Crecer en la Gracia y el Conocimiento de Nuestro Señor
La sección final de 2 Pedro que vamos a ver es 3:15-18. Voy a resumir los puntos principales que considero y luego los examinaremos uno por uno. Primero, del versículo 15, debemos considerar el tiempo en el que vivimos como tiempo de salvación. Segundo, de los versículos 15 y 16, también esto es lo que Pablo enseñó, y sus cartas tienen la misma autoridad que las Escrituras inspiradas del Antiguo Testamento. Tercero, del versículo 16, aunque las cartas de Pablo hayan sido inspiradas, no significa, sin embargo, que todas sean fáciles de entender. Cuarto, del versículo 16, la interpretación errónea de las Escrituras pueden conducir a la destrucción. Quinto, de los versículos 17 y 18, por consiguiente, protegerse del error y de la destrucción creciendo en la gracia y el conocimiento de Jesús. Finalmente, de la última oración del libro, recordar que el principal objetivo de Dios en la vida es que Jesucristo sea glorificado. Todo lo demás es concebido para ese fin.
La Era de Salvación
Primero, entonces, el versículo 15: "Considerad la paciencia de Nuestro Señor como salvación". Esto es una continuación de la reflexión del versículo 9, donde Pedro dijo que la razón por la cual Cristo aún no ha retornado es para darle tiempo a la totalidad del pueblo de Dios para que se salve. Por lo tanto, cuando Pedro dice "Considerad la paciencia de Nuestro Señor como salvación", nos está diciendo cómo pensar sobre el tiempo de demora en el que vivimos antes del segundo advenimiento.
La mente humana anhela encontrar significado, dirección y coherencia en la historia. Y por eso, describimos los períodos de la historia como La Edad Media, el Renacimiento, el período de la Ilustración, la Era Industrial, etc. En general, al tratar de entender la historia, nos concentramos en el hombre - cómo ha progresado el hombre, lo que ha logrado determina el significado de la historia.
Pero hay un grupo de personas en el mundo, la iglesia de Jesucristo, la cual siempre debe centrarse en Dios y al prestar atención al mundo ver las cosas como Él las hace. El versículo 15 es la Palabra de Dios sobre cómo debemos interpretar el tiempo en el que vivimos. La historia del mundo entre la primera y la segunda venida de Cristo es, sobre todo, una era de salvación. Hay algo que marca este tiempo como completamente único y es más importante que el renacimiento del aprendizaje clásico, la emergencia de la ciencia, el crecimiento de la industria: concretamente, es el tiempo de la salvación. El Salvador ha llegado y abierto el camino hacia Dios. Mientras Él tiene paciencia, el camino todavía permanece abierto. Cuando vuelva, el camino estará cerrado y el tiempo de salvación habrá pasado.
Desde la perspectiva de la eternidad, recordaremos estos breves 2000 años más o menos, y las condiciones relativas de la vida humana, desde la Edad Media hasta la era del aterrizaje en la luna y la televisión en un reloj pulsera, y nos resultarán completamente insignificantes comparados con la importantísima marca distintiva de este período, entre la primera y la segunda venida de Cristo - este era el período en que la gente pudo salvarse confiando en Cristo. La única historia de importancia es la historia de las misiones y su derivación en doctrina profunda y vida santa. Las únicas biografías que se valorarán en la era futura serán las vidas de los santos - los que sabían que estos eran tiempos de salvación. Seamos personas que se concentren en Dios y veamos los tiempos que vivimos desde su perspectiva. "Considerad la paciencia del Señor como salvación".
Las Cartas de Pablo como Escritura
Segundo, noten que esto es, también, lo que Pablo enseñó, y que Pedro consideró las cartas de Pablo en la misma categoría que la inspiradas Escrituras del Antiguo Testamento. Versículos 15 y 16: "Tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada. Asimismo, en todas sus cartas habla en ellas también de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables distorsionan, como también distorsionan el resto de las Escrituras". Pedro dice: "Considerad la paciencia de Nuestro Señor como salvación". Pablo dice en Romanos 2:4: "¿Tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?". Ambos enseñan que el juicio retrasado de Dios es un acto de paciencia, que debe considerarse un generoso tiempo agregado para el arrepentimiento y la salvación. En 2 Corintios 6:2, Pablo dice: "He aquí, ahora es el tiempo propicio; he aquí, ahora es el tiempo de salvación".
Por lo tanto, al buscar el apoyo de Pablo, Pedro demuestra que hay acuerdo entre los apóstoles. Los falsos maestros pueden rechazar el segundo advenimiento de Cristo, pero los apóstoles de Cristo están unidos: Cristo va a volver, y el tiempo de demora es por nuestra salvación.
