¿Dónde es más difícil ser cristiano?
El siguiente texto es una transcripción editada de un audio.
¿Dónde es más difícil ser cristiano?
Hay diferentes tipos de dificultades. No es necesariamente cierto que ser cristiano en un país musulmán sea más difícil que serlo en Estados Unidos.
Puede que sea más difícil serlo en un país musulmán en el sentido de que, si te declaras cristiano abiertamente, las consecuencias negativas y dolorosas serán inmediatas y evidentes. Tu vida y la de tu familia pueden depender de ello.
En Estados Unidos nadie va a matarte por ser cristiano. Más bien, los peligros son más sutiles y probablemente más peligrosos. De hecho, podría ser más difícil ser un cristiano fuerte, fervoroso, que tenga una carga por las misiones y que exalte a Cristo en Estados Unidos.
Conocen la parábola del sembrador de Lucas 8, que habla sobre cuatro tipos de suelo. En el primero, que es duro, el sembrador siembra la semilla y el pájaro (que representa al Diablo) la arranca. El segundo también pierde su semilla, cuando el sol, que representa la persecución, la quema. (Tal vez esto represente la dificultad de ser cristiano en un país donde el cristianismo es ilegal.)
Luego Jesús habla sobre un tercer suelo donde crecen espinas a la par de la semilla y ahogan la palabra. Esas espinas se relacionan con los placeres y el cuidado de esa palabra. Este es el caso de Estados Unidos.
Esta tercera tierra es Estados Unidos, donde ser cristiano es a veces simplemente fácil. Es como ser parte de un club. Vamos a la iglesia, la música es agradable, el aire acondicionado es agradable, las luces son agradables, tenemos a nuestros amigos, los niños tienen algo divertido que hacer, el sermón es más o menos interesante y podemos volver a casa diciendo que hemos sido cristianos.
Sin embargo, los cristianos de otros países viven en la clandestinidad y deben mantenerse en silencio. Si los encuentran, van a la cárcel. Son dos situaciones muy diferentes.
Es fácil adentrarse desprevenidamente en la religiosidad tradicional en Estados Unidos. Necesitamos que nos llamen una y otra vez a tener una visión bíblica contracultural, como el cristianismo del peregrino, según el cual este mundo no es nuestro hogar. También tenemos que tomar medidas para asegurarnos de regular nuestro estilo de vida y de dedicar tiempo a actos de amor que pueden tener un alto costo. Tenemos que dirigir nuestra riqueza hacia aquellos que más lo necesitan, en términos de recibir el evangelio y todo lo que él conlleva.
Así que es realmente peligroso vivir en Estados Unidos. Creo que debemos ser muy cuidadosos para no comparar el modo de actuar estadounidense con el del cristiano.
¿Alguna vez oraste pidiendo más pruebas?
Tengo la tentación de hacerlo, debido a todo lo que he visto en la historia de la iglesia. Los tiempos de persecución son tiempos de purificación.
Aun así, no cedo ante la tentación de orar para tener persecución o de orar pidiendo pruebas más grandes en mi propia vida, porque creo que eso le concierne a Dios, no a mí.
Lo que quiero pedir en mis oraciones por la iglesia es que seamos puros, fuertes, valientes, amables, etc. En otras palabras, debemos regir nuestras plegarias por lo que se nos manda en las Escrituras, y nunca se nos manda a meternos en problemas o a sufrir. Solo se nos manda aceptar el sufrimiento si viene y regocijarnos en él.
No creo que debamos orar pidiendo más sufrimiento. Más bien, debemos pedir a Dios que nos de la gracia para aceptar las consecuencias que vengan cuando emprendamos la arriesgada misión que nos corresponde en el lugar donde estamos.
Sé que es casi lo mismo. Si digo que voy a vivir en una zona peligrosa de la ciudad y abro la puerta de mi hogar a gente desconocida, salgo a la calle, etc., es parecido a decir que estoy yendo a “buscar” el sufrimiento en ese lugar.
Así pues, orar pidiendo valentía para vivir de esa forma es casi como orar pidiendo sufrimiento. Sin embargo, hay una diferencia importante entre las dos. Una es como saltar desde el pináculo del templo (Mateo 4:5-7). No deberíamos saltar desde el pináculo del templo y decir: “Bueno, él prometió sostenerme al llegar abajo”. Quien habla allí es el Diablo.
Nuestra situación es más bien como la siguiente: por ejemplo, si una persona está tambaleándose en lo alto del templo a punto de caerse y yo tengo la oportunidad de salvarla si arriesgo mi vida y trepo el templo, entonces es mejor si voy y arriesgo mi vida. Hay una diferencia.