Un Poco de Leña Para Tus Brasas

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Founder & Teacher, Desiring God

Todos nos sentimos pequeños.

Eso es porque somos pequeños. John Piper puede parecer como un gran pez en un pequeño estanque evangélico. Pero en el océano del mundo, soy estadísticamente un don nadie.

Pero estamos unidos al Creador del mundo a través de su Hijo Jesús, y somos parte de su propósito global para todas las naciones que no puede ser detenido.

Mientras nos acercamos a la Conferencia CROSS este diciembre, permíteme poner un poco de leña en el fuego de tu esperanza. Estoy orando para que en la conferencia Dios encienda el fósforo.

Toma tres minutos y déjate sentir los asombrosos e invencibles planes para todas las naciones del mundo. Cuando Pablo ha terminado de describir la manera alucinante e indirecta en que Dios salvaría a las naciones, dice, "¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!" (Romanos 11:33). El plan es maravilloso.

Lo que Pablo acababa de decir era: a causa de que las naciones desobedecieron a Dios, El eligió a Israel para sí. Y porque Israel desobedeció, El mostró misericordia a las naciones. Y a causa de la misericordia mostrada a las naciones, la misericordia también vendría a Israel (versículos 30-31). "Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos" (Romanos 11:32).

En todo lo que Dios hace, nunca está haciendo sólo una cosa. El siempre está haciendo miles de cosas cuando sea que hace algo. Así que, no es sorprendente que todos sus actos parezcan complejos e indirectos.

Pero lo que está completamente claro es esto: Dios está persiguiendo a todas las naciones. Y tarde o temprano El las tendrá.

Toma un momento y deja que el propósito de Dios de tener la adoración de las naciones te atrape. Una vez que lo haga, tu pequeña vida será unida a algo masivo.

Deja a un lado por ahora los mandamientos del Nuevo Testamento de hacer discípulos de todas las naciones. Sólo mira a unas pocas de las Exhortaciones, Promesas y Oraciones por las naciones del Antiguo Testamento.

Exhortaciones

Batid palmas, pueblos todos; aclamad a Dios con voz de júbilo. (Salmos 47:1).

Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza (Salmos 66:8).

Contad su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos (Salmos 96:3).

Tributad al Señor, oh familias de los pueblos, tributad al Señor gloria y poder (Salmos 96:7).

Alabad al Señor, naciones todas; alabadle, pueblos todos (Salmos 117:1).

Promesas

Te daré las naciones como herencia tuya (Salmos 2:8; cf. 111:6).

Los pueblos te alabarán eternamente y para siempre (Salmos 45:17).

Se han reunido los príncipes de los pueblos como el pueblo del Dios de Abraham. (Salmos 47:9).

Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre (Salmos 86:9).

El Señor de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos (Isaías 25:6).

Todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios (Isaías 52:10).

Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos (Isaías 56:7).

Llegará el tiempo de juntar a todas las naciones y lenguas, y vendrán y verán mi gloria (Isaías 66:18).

Oraciones

¡Que te alaben los pueblos, Dios mío! ¡Que todos los pueblos te alaben! ¡Que las naciones se llenen de gozo... ¡Que te alaben los pueblos, Dios mío! ¡Que todos los pueblos te alaben! (Salmos 67:3-5)

Póstrense ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las naciones (Salmos 72:11).

Sean benditos por él los hombres; llámenlo bienaventurado todas las naciones (Salmos 72:17).

El propósito de Dios de tener la adoración de las naciones no puede ser detenido. "Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré" (Isaías 46:10).

Así que, nunca lamentes tu pequeñez. Como hijo de Dios y emisario de Dios, estás unido a la más grande causa en el mundo. Estaré orando por ti mientras planeas venir a Cross en diciembre. Que la leña sea apilada alto, y que el fuego caiga.