Dios creó al hombre y a la mujer: ¿Qué significa ser complementarios?
Génesis 1:26-31
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento. Y a toda bestia de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra, y que tiene vida, les he dado toda planta verde para alimento. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.
Una de las marcas teológicas de 30 años de Bethlehem es la forma en que comprendemos los propósitos de Dios en el modo en que se relacionan entre sí el hombre y la mujer, en la familia y en la sociedad. Si usted quiere poner un nombre a esta comprensión, diríamos que somos complementarios -basados en la palabra "complemento", no la confunda con la palabra "cumplido". En otras palabras, creemos que cuando se refiere a la sexualidad humana, la mayor demostración de la gloria de Dios y el mayor gozo de las relaciones interpersonales humanas, y el mayor fruto como resultado del ministerio, aparecen cuando se aceptan las profundas diferencias entre los hombres y las mujeres y son celebradas como complementos unos para los otros. Ellos se completan y embellecen mutuamente.
¿Qué significa "complementario"?
La intención con la palabra "complementario" es ubicar nuestro modo de vida entre dos tipos de error: por un lado estarían los abusos a las mujeres bajo la dominación del hombre, y por el otro lado está la negación de las diferencias de género cuando ellas tienen un hermoso significado. Esto significa, por un lado, que los complementaristas reconocen y lamentan la historia de abusos sistemáticos y personales sobre las mujeres, y la actual maldad global y local en la explotación y denigración de mujeres y niñas. Y, por otro lado, que los complementaristas lamentan los impulsos feministas e igualitarios que minimizan las diferencias que Dios ha dado al hombre y a la mujer y desmantelan el orden que Dios ha diseñado para el florecimiento de la vida juntos.
Por tanto, los complementaristas resisten el impulso de una cultura chovinista, dominante, y abusiva, y, por otro lado, resisten los impulsos de una cultura ciega a la sexualidad, niveladora de género. Y tomamos nuestra posición entre estos dos modos de vida no porque el punto medio es un lugar seguro (qué enfatizo que no lo es), sino porque pensamos que este es el buen plan de Dios en la Biblia, para hombres y mujeres. "Bueno en gran manera", como dijo en Génesis 1.
De hecho, yo diría que el intento feminista de remediar el abuso masculino sobre la mujer al anular las diferencias de géneros, es un contrafuego que produce millones de hombres que las mujeres no pueden disfrutar a causa de ser poco masculinos, o no pueden soportar, debido a su masculinidad distorsionada, brutal. En otras palabras, si no enseñamos a los muchachos y muchachas acerca de la verdad y belleza y valor de sus diferencias y cómo vivirlas, esas diferencias no madurarán en modos saludables, sino disfuncionales. Y está surgiendo una generación de jóvenes adultos quienes simplemente no saben qué significa ser un hombre o mujer maduros; y el precio cultural que pagamos por ello es enorme.
Me gustaría acercarme a este tema yendo de lo general a lo específico: una palabra sobre qué es ser humano, una ilustración sobre qué es ser hombre y mujer, y un texto específico para mostrar las raíces bíblicas.
Sobre ser humano
Primero, una palabra sobre ser humano. Mi primer domingo en Bethlehem, el 13 de Julio de 1980 en la noche, di un mensaje titulado: "La vida no es trivial". En él dije:
Cada ser humano siente, de cuando en cuando, un anhelo deseando que la vida no se desgaste como una llave que gotea. Todos ustedes han probado el deseo de que la vida de cada día sea más que una serie de inutilidades. Puede sucederle cuando usted lee un poema, cuando se arrodilla en el armario, cuando está de pie junto al lago al atardecer. A menudo ocurre en el nacimiento y en la muerte.
Cité a Moisés quien dijo en Deuteronomio 32:46: "Fijad en vuestro corazón todas las palabras con que os advierto hoy, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que las obedezcan cuidadosamente, todas las palabras de esta ley. Porque no es una palabra *inúti*l para vosotros". En lo profundo de cada ser humano creado por Dios, llevando la insignia de la humanidad en la imagen de Dios, hay un anhelo por que la vida no sea algo carente de significado, trivial, frívolo, o inconsecuente.
Recientemente leí esta cita de la novelista del crimen, Agatha Christie (1896-1976).
Me gusta vivir. Algunas veces he sido salvaje, he estado desesperada, he sido intensamente miserable, atormentada con la pena, pero en medio de todo, aun sé con bastante certidumbre, que el solo hecho de estar vivo, es algo grandioso.
Creo que esto es maravillosamente cierto. Ser humano es ser algo grandioso. ¿No han tenido todos ustedes esos extraños y maravillosos momentos en que están de pié junto a una ventana o puerta, o en cualquier lugar, y repentinamente, inesperada y poderosamente, viene el despertar? ¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo! No como un árbol o un conejo, sino como un ser humano. Estoy pensando, sintiendo, anhelando, arrepintiéndome, doliéndome, estoy vivo, hecho a la misma imagen de Dios. Y esto es algo grandioso.
Es algo grandioso. Y parte de la grandeza de vivir humano, siendo creado a la imagen de Dios es que usted es u hombre o mujer. "Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" Génesis 1:27). Nadie es un ser humano genérico. No existe tal cosa. Dios nunca tuvo la intención de que existiera algo así. Dios creó a los seres humanos varones y a los seres humanos hembras. Y esto es algo grandioso.
Pensar que Dios solo diseñó las diferencias para hacer y cuidar bebés, es una parodia a estas naturalezas humanas. Las diferencias son demasiado abundantes y demasiado profundas para una explicación tan superficial. Una mujer es mujer en las profundidades de su humanidad. Un hombre es hombre en las profundidades de su humanidad. Y esto es algo grandioso. Así que mi primer énfasis es que Dios ha hecho algo grandioso al hacernos varón y hembra a Su imagen. No lo minimice. Deléitese en esto. Gloríese en estar vivo como el varón o hembra que usted es.
Ilustrando nuestras diferencias
Segundo, permítanme crear una ilustración para mostrar algunas de las diferencias entre la masculinidad y la femeneidad. Una imagen puede valer lo que mil palabras, incluso una imagen con palabras. Suponga que entre los jóvenes adultos del Campus del centro, un joven y una joven (digamos de 20 años) se encuentran charlando antes del servicio de adoración. A él le gusta lo que escucha y ve y dice: "¿te estás sentando junto a alguien?" Se sientan juntos. Notan como cada uno se involucra en la adoración con Dios.
Cuando el servicio termina, mientras se van, él dice: "¿tienes planes para almorzar? Me gustaría convidarte a almorzar". En ese momento ella puede mostrar que no está interesada: "Sí, tengo algunos planes. Pero gracias". O puede mostrar lo opuesto: "Si, pero déjame hacer una llamada. Pienso que puedo cambiarlos. Me encantaría ir".
Ninguno tiene auto, así que él sugiere que caminen hasta el Café de María por la Franklin Avenue, a unos 10 minutos de la iglesia. Mientras camina, descubre que ella es un cinturón negro en artes marciales, y que es una de las mejores en el estado. En la calle 19na, dos hombres bloquean su camino ominosamente, y dicen: "Qué novia más linda tienes aquí. Quiero su bolso y tu billetera. De hecho, ella es tan bonita que la quiero a ella". El pensamiento viene a su cabeza: "Ella puede barrer a estos tipos". Pero en lugar de pararse detrás de ella, la toma del brazo, la hala hacia atrás, y dice: "Si vas a tocarla, será sobre mi cadáver".
Cuando ellos atacan, él los enfrenta a los dos y le dice a ella que corra. Ellos lo noquean, pero antes de saber qué les golpeó, ella los ha lanzado a los dos al suelo, con unos pocos dientes de menos. Se ha reunido una pequeña multitud. Llegan la policía y la ambulancia y ella entra en la ambulancia con el joven. Y solo piensa en una cosa mientras viaja al hospital. Este es el tipo de hombre con quien me quiero casar.
No tiene que ver con habilidad
La idea centra de esa historia es ilustrar que las diferencias más profundas de la masculinidad y la femeneidad no son las habilidades superiores o inferiores. Más bien son profundas disposiciones o inclinaciones escritas en el corazón, aunque ha menudo son muy distorsionadas. Note tres detalles cruciales.
Primero, él tomó la iniciativa y le preguntó si podía sentarse con ella, y si ella iría almorzar con él, y sugirió el lugar y cómo llegar. Ella vio claramente lo que él estaba haciendo y respondió libremente según sus deseos. Se unión a la "danza". Nada dice esto acerca de quién tiene mejores capacidades en la planificación. Dios escribe, en el corazón del hombre, el impulso a guiar, y en el corazón de la mujer escribe la sabiduría para discernir y disfrutar este impulso.
Segundo, él le dijo que quería convidarla a un almuerzo. Él está pagando. Esto envía una señal. "Pienso que eso es parte de mi responsabilidad. En este pequeño drama de la vida, yo inicio, yo proveo". Ella comprende y aprueba. Apoya la iniciativa, y acepta graciosamente, la oferta de ser provista. Da el siguiente paso en la coreografía. Y nada dice esto sobre quién es más rico o más capaz de generar dinero. Es lo que un hombre de Dios siente que debe hacer.
Tercero, es irrelevante, para el alma masculina, que una mujer que esté con él tenga mejores habilidades de defensa personal. Su profundo impulso masculino, que Dios le dio, es protegerla. No es un problema de habilidad superior. Es un problema de masculinidad. Ella lo vio. Ella no se sintió menospreciada, sino honrada, y le gustó.
En el corazón de la masculinidad madura, está la sensación (disposición, inclinación), dada por Dios, de que la responsabilidad fundamental (no es la única) yace en él en lo referente a la iniciativa de liderazgo, a la provisión, y a la protección. Y en el corazón de la femeneidad madura, está la sensación (disposición, inclinación), dada por Dios, de que nada de esto implica que ella es inferior, sino que será maravilloso estar junto a un hombre así, y afirmarle alegremente, y recibir este tipo de liderazgo y provisión y protección.
El testimonio bíblico
Esto nos trae a la Biblia. Para los que están en desacuerdo con esta perspectiva complementaria, la crítica probable sería que todo esto está culturalmente determinado. No es algo innato y no proviene de Dios. Yo solo estaría reflejando el hogar en que creció y las predisposiciones de mi niñez. Es posible. Todos traen suposiciones y preferencias a este asunto. La pregunta es: ¿Revela Dios su voluntad sobre estas actitudes en Su Palabra?
Miremos primero un texto que lidia con el matrimonio, y luego otro que lidia muy brevemente con la iglesia. En ambos textos, los hombres semejantes a Cristo, humildes, sacrificados, deben tomar la responsabilidad fundamental por el liderazgo, la provisión, y la protección. Y las mujeres son llamadas a venir junto a estos hombres, a apoyar ese liderazgo, y a hacer avanzar el reino de Cristo con toda la extensión de los dones que tienen en los senderos mostrados en Las Escrituras.
** El matrimonio y el hogar **
Primero, un texto sobre el matrimonio y el hogar. Efesios 5:22-33:
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo. [Entonces, citando Génesis 2:24] Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
** Cuatro observaciones partiendo del texto **
El matrimonio es una dramatización de la relación de Cristo con Su iglesia. Versículo 32: "Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia".
En este drama, el esposo toma su modelo de Cristo, y la esposa toma su modelo de la voluntad de Dios para la iglesia. Versículo 25: "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella”. Versículo 22: "Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia”.
Así que la responsabilidad primordial para la iniciativa y el liderazgo en el hogar debe venir del esposo quien está tomando su modelo de Cristo, la cabeza. Y es claro que esto no tiene que ver con derechos y poder, sino con responsabilidad y sacrificio. Versículo 25: "Así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella”. No hay abuso. No hay mandonería. No hay autoritarismo. No hay arrogancia. Aquí hay un hombre cuyo orgullo ha sido quebrantado por su propia necesidad de un Salvador, y está dispuesto a llevar la carga del liderazgo, dada a él por su Maestro, no importa cuán pesada sea la carga. Las mujeres piadosas lo ven y se alegran.
Este liderazgo en el hogar involucra la sensación de responsabilidad primaria para proveer y proteger con ternura. Versículo 29: "Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo [es decir, a su esposa], sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia". La palabra "sustenta", implica provisión de sostén. Y la palabra "cuida", implica protección tierna. Esto es lo que Cristo hace por su esposa. Esta es la responsabilidad primaria que siente el esposo piadoso que debe realizar por su esposa y familia.
Así que un complementarista concluye que el liderazgo bíblico del esposo es el llamado divino a tomar la responsabilidad primaria de un liderazgo-servicio semejante a Cristo, de protección y de provisión en el hogar. Y la sumisión bíblica para la esposa es el llamado divino a honrar y afirmar el liderazgo de su esposo y ayudarle a llevarlo según los dones que ella tenga. "Una ayuda idónea", como dice Génesis 2:18.
** Aplicado a la iglesia **
No tenemos tiempo para desarrollar los argumentos de cómo se aplica esta enseñanza a la iglesia. Así que solo haré algunos comentarios a modo de resumen, a fin de que usted pueda ver cómo lo ven los complementaristas. En 1ra a Timoteo 2:12, Pablo dice: "Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre". En el contexto, creemos que significa: la responsabilidad primordial de gobierno y enseñanza en la iglesia debería ser llevada por hombres espirituales. Estas son las dos funciones que distinguen ancianos de diáconos: el gobierno (1ra a Timoteo 5:17), y la enseñanza (1ra a Timoteo 3:2). Así que el modo más claro de aplicar este pasaje es decir que los ancianos de la iglesia debieran ser hombres espirituales.
En otras palabras, como la iglesia es la familia de Dios, las realidades del liderazgo y la sumisión que vimos en el matrimonio (Efesios 5:22ss), tienen su contraparte en la iglesia.
Autoridad", en 1ra a Timoteo 2:12, se refiere al llamado divino a hombres espirituales, dotados, a que tomen la responsabilidad primaria como ancianos en un liderazgo-servicio y enseñanza en la iglesia.
Y la "sumisión" se refiere al llamado divino del resto de la iglesia, tanto hombres como mujeres, a honrar y afirmar el liderazgo y la enseñanza de los ancianos y a ser equipados por ellos para los cientos y cientos de diversos ministerios disponibles a hombres y mujeres en el servicio de Cristo.
Ésa última afirmación es importante. Para los hombres y mujeres que tienen un corazón para ministrar, para salvar almas y sanar vidas quebrantadas y resistir al maligno y satisfacer las necesidades, hay campos de oportunidad que son simplemente infinitos. Dios quiere que toda la iglesia sea movilizada en el ministerio, hombres y mujeres. Nadie debe simplemente quedarse en casa mirando jabones y juegos de pelota mientras gira el mundo.
Reto a modo de conclusión para los hombres
Este es un llamado a hombres y mujeres para que se percaten de que es algo grandioso ser un hombre creado a la imagen de Dios y de que es igualmente grandioso ser una mujer creada a la imagen de Dios Pero como la carga de la responsabilidad primaria cae en el hombre, permítanme retarles principalmente a ellos:
Hombres, ¿tienen ustedes una visión moral de sus familias, un celo por la casa del Señor, un magnífico compromiso con el avance del reino, un sueño definido para la misión de la iglesia y una tenacidad tierna para hacerlo todo real? Sin esto no pueden guiar a mujeres piadosas. ¡Ella es un gran ser humano!
Hay cientos de hombres así en la iglesia hoy. Y se necesitan más. Cuando el Señor visite Su iglesia y cree un poderoso ejército de hombres espirituales, humildes, fuertes, semejantes a Cristo, comprometidos con la Palabra de Dios y la misión de la iglesia; entonces el vasto ejército de mujeres se regocijará por el liderazgo de estos hombres y entrará en una sociedad eterna. Y éso será algo grandioso.