¿Qué? ¿Yo, hostil contra Dios?
Meditación sobre Colosenses 1:21-22
Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora El os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de El.
Las mejores noticias de todo el mundo son: que nuestra separación de Dios ha terminado y que hemos sido reconciliados con el Juez del universo. Dios ya no está contra nosotros sino a favor de nosotros. Tener un Amor omnipotente de nuestro lado fortalece el alma poderosamente. La vida se vuelve totalmente libre y valiente cuando el Ser más fuerte está a favor tuyo.
Mediante la muerte de Cristo por nosotros, Pablo explica que seremos presentados al Señor “santos, sin mancha e irreprensibles”. Estas son palabras asombrosas en comparación con lo que somos realmente. Es casi demasiado bueno para ser verdad. En realidad es muy difícil creerlo a la hora de morir. Pero debemos predicarnos que esta presentación sin macha delante de Dios no es porque tenemos vidas perfectas después de la conversión. Es porque Dios “al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El” (2 Corintios 5:21). Cristo mismo “se hizo para nosotros... justificación, y santificación, y redención” (1 Corintios 1:30). Nuestra única esperanza ante un Dios santo es Cristo en nuestro lugar.
Pero el mensaje completo de salvación de Pablo no es una buena noticia para aquellos que rechazan el diagnóstico de Colosenses 1:21. Él dice “estabais alejados y erais de ánimo hostil”. ¿Cuántas personas conoces que confiesan: “Tengo ánimo hostil”? Esta no es una forma de introspección común. La gente muy pocas veces dice, “Odio a Dios”.
¿Entonces, qué significa cuando Pablo dice que la gente era “de ánimo hostil” delante de Dios antes de ser reconciliados por la sangre de Cristo? Creo que quiere decir que la hostilidad está realmente ahí contra el Dios verdadero, pero la gente no se permite pensar en el Dios verdadero. Imaginan a Dios de la forma que ellos quisieran que sea, lo cual casi nunca incluye la posibilidad de que ellos puedan estar en un problema realmente serio con Él.
Recientemente pude ver esto de forma más clara en un artículo publicado en el periódico Star Tribune (el 16 de junio de 1997, página A11). Stephanie Salter escribió sobre Elisabeth Kübler-Ross, quien a la edad de 71 años ha cambiado de opinión y quiere decirle al mundo que un Dios bueno que gobierna el mundo y responde a nuestras oraciones es “un montón de mentiras. No se lo crean”. Salter estaba de acuerdo y dijo que “si Dios obró en verdad, como Kübler-Ross antes creía, Dios sería un bárbaro malo, mezquino, obsesivo-compulsivo”. Ella imagina a tal Dios diciendo:
Hoy voy a dar leucemia a seis bebés en Lowa, tomar 10,000 personas en Bangladesh usando un tifón y aumentar la tasa del cáncer de próstata en Australia al 11 por ciento. Mientras tanto, porque me han pedido tan amablemente, voy a disolver un tumor cerebral de una mujer en Londres, desviar un terremoto de 8.3 lejos de Azores y permitir que la concursante de Suecia gane para ser Miss Universo.
A este Díos, Salter responde: “¿Bueno? ¿Infinito? Suena más como el Gerente del Infierno”. ¿Oyes un poco de ánimo hostil en todo esto? “Whoa” dices tú, “no estás pensando insinuar que esta descripción de Salter sobre Dios es verdad, ¿no? ¿Y que su hostilidad es la hostilidad real contra Dios de la que Pablo estaba hablando?” Casi. No toda la descripción es verdad. Esa descripción sarcástica de oración ("porque me han pedido tan amablemente") es defectuosa. Pero el hecho de que Dios es soberano sobre la enfermedad y la calamidad está claramente enseñado en la Escritura. “¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el SEÑOR?” (Éxodo 4:11) “Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el SEÑOR?" (Amós 3:6)
Entonces el punto es: aunque la señora Salter da la impresión de que Dios está actuando caprichosamente sin sabiduría, justicia y amor, los hechos crudos son reales y ella los odia. Yo pienso que esto es lo que los humanos sienten acerca del Dios verdadero, fuera de la obra del Espíritu Santo que somete, humilla e instruye. Pablo dice que todos nosotros éramos hostiles a Dios. En el fondo de nuestro corazón odiábamos Su poder y autoridad absolutos. El hecho de que podamos ser salvos se debe a la maravillosa verdad de que la muerte de Cristo obtuvo la gracia por la cual Dios ha conquistado nuestros corazones y nos hizo amar a Aquel a quien antes odiábamos. Muchos todavía están aprendiendo a no ser hostiles a Dios. Es algo muy bueno que Él es gloriosamente paciente.
Saboreando la supremacía de la gracia y el poder de Dios,
Pastor John