y será manifiesto que van porque el poder de Dios los lleva'.
Entonces, en el versículo 28, Juan dice a sus discípulos que ésta no es una sorpresa, porque Dios le envió para esto mismo, para que las personas le dejen a él y vayan a Cristo. Versículo 28: "Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de Él”. Dios mismo le envió para esto. Este era el plan de Dios. Reunir a un pueblo y luego entregarlo. Levantarse como una estrella en el desierto, y luego desintegrarse como un meteorito. Ese es el plan. Juan lo sabe. Y está ocurriendo, su gozo crece.
La Voz del Novio
Entonces, Juan nos sorprende por completo con una nueva ilustración en el versículo 29. "El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado”.
¿Por qué se menciona la voz del novio? ¿Por qué el amigo del novio (Juan el Bautista) se regocija grandemente al escuchar la voz del novio? Quizás sólo porque su voz implica que él está allí. Y el amigo está contento de que Él esté allí. Pero sospecho que es más que eso. Juan Bautista se describió a sí mismo en Juan 1:23 como "la voz" que clama en el desierto. Su propia voz había reunido un pueblo. Pero ahora todos están dejándole y está yendo a Jesús. ¿Por qué? Porque están oyendo otra voz. Una voz más grande. Una voz más potente. "las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. . . . las ovejas lo siguen porque conocen su voz" (Juan 10:3-4).
El novio tiene a la novia porque la novia oye una voz, y la novia conoce la voz de su esposo. Y abandona a Juan y va a Jesús. Juan se regocija en la voz del novio, no sólo porque el novio esté aquí, también porque la voz congrega a la novia, y la congrega lejos de Juan. Por esta razón las próximas palabras de su boca, en el versículo 30, son: "Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya". Es necesario que sea así. Y en esto yo (Juan el Bautista), me regocijo.
El Necesario Divino
El "necesario" del versículo 30 es muy importante. Es el necesario de Dios. Es el necesario de un plan divino. En el versículo 27, Dios da personas a Jesús, y ellas abandonan a Juan el Bautista, y van a Jesús. Esta es la obra de Dios. Es parte del "necesario" del versículo 30.
Y, en el versículo 28, Dios envía a Juan, no para que sea el Cristo, sino para que vaya delante de Él y señale al Cristo. Así que el plan de Dios es que Juan reúna un pueblo y luego lo aparte de sí, para darlo a Jesús. Es parte del "necesario" del versículo 30.
La Voz Superior de Jesús
Entonces, en el versículo 29, Juan se enfoca en la voz del novio. Esta voz es superior a su propia voz. Esta voz resucita muertos (5:25; 11:43). Esta voz es conocida por todas las ovejas, y ellas le siguen (10:3-4). Esta voz corteja y conquista a la novia. Ella conoce a su esposo, y va a Él. El que tiene la novia es el novio. Sabemos que ella no debiera ir a otro. Ésta es la obra de Dios. Es parte del "necesario" del versículo 30.
De modo que Juan resume la obra de Dios en el versículo 30: "Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya". Es necesario. Este es el plan de Dios. El Hijo de Dios, el novio, será exaltado. Él será glorificado. Él crecerá ante los ojos de los hombres. O, como dice el versículo 21, será manifiesto que la nueva obra de todo su pueblo es su obra.
Ver la Respuesta de Juan - E Imitarla
Y contrario a toda naturaleza humana ordinaria, esta es la razón por la cual Juan el Bautista se regocija con gran alegría, y dice que su gozo ha sido finalmente completado. Versículos 29-30: "se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado. Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya".
Por esto es que Juan, el escritor de este evangelio, registra estas palabras aquí. Nicodemo fue sorprendido por la soberanía de Dios que exalta a Cristo en el nuevo nacimiento. Juan la vio y se enamoró de ella: 'Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo (versículo 27). Y hacia allá va la novia, alejándose de mí y yendo a Jesús, así que ésta es una obra del cielo. Ésta es la glorificación del Hijo, el Pastor, el Novio, la Voz soberana. Él crece, yo disminuyo. Y ésta es la plenitud de mi gozo'.
Esto es lo que Juan, el escritor del Evangelio, quiere que veamos. Y seamos.
¿Qué Hay Con la Purificación?
Una última observación. Todo comenzó en el versículo 25 por una discusión acerca de la purificación. Versículo 25: "Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación." ¿Juan Bautista no tenía algo que decir acerca de la purificación? ¿Simplemente la dejó atrás?
Juzgue usted. Si Juan Bautista se hubiera referido a Jesús como lo hizo en 1:29: "He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo," diríamos, ¡helo aquí! Esta es la relación con la purificación del pecado. El Cordero es sacrificado por los pecadores y los purifica de sus pecados.
La Esposa Purificada del Cordero
Pero en lugar de eso, en el versículo 29, Juan habla de Cristo como el novio, y de la iglesia como de la novia. Pero, ¿hay en la mente de Juan (de los dos Juanes, el escritor y el Bautista) alguna relación entre estos dos temas? Escuche Apocalipsis 21:9: "Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero". La novia es la esposa del Cordero. Así que el Novio es el Cordero que quita el pecado del mundo.
De modo que quizás no es sorprendente escuchar a Pablo hablar acerca de Cristo como el novio de la iglesia y decir, explícitamente, que él la santifica y la purifica. Efesios 5:25-27:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria , sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada".
Por tanto, cuando Juan nos dice que Jesús es el novio y que tiene a la novia, está, de hecho, respondiendo a la pregunta acerca de la purificación. El Novio es el Cordero. El Novio sí se da a sí mismo por su novia y la purifica de todos sus pecados.
Volviéndonos al Salvador
Y por eso, al final no es tan extraño, ¿verdad?, que Juan el bautista vea que este novio crece (y que sus seguidores se vayan al novio y él se vea a sí mismo disminuir) y diga, este gozo mío se ha completado.
Ellos no están yendo hacia un egomaníaco. Están yendo a un Salvador. A un Cordero. A un Protector. A un Proveedor. A un Líder. A alguien diferente a todas las personas que alguna vez hayan conocido. ¿Cómo no podrían amarle más que a todos?