Cuando Desvestido es Inapropiado

Pensamientos sobre Vender con Sexo

Article by

Founder & Teacher, Desiring God

Jonathan Edwards dijo una vez que las personas piadosas pueden, por decirlo así, oler la depravación de un acto antes de poder explicar el por qué es malo. Hay un sentido espiritual de que algo es incorrecto. No encaja en un mundo impregnado con Dios. Efesios 5:3 dice que algunas cosas "no son apropiadas" entre los santos". "Lo apropiado" no es siempre fácil de justificar con argumentos. Lo disciernes antes de poder defenderlo. Eso es bueno porque tenemos que tomar cientos de decisiones cada día sin tiempo para una reflexión extendida.

De vez en cuando necesitamos parar y dar una expresión racional y bíblica de por qué algo es inapropiado. Algunos años atrás llegué al punto cuando, semana tras semana, un periódico local ponía mujeres escasamente vestidas en la segunda página de la Sección A con la intención de vender ropa interior. Escribí una carta al periódico con nueve razones por las cuáles deberían dejar de usar este tipo de publicidad. Tal vez, mis reflexiones te ayudarán a tratar con los cientos de abusos contra los buenos regalos de Dios de la sexualidad en nuestra cultura. Aquí está lo que escribí.

Como subscriptor hace 14 años y lector de [nombre del periódico omitido], estoy escribiendo para expresar la convicción de que los sexualmente explícitos anuncios que usualmente aparecen en la Sección A son cada vez más ofensivos y socialmente irresponsables. Quiero decir, que la efectividad de captar la atención de las personas a través de presentar una mujer en ropa interior no justifica los anuncios. Los efectos perjudiciales de tal interesado mal uso del cuerpo femenino no son insignificantes. El daño que tengo en mente es descrito en las siguientes convicciones.

  1. Esta mujer no podría salir en público vestida así sin ser avergonzada o ser mentalmente aberrante. Sin embargo, la sacan afuera, incluso en frente de lo aquellos que sentimos vergüenza por ella.
  2. Este retrato de una mujer sentada a la mesa en ropa interior con una taza de té, dispone a los hombres a pensar de la mujeres no como personas, sino, principalmente, en términos de sus cuerpos. Estimula a los muchachos a fijarse en el cuerpo de mujeres desvestidas e incapacita su habilidad de tratar a las mujeres como personas dignas. Yo tengo cuatro hijos varones.
  3. El anuncio estimula el deseo sexual que en miles de hombres no tiene una legítima o saludable salida a través del matrimonio. En otras palabras, alimenta una lujuria corporativa y comunitaria que no produce buenos frutos fuera del matrimonio, sino que en realidad, muchos males.
  4. El anuncio endurece la sensibilidad de modo que cada vez menos ofensas contra el buen gusto se sienten inaceptables, lo que presagia el colapso de aspectos preciosos y delicados de la personalidad y las relaciones.
  5. El anuncio hace que miles de mujeres inconscientemente midan su atractivo y valor por el estándar de modelos enrarecidos e irreales, llevando a una preocupación insalubre y desalentadora por la mirada externa.
  6. El anuncio alimenta la lascivas fantasías de hombres ordinarios, alojando una imagen sexual en sus mentes para el día en que puedan robarle la habilidad de pensar en cosas mayores y más nobles que la piel.
  7. El anuncio olvida la inclinación de los hombres a mentalmente desvestir mujeres recordándoles lo que verían si lo hicieran, y sugiriéndoles que hay mujeres que quieren ser desvestidas de esta manera públicamente. Este recordatorio y sugerencia respalda hábitos y estereotipos que debilitan la virtud personal y ponen en peligro las relaciones decorosas.
  8. El anuncio alienta a las muchachas a poner un excesivo enfoque en sus cuerpos y como serían vistos, añadiendo a la epidemia de depresión y desordenes alimenticios.
  9. El anuncio contribuye a la insatisfacción en los hombres cuyas esposas no pueden producir ese cuerpo y por lo tanto suma a la inestabilidad de los matrimonios y hogares.

Me doy cuenta que en el fondo es mucho dinero para la segunda página, y mucha atención para [nombre de la tienda omitida]. Pero, por favor, sepa que por lo menos una apreciación de sus estándares de aptitud para imprimir es que es parte de una trágica pérdida de modestia y decencia que puede, por ahora, sentirse como un madura liberación, pero en las generaciones por venir cosechará un torbellino de miseria para todos.

Por John Piper, A Godward Life, publicado por Multnomah Books.