La única libertad verdadera
Entonces Jesús le decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:31-32)
¿Qué es la verdadera libertad? ¿Somos libres?
- Si no tenemos el deseo de hacer algo, no somos totalmente libres para hacerlo. Quizás logremos reunir la fuerza de voluntad para hacer lo que no queremos hacer, pero nadie llama a eso libertad total. No es así como queremos vivir, con restricciones y presiones que en realidad no deseamos.
- Si tenemos el deseo de hacer algo, pero no tenemos la capacidad de hacerlo, no somos libres para hacerlo.
- Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo, pero no la oportunidad de hacerlo, entonces no somos libres para concretarlo.
- Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo y la oportunidad de concretarlo, pero esto nos lleva en última instancia a la ruina, entonces no somos totalmente libres —no verdaderamente libres—.
Para ser totalmente libres, necesitamos tener el deseo, la capacidad y la oportunidad de hacer aquello que nos hará felices para siempre. Sin remordimientos. Y solo Jesús, el Hijo de Dios, que murió y resucitó por nosotros, puede hacerlo posible.
Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.