Pensamientos a los sesenta acerca de las emociones del tercer campus y de 1 Corintios 15:58

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Founder & Teacher, Desiring God

Es bueno llegar a la edad de sesenta.  El panorama de la vida desde la perspectiva de seis décadas está lleno de esperanza y no es lanzado a cualquier lugar por emociones instantáneas. Hemos visto demasiados momentos exuberantes y los movimientos que van y vienen. No es que seamos cínicos o prejuiciosos. Nos encanta entusiasmarnos con una vida fresca y triunfos misericordiosos. Pero nuestra fortaleza no proviene de estos momentos.

Hubo épocas en que así la obtuvimos. Fue muy costoso. Había mucho más desánimo y más depresión que ahora. Todo eso es ahora balastro en nuestros barcos pequeños, y los vientos no nos voltean tanto como lo hacían antes. Ahora esperamos las tormentas con una mayor ecuanimidad, la cual viene con la edad. La lección apostólica introductoria, “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios" (Hechos 14:22), ha llegado a ser algo normal y establecido, para nosotros.

A los setenta y un años, Joseph Gurney le preguntó a su amigo Charles Simeon cómo había soportado tanta persecución y sobrevivido toda la oposición en sus cuarenta y nueve años como pastor en La Santísima Trinidad (Holy Trinity), en Cambridge. Y contestó asi:

Mi amado hermano, un poco de sufrimiento por amor a Cristo, no nos debe de importar. Cuando estoy pasando a través de un cerco, si mi cabeza y mis hombros pasan libremente, puedo soportar el aguijonazo en mis piernas. Regocijémonos con el recuerdo de que nuestra santa Cabeza ha superado todo Su sufrimiento y ha triunfado sobre la muerte. Sigámosle pacientemente; pronto seremos partícipes de Su victoria. (H.C.G. Moule, Charles Simeon, [London: Inter-Varsity, 1948], 155f.)

Esa es la perspectiva del sufrimiento experimentado: A cuarenta y nueve años de pruebas se le llama “un poco de sufrimiento.” Y la entrada a la victoria final, dice él, será “pronto.” Mientras tanto, estos problemas no deberían importarnos. Aceptaremos todo momento placentero con gratitud. Pero no lo usaremos para argumentar que el momento siguiente también debería ser agradable.

Hemos pasado a través de tantos cambios. Enfermedad y salud, crecimiento y descenso, alabanza y criticismo, amistad y traición, gratitud y olvido, prosperidad y necesidad, entusiasmo y aburrimiento, guerra y paz, temor y seguridad, claridad y confusión, armonía y tensión, sueños y ruinas, fátiga y energía, duda y certidumbre. Todo esto solía ser acompañado de euforia y devastación en exceso. Pero ya no es así. Placentero, si. Doloroso, si. Pero no tan amenazante como antes. Y no tan vehemente. Cada vez más, nos encantan los cantos suecos de Karolina W. Sandell-Berg:

Aquel cuyo corazón es bondadoso más allá de toda medida
Le da a cada día lo que El estima ser mejor —
Entrañablemente, es parte del dolor y placer de la vida,
Entremezclando el afán con la paz y el descanso mejor —

("Day by Day" ["Día a Día"])

Aunque Él dé o tome,
Dios nunca olvida a Sus Hijos;
Su único propósito es solamente
Conservarlos santos y puros.

("Children of the Heavenly Father" [“Hijos del Padre Celestial”])

Ya no buscamos las soluciones rápidas. Miramos a la larga.  Dios nos llamará a dar cuentas de la fidelidad y no del éxito.  "Una larga obediencia en la misma dirección" (como dice Eugene Peterson) ha venido a ser nuestra pasión. No nos deslizámos. No corremos con desenfreno y luego caemos en los barrancos de cansadoras lujurias. No adquirimos un Vehículo de Recreación y nos trasladamos a Florida para broncear nuestra piel arrugada. Sino que fijamos nuestro rostro para unirnos a Jesús en el camino del Calvario.

Sin prisa. Sin retroceder. “Id y decidle a ese zorro: 'Yo expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo mi propósito.'” (Lucas 13:32). Jesús llegó a la cruz y al cielo en el tiempo perfecto—Su tiempo. “Nadie me quita la vida. Yo mismo la pongo.” Él encontró la paz para terminar la carrera. Fue entonces cuando Él fijó los tiempos. Él los fija ahora mismo.

Él conoce el tiempo para el gozo y verdaderamente
Lo enviará cuando vea que es apropiado,
Cuando os haya probado y depurado debidamente,
Y os haya encontrado libres de todo engaño inadecuado.
Él viene a ti inadvertidamente
Y te hace reconocer su amor y cuidado

(George Neumark, "If Thou But Suffer God to Guide Thee" [“Si tan sólo permites que Dios te guíe”])

Sesenta es una edad buena para encontrar tu ritmo en el maratón llamado "la vida". Ir de bajada es agradable. Pero hemos cubierto lo suficiente del trayecto para saber que: No cuentes con el vuelo de la bajada para llegar a la cima de la próxima subida. Justo cuando pensamos que hemos remontado la colina, una montaña aparece frente a nosotros. Tenemos que sonreír y tomar la mano del desalentado y decir calmadamente, “con mi Dios escalaré murallas.” (Salmos 18:29).

Todo esto para decir, estoy profundamente agradecido con Dios por un fuerte comienzo del proyecto ‘South Site’, el Domingo pasado. Le doy gracias a Dios por Rick Melson y David Livingston y un pequeño ejército de voluntarios que se encargaron de mil detalles. Le doy gracias a Dios por las lágrimas y oraciones después de los servicios—algunos por el arrepentimiento y otros por el dulce regreso a casa. Este fue un gran fin de semana para nosotros.

Pero nuestra perseverancia y nuestro gozo perdurable en el trabajo de servir a Cristo en Bethlehem no está basado en:

  • la emoción de las novedades, porque lo nuevo un día será viejo;
  • la magnitud de los números, porque los números un día serán pequeños;
  • el placer de los buenos compañeros, porque un día estaremos solos;
  • la condenación de otros, porque el día del criticismo vendrá;
  • la recompensa monetaria, porque un día se desvanecerá como la hierba;
  • el entusiasmo de las grandes emociones, porque las bajas emocionales vendrán.

No. Dios mediante, resistiremos y floreceremos en estos últimos días muy calmada, firme y gozosamente porque sabemos que en el Señor nuestra obra no es en vano. “Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano." (1 Corintios 15:58).

Aspirando a estar firme por gracia,

Pastor John