Dios nos fortalece por medio del evangelio
Y a aquel que es poderoso para afirmaros conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin, 26 pero que ahora ha sido manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para guiarlas a la obediencia de la fe, 27 al único y sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para siempre. Amén
Hoy comenzamos el último párrafo de la mayor carta jamás escrita, la carta de Pablo a los Romanos. Quizás algunos se estarán haciendo la pregunta: ¿Estaremos casi terminando con el libro de los Romanos? La mayoría no estaban aquí cuando empezamos el libro el 26 de abril de 1998, hace siete años y medio. Muchos fechan su llegada a Bethlehem según el capítulo de Romanos en que vinieron. Ahora se acerca el fin. Para eliminar todo el suspenso y ayudarles a prepararse para la transición, le diré el plan.
Un Aterrizaje, Lento y Gradual Hasta la Temporada del Adviento1
Este último párrafo (Romanos 16:25-27) trae consigo tantos temas cruciales de la carta que nos provee de una buena forma de hacer un aterrizaje, lento y gradual. Nuestro vuelo de siete años juntos no terminará con un rápido descenso. Es un gran jet y no cae desde el cielo como un Piper Cub.2 Mi plan es utilizar cinco semanas en estos tres versos, lo que significa que espero haber completado el libro de Romanos para el domingo 24 de diciembre antes de Navidad –la víspera de Navidad parece un clímax apropiado. ¿Oraría conmigo para que Dios que estos Domingos del Adviento (que comienzan la próxima semana) sean la temporada más poderosa que hayamos conocido para exaltar a Cristo y ver a las personas convertirse a la fe y sobreedificarse en él?
Las Doxologías Dirigen la Atención hacia la Gloria de Dios
Los últimos tres versos del libro de Romanos son lo que generalmente llamamos una doxología. La palabra doxología viene del griego doxa, que significa gloria, y logos que significa palabra. Así que una doxología es una palabra que atribuye gloria a Dios. La convicción detrás de las doxologías del Nuevo Testamento es que todo lo que existe, y todo lo que sucede dirige la atención hacia la gloria de Dios. Es por eso que las doxologías tienden a aparecer en momentos de clímax o al final de una predicación o escrito. Me uno a Pablo al decir que todo lo que he dicho hasta ahora (oro para que sea así) dirigirá toda la atención hacia la gloria de Dios.
Así que Pablo comienza su doxología final en el verso 25 escribiendo “Y a aquel...”, tiene en mente las últimas palabras de su doxología que atribuirán la gloria a Dios, pero no puede terminar escribiendo un simple “Y a él sea la gloria”. En lugar de eso inserta una frase tras la otra acerca de Dios el Padre, y de su evangelio que ha escrito por dieciséis capítulos. Y luego sí comienza a atribuirle la gloria en el verso 27, en las últimas palabras del libro. Así que ponemos el comienzo junto al final (el verso 25 junto al 27): “Y a aquel... al único y sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para siempre. Amén”
Este no es el único lugar donde Pablo utiliza una doxología. Había una en Romanos 11:36 en el clímax de sus primeros 11 capítulos antes de que comenzara a explicar las implicaciones más inmediatas de lo que había enseñado: “Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén” (vea también Filipenses 4:20 y Efesios 3:20-21).
Y Pablo no era el único a quien le gustaba las doxologías. Pedro dijo en 1ra de Pedro 4:11: “a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén”. Juan el apóstol dijo en Apocalipsis 1:5-6: “Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre, 6 e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén”. Y Judas, el hermano del Señor, escribió la doxología más famosa de todas (Judas 1:24-25): “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, 25 al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén”.
Así que cuando usted escucha una doxología pronunciada o cantada, sepa que es una forma bíblica y apostólica de hablar enraizada en la importantísima y universal verdad de que todo existe para llevar la atención hacia la gloria de Dios.
