¿Qué es el evangelio de los cristianos?
El evangelio no es simplemente una secuencia de pasos (por ejemplo: "Las cuatro leyes" del Campus Crusade o las "Seis Verdades Bíblicas" de Quest for Joy). Eso es esencial; pero lo que convierte al evangelio en "buenas noticias" es que conecta a una persona con las "inescrutables riquezas de Cristo".
No hay nada en sí mismo que haga que el "perdón de los pecados" sean buenas noticias. El hecho de que ser perdonado sea una buena noticia, depende de hacia dónde nos conduce eso. Podríamos salir declarados inocentes de la corte y ser asesinados en la calle. El perdón podría llevarnos al gozo o podría no hacerlo. Incluso escaparnos del infierno no es en sí mismo la buena noticia que anhelamos; no si encontramos que el cielo es enormemente aburrido.
Ni siquiera la justificación sería una buena noticia, la pregunta es ¿Hacia dónde nos conduce? El que la justificación sean buenas noticias depende del premio que recibimos por nuestra justicia imputada. ¿Qué es lo que recibimos al ser considerados justos en Cristo? La respuesta es la comunión con Jesús.
El perdón y la justificación de los pecados son buenas noticias porque eliminan los obstáculos hacia la única, perdurable y totalmente satisfactoria fuente de gozo: Jesucristo. Jesucristo no es meramente el medio para nuestra salvación de la condenación. Él es el objetivo de nuestra salvación. Si no fuese satisfactorio estar con Él, no hay salvación. Él no es solamente la cuerda que nos hala de olas peligrosas; Él es la playa sólida bajo nuestros pies, el aire de nuestros pulmones, el latido de nuestro corazón, el sol tibio de nuestra piel, la canción en nuestros oídos, y los brazos de nuestro seres queridos.
Es por esto que el Nuevo Testamento usualmente define al evangelio sencillamente como Cristo. El evangelio es el “evangelio de Cristo” (Romanos 15:19;1 Corintios 9:12; 2 Corintios 2:12; 9:13; 10:14; Galatas 1:7; Filipenses 1:27; etc.). O, más específicamente, el evangelio es "El evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4). Quizás aún más maravilloso; Pablo dice que la predicación del evangelio es la predicación de las "inescrutables riquezas de Cristo" (Efesios 3:8).
Por lo tanto, creer en el evangelio no es simplemente aceptar las maravillosas verdades de que 1) Dios es santo 2) Somos pecadores sin esperanza 3) Cristo murió y resucitó por los pecadores, y 4) ésta gran salvación se disfruta por la fé en Cristo, sino que creer en el evangelio es también apreciar a Jesucristo como nuestras riquezas inescrutables. Lo que hace al evangelio “Evangelio” es aquello que hace que una persona entre al gozo eterno y siempre creciente de Jesucristo.
Las palabras que Jesús dirá cuando vayamos al cielo son: “Entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25:21, LBLA). La oración que el hizo por nosotros terminó con esta nota: “Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria” (Juan 17:24). La gloria que Él quiere que veamos son las “inescrutables riquezas de Cristo”. Son “las sobreabundantes riquezas de su gracia [la de Dios] por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Efiseos 2:7).
Los superlativos “inescrutables” y “sobreabundantes” significan que no habrá final a nuestro descubrimiento y disfrute. No habrá aburrimiento. Cada día traerá nuevas y asombrosas revelaciones sobre Cristo, lo cual hará que las maravillas de ayer sean vistas a la nueva luz; no sólo habrá nuevas visiones de gloria cada día, sino que además la gloria acumulada será más gloriosa con cada nueva revelación.
El evangelio son las buenas noticias que dicen que el gozo eterno y siempre en aumento del Cristo nunca aburridor y siempre satisfactorio, es nuestro gratuita y eternamente por fe en la muerte perdonadora de pecados y la resurrección dadora de esperanza de Jesucristo.
Que Dios te dé la “[capacidad de] comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento” (Efesios 3:18-19).
Disfrutando y esperando,
El Pastor John