¿Cómo pueden los pastores cuidar el tiempo con su familia?
El siguiente mensaje es una transcripción editada del audio
¿Cómo pueden los pastores cuidar el tiempo con su familia?
Una de las cosas que hacemos en Bethlehem Baptist Church (Iglesia Bautista Belén) para proteger a nuestra familia, cuidar de nuestra esposa y lograr que ella sienta que se le presta atención, es dividir la semana en veintiún bloques de tiempo (módulos). Lo hacemos dividiendo cada uno de los siete días de la semana en tres módulos: de la mañana al mediodía, del mediodía a la cena y de la cena a la hora de acostarse.
Luego le decimos a nuestro personal que tiene siete de esos módulos libres y que deberá tomarse tres de ellos de modo consecutivo, lo que equivale a por lo menos un día completo de descanso. De esta manera, se tiene un día libre y luego cuatro módulos más para usar de acuerdo a las necesidades de cada uno. Podrían ser cuatro tardes. Si se tiene que trabajar a la noche, entonces no se trabaja a la mañana.
Por ejemplo, esta semana he estado tan ocupado que, cuando hayamos terminado con esta sesión al mediodía, podría ir a mi casa y mirar un vídeo sin culpa. Esta tarde podría hacer algo diferente y nadie me molestaría diciendo: «¿Por qué no estás en la oficina?». ¡Porque estuve aquí ayer hasta la medianoche! No tuve libre el módulo de anoche y ni Noel (mi esposa) ni Talitha (mi hija) pasaron tiempo conmigo. ¿Por qué no quedarme con ellas esta tarde o esta noche?
Dividimos los módulos de esta manera porque sabemos que el ministerio cristiano es totalmente impredecible en muchos aspectos. No decimos que uno deba descansar en una noche o mañana específica de la semana. Simplemente creemos que no se debe trabajar durante siete módulos seguidos.
En mi caso, me tomo los días lunes y ese día me enfoco más en Noel. Pasamos tiempo juntos, salimos a comer, jugamos Scrabble o hacemos algunas compras. Otras veces, trabajamos en algún proyecto que ella quiera hacer en la casa ese día.
No me quejo de la cantidad de tiempo que tengo para mi familia. Yo estoy bien. De lo que quiero asegurarme es de que Noel esté bien. Así que en esos días normalmente le pregunto: «¿Hay algo que crees que necesitemos cambiar? ¿Algo con Talitha? ¿El calendario? ¿Las vacaciones? ¿Hay alguna rutina de la vida que se esté volviendo inviable o que te esté desanimando?». Ella me dice qué cambios deben hacerse y luego los hacemos, dando por sentado que estamos de acuerdo. Si no estamos de acuerdo, entonces lo negociamos hasta llegar a un acuerdo.
Un pastor necesita trabajar con los líderes de su iglesia, ya sean laicos u otros pastores, para crear algún plan como lo hicimos nosotros, donde todos tengan expectativas en común. No tiene por qué sentirse culpable cuando alguien lo ve cortando el césped a las tres de la tarde del jueves o en el partido de fútbol de su hijo a las dos y le dice: «Oh, pensé que trabajaba». Probablemente sí haya trabajado 60 o 70 horas esa semana y aun así vaya al partido de fútbol de su hijo.