Con eso es con lo que estaremos lidiando en las últimas cinco semanas de Romanos. Es mucho tiempo para una doxología que está muy llena de las verdades acerca de Dios y el evangelio. Usted puede estar seguro de que Pablo no tiraría palabras al azar a medida que termina lo que fue para él la mayor y más larga carta que había escrito. Cada palabra importa. Estas son sus últimas palabras a los Romanos. Pudieran ser las últimas palabras para usted. Espero que escuche cuidadosamente y espero que vuelva, en estas últimas semanas del año, a ver los cinco ángulos de esta doxología.
Dios Usa el Evangelio para Afirmar a los Creyentes
Hoy, quiero enfocarnos principalmente en la declaración de que Dios afirma a su pueblo conforme a su evangelio. Verso 25: “Y a aquel que es poderoso para afirmaros conforme a mi evangelio”. Todo lo que Pablo dice en los versos 25 y 26 es un despliegue de las verdades del evangelio que afirma a los creyentes. Este evangelio que afirma es “la predicación de Jesucristo” (v. 25b). Jesús es la realidad central del evangelio. Este evangelio “según la revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin” (v. 25c), es el misterio de que los gentiles –las naciones- son conciudadanos con los creyentes judíos por la fe en Jesús (Efesios 3:6). Que la buena noticia “que ahora ha sido manifestado” (v. 26a), aunque estuvo en secreto en el pasado, está en la mismas “escrituras proféticas” del Antiguo Testamento (v. 26b) que Pablo utilizaba para revelar el misterio a “todas las naciones”. Y todo en esta buena noticia para las naciones es el “mandamiento del Dios eterno” que apunta hacia “la obediencia de la fe” (v. 26c).
Todo eso es un despliegue de las verdades del evangelio en el verso 25 que Dios utiliza para afirmar a los creyentes para que puedan perseverar realmente en la obediencia de la fe y dirigir su atención hacia la gloria de Dios.
Así que el enfoque hoy está sobre este hecho sorprendente: Al final de este libro, a medida que Pablo pone las palabras de su doxología final en sus labios, lo que elige decir de Dios es que está dispuesto a afirmarles con su evangelio. Cuando finaliza llevando nuestra atención hacia la gloria de Dios, lo hace de manera que su gloria resplandezca más brillantemente en la afirmación de que Dios fortalecerá a su pueblo que cree en el evangelio.
El Dios que Afirma para Su Gloria
Ahora, hay algo aquí tan maravilloso que no quiero pasarlo demasiado rápido a para que usted no se lo pierda. Así que permítanme decir nuevamente lo que es obvio y luego dirigirme a lo que es menos obvio. El hecho obvio es que de todas las cosas que pudo decir acerca de lo que Dios hace o ha hecho que dirige la atención hacia su gloria, él escoge enfatizar una: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!” Él sí dice que Dios es sabio, y que Dios mantuvo algo en secreto durante siglos sin fin, y que reveló algo por el bien de las naciones, y que hizo todo esto conforme a su mandamiento eterno. Sí, pero en la manera en que Pablo prepara su doxología, todo esto sirve de soporte y explicación para algo más importante: Dios puede fortalecerles: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!”
Ahora, este es el hecho obvio. Aquí tenemos algo que es menos obvio pero que queda claro como un cristal una vez que alguien lo trae a nuestra mente. Muchos reyes en la historia y muchos dictadores hoy tratan de tener gloria. Ellos quieren ser conocidos como fuertes, ricos, y sabios. ¿Y cómo lo han hecho? Manteniendo a sus ciudadanos débiles, pobres e ineducados. Un pueblo educado es una amenaza para un dictador. Una clase media próspera es una amenaza para un dictador. Un pueblo fuerte es una amenaza para un dictador fuerte. ¿Qué hicieron entonces? Aseguraron su propio poder manteniendo a su pueblo débil. Ellos obtuvieron su gloria parándose sobre las espaldas de un pueblo destruido. Vea simplemente el régimen de Islom Karimov en Uzbekistán. Y podríamos mencionar muchos otros –como reyes que mantuvieron a su pueblo débil para poder ser fuertes y ricos.