Al agrupar Pedro las cartas de Pablo con "las otras escrituras" (en el versículo 16), ganamos un conocimiento que es de una enorme importancia. Jesús mismo consideró que las Escrituras del Antiguo Testamento son completamente acreditadas y obligatorias, cuando son interpretadas y aplicadas apropiadamente (Mateo 5:17). Eran la Palabra de Dios (cf. Marcos 7:13). Pedro enseñó en 1:20-21 que las Escrituras proféticas ( y creo que incluiría a todas las del Antiguo Testamento) estaban inspiradas por Dios ya que los hombres estaban sensibilizados por el Espíritu Santo. Por consiguiente, al incluir las cartas de Pablo en esta misma categoría, creo que está declarando una inspiración y autoridad igual para Pablo. Confirma lo que Pablo declaró para sí mismo. En 1 Corintios 2:13, Pablo dijo de sus propias enseñanzas: "Hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu".
Esta es la razón por la cual la Biblia se ubica en el centro de la vida cristiana. Esa es la razón por la cual este púlpito está elevado y en el centro de la parte delantera. Porque creemos que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios - posicionada delante de nosotros como nuestra guía, sobre nosotros como nuestro juez y debajo de nosotros como la roca de nuestra esperanza. En el prefacio de sus Sermones Estándar, John Wesley escribió: "Soy un espíritu que proviene de Dios y retorna a Dios, que está planeando sobre un gran abismo; hasta que en unos pocos instantes no se me ve más, ¡caí en una eternidad inalterable! Quiero saber solo una cosa - el camino al Cielo...Él lo ha escrito en el libro. Oh, ¡denme ese libro! A cualquier precio, ¡denme el libro de Dios! Lo tengo: aquí hay suficiente conocimiento para mí. Déjenme ser homo unius libri (hombre de un solo libro)". O podríamos ser el pueblo del libro. "Bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite y en su ley medita día y noche" (Salmo 1). Los apóstoles están de acuerdo entre sí y con el Antiguo Testamento en un inspirado y gran libro de Dios. Cuanto más lo lean, más van a ver con los ojos de Dios.
Las Escrituras Pueden Resultar Difíciles de Entender
Tercero, aunque las Escrituras son inspiradas, no todo es fácil de entender. Versículo 16: "En las cuales hay algunas cosas difíciles de entender" Me encantaría hablar una hora sobre las consecuencias de esa frase; pero como no tengo tiempo, acá va una resumen de ese sermón: Punto 1: Al ser inspiradas, las Escrituras revelan la mente de Dios. Punto 2: La mente de Dios es enormemente más importante que la nuestra y la percibiremos como extraña y compleja, no como común y simple. Punto 3: Por consiguiente, las Escrituras resultarán, a veces, extrañas, complejas y difíciles de entender. Punto 4: La continua selección de lo que es simple en la Biblia sería un pecado en la prédica regular de la iglesia, porque Hebreos 5:13 dice: "El que toma solo leche no es experto en la palabra de justicia, porque es un niño". Punto 5: Por lo tanto, la prédica, que tiene como objetivo transmitir la totalidad del consejo de Dios en las Escrituras (y la cual no presume de ser más sabia que los apóstoles) a veces va a ser compleja y va a exigir lo máximo posible en humildad y esfuerzo mental al pueblo de Dios.
Se que en mi prédica estoy dirigiéndome a personas orientadas visualmente e influenciadas por la TV. Se que el 98% de ustedes tienen televisión y en 1971 el adulto promedio en Norteamérica veía televisión 23 horas por semana. Creo que John Stott tiene razón en su nuevo libro sobre predicar, cuando dice que la larga exposición a la televisión tiende a producir pereza física, debilidad intelectual, agotamiento emocional, confusión psicológica y desorientación moral. Lo que significa para nosotros, los predicadores, (especialmente para mí) es que debemos mejorar nuestra habilidad para comunicarnos efectivamente y capturar la atención, sin bufonerías, ni una orquesta de cuerdas, ni violencia o sexo. Pero, no significa que podamos abandonar nuestra vocación de predicar la totalidad del consejo de Dios. Y por consiguiente, es de esperar que, a veces, la prédica sea lo más exigente que escuchen en toda la semana. No veo cómo podría ser de otra manera, a menos que pueda hacer fácil lo que los apóstoles no pudieron.
