¿Fueron los apóstoles mensajeros de Cristo únicos e irrepetibles?
La palabra “apóstol” significa “uno que es enviado”. Así que puede tener un significado muy general sobre personas enviadas por otras en una misión especial (por ejemplo, 2 Corintios 8:23, Filipenses 2:25). En ese caso, no se insinúa ninguna autoridad religiosa especial porque el que los envía no es una autoridad y no tiene la intención de investir a los “apóstoles” con autoridad que no poseen.
Al determinar qué autoridad tiene un “apóstol”, debemos preguntarnos: ¿Qué autoridad tiene el que envió al apóstol como su portavoz autorizado? Y: ¿Cuánta de esa autoridad dio el que envió a su representante?
Jesús eligió Doce Apóstoles para un papel único e irrepetible en la historia de la redención. Esto se puede ver en los siguientes cinco pasajes de las Escrituras.
- Lucas 6:13 (LBLA) – “Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles”.
- Mateo 19:28 – “En verdad os digo que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel”.
- Hechos 1:21-22 – (Después de que Judas se suicidó, Pedro se dio cuenta de que el número de los 12 necesitaba ser reestablecido para el ministerio autorizado de testigos oculares de los Doce.) “De los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea constituido testigo con nosotros de su resurrección”.
- Apocalipsis 21:14 – (Describiendo la Nueva Jerusalén descendiendo del cielo de Dios, Juan dice que los cimientos de la ciudad eran los doce apóstoles.) “El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero”.
- Efesios 2:19-20 – (Similar a esto, Pablo habla de los apóstoles como el fundamento de la iglesia.) “ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular”.
En cierto sentido, todos los misioneros verdaderamente llamados por Dios son enviados como representantes de Cristo y deberían poder decir: “Somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!” (2 Corintios 5:20). Para ser un auténtico misionero, uno necesita ser “enviado”. “Ccómo predicarán si no son enviados? ” (Romanos 10:15).
Así que estos misioneros están autorizados por el Cristo resucitado, pero no diríamos que Jesús les imparte el grado de autoridad que Él dio a los apóstoles originales cuya enseñanza ahora está en el Nuevo Testamento. Su autoridad debe aferrarse constantemente al Nuevo Testamento y mostrarse por la conformidad a lo que enseñó el vocero original del Señor.
Entre los doce apóstoles escogidos por Jesús y el misionero ordinario enviado por el Señor hoy, parece que en el Nuevo Testamento encontramos otro grupo (o grupos) de hombres llamados y autorizados por Jesús, y que algunos de ellos están a la par con los Doce en su autoridad para enseñar. Pablo ciertamente creyó que su llamado y la comisión que había recibido del Cristo resucitado lo ponía a la par con los Doce en su papel de maestro (Gálatas 1:1, 12-16, 2:8, 1 Corintios 9:1-2, 15:8-10, 2 Corintios 12:12). También hubo otros que pudieron tener más o menos autoridad como representantes del Señor (Gálatas 1:19, Hechos 14:14, 1 Corintios 15:5-7, Romanos 16:17).
Probablemente haríamos bien en evitar usar el término hoy para misioneros y plantadores de iglesias, porque el usarlo puede crear una confusión que podría menoscabar la singular autoridad de la doctrina apostólica original.
Menos que apostólico,
El Pastor John