La Gloria de Dios en la Fortaleza del Evangelio
Pero ahora compárelos con la manera en que Pablo dirige la atención hacia la gloria de Dios. Si algún rey tuvo alguna vez el derecho de mostrar toda su gloria parándose sobre las espaldas de su pueblo rebelde, ese es Dios. Pero ¿qué hace? Él demuestra su gloria al hacerse un pueblo fuerte. “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!” Dios magnifica su gloria al hacerles fuertes con su evangelio. Dios no se siente amenazado con la fortaleza que ustedes tengan. De hecho, mientras más fuertes sean en la fe y la esperanza y el amor a través del evangelio de Jesucristo, mayor se verá él. Dios no asegura su fortaleza manteniendo débil a su pueblo. El magnifica la gloria de su fortaleza fortaleciendo a su pueblo: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!”
Por tanto, cuando Pablo hace que la gloria de Dios sea la meta suprema del evangelio –cuando termina la mayor de todas las cartas al dirigir la atención hacia la dignidad suprema de la gloria de Dios – escucharle no es una mala noticia para nosotros. A menos que queramos tener esa gloria para nosotros mismos. ¿Por qué no es una mala noticia para nosotros? Porque Dios dirige la atención hacia su gloria al hacer que su pueblo indigno sea un pueblo fuerte. Mientras mayor es la gloria de Dios, más recursos hay para nuestra fortaleza. Mientras más maravillosa y multiforme es la gloria de Dios, más maravillosa y multiforme es la fuente de nuestra fortaleza: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!”
Fortalecidos en el Evangelio
¿Qué tipo de fortaleza dice Pablo que Dios está dispuesto a dar? Bien, Dios puede dar cualquier tipo de fortaleza que quiera -“con mi Dios escalaré murallas” (Salmo 18:29). Pero aquí se refiere al mismo de tipo de fortaleza a la que se refirió en Romanos 1:11-12: “Tengo muchos deseos de verlos para impartirles algún don espiritual que los fortalezca [stērikthēnai, la misma palabra que utiliza en 16:25]; 12 mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que compartimos”. La sustancia de esta fuerza es la fe en Jesucristo.
La Fortaleza para Las Mujeres en el Evangelio
Esta no es una fortaleza que el mundo conozca o dé. Mujeres, muchachas adolescentes, ¿en qué piensan cuando piensan en ser mujeres fuertes? O niñas, ¿cuándo piensan en crecer y ser mujeres fuertes, en qué piensan? Tener esto claro es importante porque Dios quiere que sean fuertes, tanto la Biblia como la experiencia les dicen que en un sentido ustedes son el vaso débil (1ra de Pedro 3:7) –el 95% de los hombres adultos en el mundo son físicamente más fuertes que el 95% de las mujeres adultas. Cuando ustedes sueñan en ser mujeres fuertes ¿en qué sueñan?
El mundo les dirá tres maneras en que pueden buscar su fortaleza: Una es siendo sexy, vistiendo sexy, actuando sexy, porque los hombres son tan débiles, que ustedes pueden tener poder sobre ellos de esa manera. Otra forma es siendo asertivas, vigorosas, agresivas, confiando en ustedes mismas. Y tercero, sean inteligentes y muévanse a través de todos los canales de influencias hacia posiciones de poder. Ninguna de estas son las fortalezas a que Pablo se refiere cuando dice:
Pablo está pensando en la fortaleza interior que Pedro mencionó para las mujeres en 1ra de Pedro 3:6 donde Pedro exhorta a las mujeres a ser como Sara, la santa mujer de edad: “vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor”. Y está hablando del tipo de fortaleza de que Proverbios 31:25 habla cuando dice: “Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro”.
En otras palabras, mujeres, muchachas, sueñen con ser tan seguras en Dios, y en quienes son en Dios como hijas del Rey del universo, en lo que ha hecho por ustedes y les ha prometido hacer y ser por ustedes en Jesucristo, para que no teman a nada sino a Dios y se rían del futuro –no importa lo que traiga consigo. La sexualidad –les prometo que la perderán- y el hombre que obtengan con ella no es el tipo de hombre que quieren. Con la asertividad, marginarán al tipo de personas que quieren a su alrededor. Los niveles de poder, son como la hierba: el viento pasa sobre ella y ya pasó. Pero la fortaleza que el Señor da permanece para siempre. “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!”
Fortaleza para Los Hombres en el Evangelio
Hombres, jóvenes, ¿qué hay sobre ustedes? ¿En qué sueñan cuando piensan en ser fuertes? ¿Que algún día puedan sostener un Altoids tin y lucir curiosamente fuertes? ¿O ser los mejores jugadores en un deporte? ¿O ser el más sagaz corredor de bolsa y esgrimir el poder del dinero? ¿O ser personas educadas y leer el Atlantic Monthly y escuchar NPR y dejar caer nombres oscuros en las conversaciones de los cocteles?
No. solo los tontos quieren el poder que se desvanece. Solo los tontos quieren el poder que desaparece justo cuando más lo necesitas. Les diré el tipo de poder que Dios está dispuesto a darles en el evangelio. Es el poder para guiar a sus esposas y familias en devoción; el poder para decir una simple palabra de verdad cuando la élite educada, secular y compleja está alrededor de ustedes; el poder para estar firmes sobre sus fundamentos y decir no al comportamiento pecaminoso cuando todos los demás les llaman a ser débiles; el poder para seguir adelante contra todos los obstáculos en una causa de justicia, misericordia y verdad cuando sienten que ya no están motivados.
Fortaleza para Todos en el Evangelio
Dios está dispuesto a fortalecerles a todos –hombres y mujeres- con un tipo de poder interior en el alma a través de la fe en Cristo que les hace más fuertes en una silla de ruedas que diez mil medusas morales nadando con dos pies a la deriva por la corriente de la cultura moderna. Lo que queremos es el tipo de fortaleza que estará aquí cuando quedamos paralíticos y solo podemos responder preguntas con nuestros párpados. Y sabemos de dónde viene: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes [...] sea la gloria para siempre!”
Nunca Seremos Mayores Que Nuestra Necesidad por el Evangelio
Y una última y crucial observación que hemos estado estudiando por siete años y que estaremos estudiando en otros cuatro sermones de Romanos y oro que también la veamos en cada sermón hasta que Jesús vuelva –Dios nos fortalece conforme al evangelio: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes conforme a mi evangelio!”
El corazón del evangelio es que Jesucristo, el justo, murió por nuestros pecados y resucitó, eternamente triunfante sobre todos sus enemigos, para que ya no haya más condenación, sino gozo eterno para aquellos que confían en él. Usted nunca, nunca crecerá más que su necesidad por este evangelio, usted no comienza la vida cristiana con esto y entonces lo deja atrás para fortalecerse con algo más. Dios nos fortalecerá con el evangelio hasta el día en que muramos.
La Fortaleza del Evangelio Sobre el Cáncer
Les daré una última ilustración de mi propia vida – y muchos de ustedes tienen historias más sorprendentes para contar porque su fortaleza ha sido probada más profundamente. Pero les recuerdo lo que Dios hizo por mí allá en febrero cuando me diagnosticaron cáncer. Dios me fortaleció con el evangelio. Ustedes pudieran recordar los mismos versos que usé. Ninguno fue más importante para mí que 1ra a los Tesalonicenses 5:9-10: “Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10 que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con El”
Por tanto, todo dentro de mí dice, y espera decir cuando el diagnóstico final venga: “¡Al que puede fortalecerlos a ustedes conforme a mi evangelio [...] sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén”
Nuestro Dios ha obrado en la historia para derrotar al pecado, a Satanás, al infierno y a la muerte. Lo hizo por medio del evangelio de Jesucristo. Abracen este evangelio como el mayor tesoro de sus vidas. Dios magnificará su gloria al hacerles fuertes.
1 La primera temporada del año eclesiástico, período que comienza cuatro domingos antes de la Navidad y es observado por algunos cristianos como una temporada de ayuno y oración. Merriam-Webster Inc. & Oxford University Press, Editors: Catherine Soanes, Angus Stevenson.
2 Modelo de avioneta pequeño de una compañía llamada Piper.