Dios, matrimonio y niños
Marcos 10:1–16 (LBLA) Levantándose de allí, Jesús se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba. 2 Y se le acercaron algunos fariseos, y para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer. 3 Y respondiendo El, les dijo: "¿Qué os mandó Moisés?" 4 Y ellos dijeron: "Moisés permitió al hombre escribir carta de divorcio y repudiarla". 5 Pero Jesús les dijo: "Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento. 6 Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varon y hembra. 7 Por esta razon el hombre dejara a su padre y a su madre, 8 y los dos seran una sola carne; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. 9 Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe". 10 Y ya en la casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre esto. 11 Y El les dijo*: "Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella; 12 y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio". 13 Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. 14 Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: "Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. 15 En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él". 16 Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.
Al comenzar esta serie de cinco domingos sobre Dios y la familia quiero resaltar especialmente dos puntos de estos versículos de Marcos 10, y luego relacionarlos y aplicarlos a nuestras vidas.
1. El matrimonio es obra de Dios y su significado viene de Dios. Y este significado es principalmente la representación del pacto de amor entre Cristo y su iglesia.
2. Los niños son obra de Dios y su significado viene de Dios. Y este significado es principalmente que existen en su particularidad de ser niños para demostrar cómo entrar al reino de Dios.
En el versículo 2 algunos fariseos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba acerca de su opinión sobre el matrimonio y la ley. Preguntaron si era legal que un hombre se divorcie de su esposa. En el versículo 3 Él les devuelve la pregunta para resaltar un punto de las enseñanzas de Moisés en cuanto al divorcio. En el versículo 4 dicen que Moisés permitía el divorcio si un hombre no es desconsiderado al respecto, sino que escribe un certificado de divorcio. A lo cual Jesús respondió con palabras que parecen sugerir: Aquí hay algo más grande que Moisés, y hay cambios a la vista. En el versículo 5 dice, “Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento”. En otras palabras, las leyes que utilizáis para justificar vuestros divorcios y volver a casaros, no indican el deseo del corazón de Dios, sino la dureza del vuestro. Dios ha tolerado y regulado la dureza de vuestro corazón en su ley.
Una nueva norma de fidelidad
Pero luego Jesús llamó a una nueva norma de fidelidad al señalar un antiguo diseño de Dios. En el versículo 6 dice, “Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y hembra”. Así que cita Génesis 1:27 y lleva el significado de matrimonio al primer diseño de Dios durante la creación. El tema del divorcio y de volver a casarse, dice, no es principalmente acerca de la forma en la cual Dios controló la dureza de corazón en la ley; es principalmente acerca del significado de matrimonio que Dios diseñó en la creación. Así que nos lleva de regreso a la ley y dice (en el versículo 6), “Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y hembra”. Esta es la base del matrimonio. Las acciones de Dios, y el diseño de Dios están en juego aquí, no las del hombre. El matrimonio es una idea de Dios, no del hombre.
Luego, en los versículos 7 y 8, Jesús hace por un lado una conexión explícita entre la creación del varón y la hembra por parte de Dios, y el matrimonio por el otro al citar Génesis 2:24. Él dice:
Por tanto [debido a que Dios creó al hombre y a la mujer con un propósito para el matrimonio] el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
En otras palabras, el dejar al padre y la madre y unirse el uno al otro para formar una nueva unidad familiar, es la idea de Dios arraigada en la forma en la cual creó y diseñó al ser humano como varón y hembra.
Después hace una de las declaraciones y mandamientos más importantes y fuertes de la Biblia. En el versículo 9 dice, “Por tanto, lo que Dios ha unido (la declaración), ningún hombre lo separe (el mandamiento)”. La declaración es que el matrimonio es obra de Dios. “Lo que Dios ha unido . . .” La unión del matrimonio es algo que Dios hace. No es solamente una decisión humana. O una tradición humana. Esto es cierto hasta para aquellos que no creen en Dios. El matrimonio es algo que Dios hace, no solamente el hombre. Por lo tanto, vemos que Dios lo diseñó en Génesis 1:27, y Dios lo describe en Génesis 2:24; y fue Dios quien lo hizo el día que ustedes contrajeron matrimonio. Por lo tanto, digo que el matrimonio es obra de Dios y su significado viene de Dios.
Así, Jesús concluyó su respuesta a los fariseos con un mandamiento fuerte, “Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe”. La unión es obra de Dios, la separación, por muerte, será la obra de Dios
¿"Pero es legal?”
Pero el versículo 10 explica que los discípulos quisieron hacer la pregunta nuevamente. ¿Es legal divorciarse y volver a casarse? Jesús les responde en los versículos 11-12. Primero se refiere al hombre que está pensando en dejar a su esposa para casarse con otra mujer:
“Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella”. Luego en el versículo 12 cambia el mensaje y se enfoca en la mujer que está pensando dejar a su esposo por otro hombre: “y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”.
¿Cuál es el propósito de estos dos versículos? ¿Por qué Jesús dice esto? ¿No sabe que en su audiencia, y en esta audiencia, hay personas divorciadas y vueltas a casar? Padres de personas divorciadas y vueltas a casar. Hijos de personas divorciadas y vueltas a casar. ¿No sabe que esto los lastimará? Creo que lo sabe. Creo que le importa. Hay pocas cosas que duelen más que la ruptura de un matrimonio. Es más doloroso que la muerte de un cónyuge. Y causa más daño a todos los involucrados. Jesús lo sabe.
Pero a diferencia de nuestros días, donde no herir sentimientos es la esencia del amor, Jesús piensa que la esencia del amor es ayudar a las personas a vivir en sintonía con la realidad, concretamente, con Dios. A veces duele, a veces no. Pero siempre es para nuestro bien, si le creemos.
Pienso que la meta de Jesús es prevención, no destrucción. Le habla a aquellos que todavía pueden dar marcha atrás. Y está diciendo: el matrimonio es idea de Dios: Él lo diseñó, lo describió, y lo hace. Es una de las realidades más profundas en el mundo. Más profunda de lo que cualquiera de nosotros conoce. Lo que Dios une lo une profundamente – más profundo que los sentimientos, más profundo que las promesas, más profundo que el sexo, más profundo que la amistad. Ser “Una carne” es un profundo, profundo misterio. Así es exactamente como Pablo lo describe en Efesios 5:32. Y él dice que es una imagen de Cristo y la iglesia. La unión de un esposo y una esposa en matrimonio es como la unión de Dios con su gente. Es un océano de profundas, profundas maravillas nunca antes vistas. Aun así, hoy en día mucha gente lo trata como la piscina del patio en donde descansan y dan vueltas hasta que les parezca.
Dios unió esto
Jesús dice: Dios unió esto. Dios unió esto. ¡Dios unió esto! El cargo de adulterio (en los versículos 11 y 12) es más profundo de lo que pensamos. El matrimonio es una imagen del pacto de compromiso entre Cristo y la iglesia por la cual murió. Abandonar un matrimonio por otra relación no se trata únicamente del matrimonio, sino también se trata de Cristo y de Dios. Lo que Dios ha unido entre un hombre y una mujer, en Cristo y en la iglesia, no lo separen. Dios nunca separaría a Cristo y a su iglesia. Dejen que sus matrimonios digan la verdad acerca de esto. No mientan al mundo acerca del pacto de compromiso entre Cristo y la iglesia. Dios unió esto. No lo separen -ni siquiera una imagen de éste.
(Entre paréntesis, para que sepan lo que pienso - aunque no tengo tiempo de elaborarlo – esta es una de las razones por las cuales no les aconsejaría terminar con su segundo matrimonio. Arrepiéntanse si deben. Y comiencen donde están a honrar los votos que hicieron y, a cualquier costo, cumplan su llamado a vivir la relación sólida de Cristo y su iglesia)
Ese es el primer punto: el matrimonio es una obra de Dios y su significado viene de Dios. Y su significado, es principalmente la representación del pacto de amor entre Cristo y su iglesia.
2. Los niños son una obra de Dios y su significado viene de Dios. Ellos representan, en su dependencia, el camino al reino de Dios.
No creo que sea una coincidencia que una historia acerca de niños venga después de una enseñanza sobre el matrimonio. Existe una conexión. La historia comienza en el versículo 13:
Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.
¿Por qué invertimos tanto en los niños?
¿Por qué invertimos tanto en los niños? ¿Por qué enfatizamos que el hogar es fundamental para su salud y su integridad? ¿Por qué llamamos a David y Sally Michael a dedicar sus vidas a la crianza de los hijos y a los niños? ¿Por qué tenemos tantos programas para niños? ¿Por qué elaboramos un currículo y versículos espada incluso para niños de dos años? ¿Por qué estamos dedicando todo el mes de marzo a los padres y a los niños?
Pues bien, la respuesta que da Jesús es sorprendente. ¿Por qué impedir que los niños se acerquen en vez de ser llevados a él para bendecirlos? La respuesta la da en el versículo 14b: “Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios”. ¿Por qué impedirles? O para decirlo positivamente, ¿por qué ayudarlos y ministrarlos? Su respuesta es que ellos defienden algo; ellos representan algo. No les impidan, “porque de los que son como éstos es el reino de Dios.”
Él no dice, “No se lo impidáis, porque de éstos es el reino”. Él dice, “No se lo impidáis porque de los que son como éstos es el reino de Dios.” No se lo impidan - ayúdenlos, tráiganlos a mí para que los bendiga, porque ellos representan la clase de personas que heredarán el reino.
Bueno, ¿quiénes son ellos? ¿Quiénes son “como éstos?” El siguiente versículo (15) brinda la respuesta: “El que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Quienes reciben el reino – el sabio y agraciado mandato de Dios en sus vidas – como un niño reciben la dirección y orientación que necesitan, entrarán al reino y vivirán con Cristo para siempre.
Así que no le impidan a los niños ir hacia Jesús a por bendiciones; ayúdenlos, porque de los que son como éstos (como quienes reciben el reino de como niños) - es el reino de Dios.
¿Por qué Dios ordenó que existan niños?
Esta es una forma sorprendente de abogar por el ministerio para niños. ¿Qué quiere decir? Pienso que quiere decir algo como: ¿Alguna vez han preguntado a Dios por qué diseñó el mundo de manera tal que la raza humana se multiplica teniendo bebés que tardan años en hacerse adultos? ¿Por qué Dios no diseñó la raza humana para que se multiplicara como lombrices: un adulto se divide para convertirse en otro adulto? Lo pudo haber hecho de esa manera o de numerosas formas. ¿Por qué Dios ordenó que hubiese niños y no sólo adultos?
El centro de la respuesta es el siguiente: los niños ilustran algo. Señalan algo. Representan algo. Significan algo más grande que ellos mismos. Defienden la clase de dependencia, desamparo, necesidad, insuficiencia y fe que requieren los adultos para entrar al reino de Dios. De los que “son como éstos” (versículo 14) es el reino. Este es el significado de su existencia particular. Señalan el camino a la salvación: De los que son como éstos es el reino.
Así que el matrimonio es una obra de Dios y su significado viene de Dios, concretamente, representa el pacto de amor entre Cristo y su iglesia. Y el punto número dos:
Los niños son obra de Dios y su significado viene de Dios, específicamente, representan, a través de su dependencia, el camino al reino de Dios - los que son como éstos entran al reino.
¿Cuál es la relación?
Ahora, ¿cuál es la relación entre los dos puntos? Sólo déjenme decir esto: el versículo 9 es una forma de obedecer el versículo 15. El versículo 15 dice que debemos recibir el reino como un niño. Pues bien, en el versículo 9 el Rey viene a nosotros y dice: El diseño de mi reino es que los matrimonios no se rompan. ¿Recibirán mi reinado, cuidado y protección como soberano suyo? ¿Me tendrán como rey en sus matrimonios? ¿Se entregarán a mi diseño de vida, o rechazarán mi reinado y diseñarán sus propias vidas? ¿Serán niños conmigo, dependerán de mí, confiarán en mí y me obedecerán?
Si están dispuestos, a los niños les ocurrirán dos cosas maravillosas: 1) A través de su humildad, dependencia y fe, honran la razón especial de su existencia, concretamente, señalar el camino al cielo: Dependencia como un niño de la gracia de Dios. 2) Preservarán y honrarán el diseño divino del refugio del matrimonio en donde, generación tras generación, los niños son llevados a Jesús para su bendición.
Así que “lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe”. Aguanten, hablen, oren, ayunen, lloren, esperen, y cuando hayan utilizado todos sus recursos, recuerden: Como un niño, como un niño indefenso, insuficiente, necesitado, confiado, reciban el reino; reciban la ayuda del Rey. Pero no lo rompan.
Él viene a todos nosotros esta mañana y nos dice, “Soy un Rey generoso, amoroso. Si reciben mi diseño real para sus matrimonios (aun cuando tengan que hacerlo ustedes mismos), estaré allí para ayudarlos. Con el hombre es imposible (de ahí que se exija ser como niños), pero con Dios todo es posible (de ahí el mandamiento de no separar lo que Dios ha unido).”
Señor, hazlo – por nuestros matrimonios, por los niños, por tu gloria. Amen.