Una Mala Interpretación Puede Conducir a la Destrucción
Cuatro, una mala interpretación de las Escrituras puede llevar a la destrucción. Versículo 16: "Los ignorantes e inestables las distorsionan para su propia perdición". Otra manera de decirlo es que la mala interpretación de las Escrituras es una cuestión de vida y muerte. Santiago dijo (en 3:1): "Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo". ¿Por qué? Porque el destino eterno de la gente depende de cómo interpretan las Escrituras.
Son los "ignorantes" y los "inestables" los que tienden a tergiversar las Escrituras y a ser destruidos. En 2:14, estos son a quienes los falsos maestros cautivaban. 2 Pedro está escrito para ayudarnos a no ser así.
Protéjanse del Error
El punto cinco nos dice (en los versículos 17 y 18) cómo evitar ser arrastrados al error y a la destrucción. "Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano (que pueden ser destruidos por usar incorrectamente las Escrituras), estad en guardia no sea que, arrastrados por el error de hombres libertinos, caigáis de vuestra firmeza; antes bien, creced en la gracia y en el conocimiento de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo". El antídoto contra la decepción y la destrucción es crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo. La comparación entre los versículos 17 y 18, por un lado, está entre un árbol que no crece, entonces pierde la estabilidad en la tierra y es derribado por el viento de las enseñanzas falsas y muere; y, por otro lado (v.18), un árbol que mantiene sus raíces plantadas en la gracia de Dios, entonces crece, es saludable y estable y no es derribado por las enseñanzas falsas.
Diez semanas atrás, si pueden recordar, cuando comenzamos con esta serie sobre 2 Pedro, yo puntualizaba que la carta comienza y termina con el mismo mensaje de gracia y conocimiento. Quiero que lo vuelvan a ver ahora, y cómo resume el punto principal de la carta. El versículo 18 dice: "Creced en la gracia y el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo". El versículo 2 del capítulo 1 dice: "Que la gracia y la paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús, Nuestro Señor". Aunque, de alguna manera, el lenguaje es diferente, creo que la esencia es la misma. El gran anhelo de Pedro para estas personas y para nosotros es que podamos recibir la gracia de Dios en abundancia; que podamos extraerla de nuestras raíces y crecer conforme a ella; que podamos impregnarnos a través de nuestras hojas y crecer en ella.
Después de "Jesús", no hay otra palabra más dulce en la Biblia que "gracia". Como diría el Dr. Widen, "Es el más grande recurso sin usar del mundo". Es la riqueza de la generosidad de Dios; son las riquezas de su misericordia; es el suavizante ungüento de su perdón; la libre e inmerecida, pero generosamente ofrecida, esperanza de vida eterna. La gracia es lo que ansiamos cuando estamos cargados de culpa. La gracia es lo que debemos tener cuando estemos por morir. La gracia es nuestro único rayo de esperanza, cuando el futuro oscurece con nubes tormentosas de miedo.
Y ¿cómo recibiremos esta gracia? ¿Dónde hundiremos nuestras raíces? ¿A qué sol orientaremos nuestras hojas? A las promesas que nos ofreció el Maestro cuando pagó por nosotros con su muerte (2:1). El mejor fertilizante para nuestra esperanza y nuestra piedad es el conocimiento de nuestro futuro en la gracia de Dios. Por eso, Pedro dice: "Que la gracia y la paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios" y cierra con un mandato para crecer "en la gracia y en el conocimiento de Nuestro Señor". Si solo conociéramos una fracción del futuro que Dios está destinando para nosotros, si pudiéramos empezar a sentir que nuestros anhelos más profundos serán complacidos, que cada belleza de este mundo será preservada e intensificada, que cada sentimiento bueno renacerá, que cada relación apropiada será recuperada para siempre, que todo dolor, frustración y maldad desaparecerá, que el pez morderá antes que la lombriz toque el agua, y que Jesús iluminará al mundo con una luz dorada - si pudiéramos creer lo que ningún ojo ha visto, ni ningún oído escuchado, ni el corazón del hombre ha experimentado, lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman (1 Corintios 2:9) nuestros corazones se liberarían de la codicia y de los miedos que nos hacen pecar, escaparíamos de la corrupción que hay en el mundo y nos convertiríamos en partícipes de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).
2 Pedro - Para Gloria de Dios
El mensaje de 2 Pedro es que la alegría de esperanza es el poder de la piedad. El conocimiento de las promesas de Dios es el sendero de su poder (1:3-4). Las promesas, el poder, la esperanza y la piedad todas existen a causa de su gracia. Y así termina el libro - y con estas palabras nos despedimos: "A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén".