No os adaptéis a este mundo
Un principio autóctono y el principio del peregrino en la vida cristiana
Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
Oh, cuántas preguntas surgen al leer este texto, preguntas que necesitan respuestas profundas y bíblicas. Por ejemplo, ¿cómo se relaciona el mandamiento a no adaptarnos a este mundo con la declaración de Pablo en 1ra a los Corintios 9:22: "a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos"? ¿Cómo es volverse de todo a todos diferente a no adaptarse al mundo? O, ¿cómo se relaciona el mandamiento a no adaptarnos al mundo, es decir, a ser contra-culturales, con las palabras de Pablo 1ra a los Corintios 10:32-33? "No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; así como también yo procuro agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos"¿Cómo encaja el mandamiento a no adaptarnos al mundo con una actitud que no ofende al mundo? No siempre se pueden lograr los dos efectos simultáneamente. ¿Cómo se relaciona el mandamiento a no adaptarnos al mundo con el propósito de agradar a todos con el objetivo de salvarles? Usted no siempre puede satisfacer a las personas si rehúsa adaptarse a algunos de sus pensamientos y maneras.
Así que muchas son las preguntas, y abordaremos algunas. Mi propósito hoy es proveerles de un modo de pensar acerca de estas preguntas. Darles algunas categorías que, espero en oración, serán parte de la renovación de sus mentes para que puedan probar y aceptar la voluntad de Dios.
No existen preguntas como esta porque Pablo haya resbalado y se haya confundido acerca de lo que signifique seguir a Cristo en un mundo caído. Pablo no estaba confundido. Estaba lidiando con dos impulsos cristianos, dos principios, en equilibrio. Cuando Cristo vino al mundo, y vino y murió y resucitó de entre los muertos, dio inicio al movimiento del reino redimido de Dios, liberó el poderoso evangelio sobre el mundo, y se esparcieron dos poderosos impulsos, o fuerzas, en todos los lugares donde el evangelio se esparció.
El Principio Autóctono y del Peregrino
Estos dos impulsos están siempre en tensión entre sí. En ocasiones empujan en direcciones opuestas, y el gran reto es encontrar el equilibrio bíblico. Andrew Walls; en su libro The Missionary Movement in Christian History, llama a estos dos impulsos el Principio Autóctonoy el Principio del Peregrino (Mary Knoll, N.Y.: Orbis Books, 2001, pp. 7-9). En otras palabras, el evangelio puede y debe volverse autóctono en cada cultura (¡caída!) en el mundo. Puede y debe encontrar un hogar en la cultura. Debe encajar. Ese es el principio autóctono. Pero al mismo tiempo, y tan poderoso como el primero, el evangelio produce una mentalidad de peregrino. Aleja a las personas de su propia cultura. Critica y corrige la cultura. Convierte a las personas en peregrinos y extranjeros y exiliados en su propia cultura. Cuando Pablo dice: "Y no os adaptéis a este mundo" y "a todos me he hecho todo", no está confundido; está invocando al equilibrio crítico de dos impulsos bíblicos.
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Hay muchas formas de describir esta tensión. Decimos: Los cristianos están en el mundo pero no son del mundo. Jesús ora: "No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo" (Juan 17:15-16). Están en el mundo, ese es el principio autóctono. No no son del mundo, es el principio del peregrino.
Separación y Participación
O decimos que los cristianos deberían estar separadosdel mundo sin embargo participanen el mundo. 2da a los Corintios 6:17: "Por tanto, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor; y no toquéis lo inmundo", ese es el principio del peregrino. Pero en otro lugar Pablo limita el significado de separación y dice: "En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me refería a la gente inmoral de este mundo. . . porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral. . ." (1ra a los Corintios 5:9). Ese es el principio autóctono. No salgan del mundo. Un impulso es la separación, y otro impulso es la participación. Los dos son cruciales.
La Adaptación y la Confrontación
O podemos hablar del impulso de adaptación y del impulso de confrontación. Por ejemplo, por un lado, Pablo dice en 1ra a los Tesalonicenses 4:11-12: "que tengáis por vuestra ambición el llevar una vida tranquila, y os ocupéis en vuestros propios asuntos y trabajéis con vuestras manos. . . a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada”. En otras palabras, adáptense, y no causen problemas; hagan lo que es adecuado y correcto vivan apropiadamente (euschemonos). Así ora Pablo en 1ra a Timoteo 2:2: "que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad”. Tranquila, sosegada. Eso es Adaptación.
Pero, por otro lado, él tiene una palabra muy diferente para decirlo en Efesios 5:6-11, es decir: confrontación. "la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, no seáis partícipes con ellos. . . . Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas" ¡Desenmascárenlas! Esto no va gustar mucho. Es por eso que Pablo dice en 2da a Timoteo 3:12: "Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos”. Es lo que ocurre cuando usted no se adapta al mundo.
- La adaptación y la confrontación;
- la participación y la separación;
- en el mundo, pero no del mundo;
- no conformarnos a este mundo, pero volvernos de todo a todos para poder salvar a algunos;
- ser autóctono, pero ser un peregrino.
Creo que comprender las raíces bíblicas de esta tensión nos ayudará a navegar a través de estas aguas, entre la adaptación excesiva y la confrontación excesiva (o el sobre-énfasis en el principio autóctono o del peregrino). Veo al menos cuatro raíces: Las perspectivas únicas cristianas de 1) La Creación, 2) Cristo, 3) La Conversión; y 4) El Reino. Tomemos una a la vez y veamos cómo son las raíces de la tensión del principio autóctono/peregrino en el cristianismo.
Primero, la Tensión Autóctona/Peregrino Está Enraizada en la Perspectiva Cristiana de la Creación.
Por ejemplo, cuando Pablo está lidiando con la manera en que un cristiano se adapta a una cultura donde la carne vendida en el mercado pudiera haber sido sacrificada a los ídolos, dice lo siguiente en 1ra a los Corintios 10:25-26: "Comed de todo lo que se vende en la carnicería sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y todo lo que en ella hay". En otras palabras, la creación pertenece a Dios y a sus hijos para su uso. Las cosas físicas como la carne y la bebida no pueden ser poseídas religiosamente o ser moralmente contaminadas por los no-cristianos. El señorío de Dios sobre toda la creación, incluyendo la carne ofrecida a los ídolos, apoya el impulso autóctono. Usted pertenece aquí. Todo es de Dios; coma lo que desee.
Pero esa no es la única verdad acerca de la creación (es decir: que Dios es dueño de toda). Hay otras verdades. Una es Romanos 8:20-22: "Porque la creación fue sometida a vanidad… la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora". En otras palabras, la creación está caída. Es de Dios. Es para nuestro uso. Pero le ha ido mal. Así que otra verdad acerca de la creación es que necesita redención, y que su apariencia presente es pasajera 1ra a los Corintios 7:31: "porque la apariencia de este mundo es pasajera”.
Cuando Pablo aplica este principio a la comida, cita a los que eran excesivamente autóctonos en Corinto quienes decían: "Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos" (1ra a los Corintios 6:13). Es cierto en mucho sentido. Pero no es toda la verdad. Así que añade: "... pero Dios destruirá a los dos”. En otras palabras, la comida y el estómago no son absolutos. La Creación está caída. Su apariencia presente es pasajera. Debe ser redimida. Por tanto, somos peregrinos.
Dios la hizo, estamos en casa (el principio autóctono). Está caída, y algún día Dios la redimirá (el principio del peregrino). Así que estamos en casa, y a la vez no estamos en casa. Siempre debemos utilizar al mundo como si perteneciera a nuestro Padre, pero también teniendo en cuenta los propósitos de Dios en la redención, no solo en la Creación.
Segundo, la Tensión Autóctona/Peregrino Está Enraizada en la Perspectiva Cristiana de Cristo.
Muy simple, Cristo se hizo un ser humano. Ese es el principio autóctono. Él fue uno de nosotros. ¡Oh cuán semejante fue! "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1:14). Él compartió nuestra misma naturaleza (Hebreos 2:14). Fue tentado de la misma forma en que nosotros lo somos (Hebreos 4:15).
Pero vino a lo suyo, y los suyos no lo recibieron (Juan 1:11). Nosotros le matamos. Sabíamos que lo haríamos y lo hicimos de todas formas. Y así desató el principio del peregrino. Estaba en casa, se hizo semejante a nosotros. Pero, ¡oh cuán diferente era! Y la diferencia le hizo ser asesinado. Así se ha esparcido el cristianismo encarnativamente, durante 2000 años. Los misioneros son humanos, aprenden el idioma, aprenden la cultura. Encajan. Autóctonos. Y entonces sufren, y algunas veces son asesinados. Siguen a su Señor. Son peregrinos. Autóctonos (Indígenas) y Peregrinos La encarnación y la crucifixión. Volverse de todo; no adaptarse.
Tercero, la Tensión Autóctona/Peregrino Está Enraizada en la Perspectiva Cristiana de la Conversión.
Romanos 3:28: "Porque concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley". Dios le considera justo en Cristo en el momento en que usted pone su fe solo en Cristo como Salvador sobre el pecado, y Señor de su vida, y como su Bien supremo. En el abrir y cerrar de un ojo, es contado como justo ante los ojos de Dios solo por gracia, solo mediante la fe, solo a causa de Cristo. La justificación desata el principio autóctono. Es tenido como autóctono al cielo, porque encaja moralmente con el cielo. Cristo es su acoplamiento, solo por fe.
Pero ahora que es aceptado en el amado (justificado solo por fe), el Espíritu Santo va a trabajar en usted, y usted comenzará a ser en la práctica lo que ya es en Cristo. Y así se desata el principio del peregrino: Debe cambiar. No puede estar en casa en su condición actual. "Si habéis, pues, resucitado con Cristo [¡si se han vuelto autóctonos o indígenas al cielo!]. . . Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra [¡vuélvanse peregrinos!]" (Colosenses 3:1-2).
La justificación y la santificación (en ese orden) son la raíz de la tensión autóctono/peregrino. Somos justos en Cristo (autóctonos en casa). Ahora debemos ser aquello que somos, el peregrino debe progresar.
Finalmente, la Tensión Autóctona/Peregrino Está Enraizada en la Perspectiva Cristiana del Reino
El glorioso reino de Dios ya ha venido en Jesucristo. Ha llegado el siglo que vendría. Así dice Jesús en Lucas 11:20: "Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros". Y dice en Lucas 17:21: "he aquí, el reino de Dios entre vosotros está". Por tanto, los sujetos del reino (los hijos de Dios), están ahora en casa aquí, y en el reino de su Padre. Y se desata el principio autóctono.
Pero, por otro lado, el reino de Dios aun no está totalmente aquí. La promesa ha llegado, pero la consumación aun queda para el futuro. En la Última Cena, Jesús dice: "os digo que de ahora en adelante no beberé del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios" (Lucas 22:18). Aun no está aquí. Y por tanto, hay un poderoso impulso peregrino. Estamos esperando. Gimiendo. Anhelando. Somos extranjeros. Exiliados. Residentes Temporales. Estamos en casa, y oh ¡tan lejos de casa!
Conclusión
En conclusión entonces, cuando Pablo dice en Romanos 12:2: "no os adaptéis a este mundo", está motivando uno de los extremos de este equilibrio. Mi propósito simplemente ha sido darles una imagen más amplia de este pensamiento, y mantenernos en equilibrio.
- ¡Sí a la confrontación del mundo! Pero también a la adaptación misionera.
- ¡Sí a la separación! Pero también a la participación cultural.
- ¡No, no somos del mundo! Pero sí, sí estamos en el mundo.
- ¡No, no nos adaptamos a este mundo! Pero sí, nos volvemos todo para todos para que podamos salvar a algunos.
- ¡Sí, somos autóctonos, indígenas! ¡Pero también somos extranjeros, peregrinos!
Porque
- La Creación es del Señor, sin embargo, está caída y en necesidad de redención.
- Cristo es encarnado, sin embargo, crucificado.
- La conversión es la justificación solo por fe, sin embargo viene seguida por la disciplina de la santificación.
- El reino ya está aquí, pero no su consumación.
¿Cómo podemos conocer el equilibrio? La respuesta viene: "sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”. Mi oración es que este mensaje sea parte de la renovación mental que les ayudará a degustar la voluntad de Dios.
Cuando regrese de las vacaciones ilustraré, al enlazar los capítulos 1 y 12, la relación que tiene este tema con la homosexualidad y con el asunto cultural de la enmienda al matrimonio en la constitución. Hasta entonces, en cada asunto y en cada acción, pida sabiduría al Señor, sumerja su mente en las Escrituras, y mire a Jesucristo con determinación, y será transformado a su imagen.