Siete Cosas que Pedir Para sus Hijos
Hace unos años atrás, un buen amigo compartió conmigo siete textos de las Escrituras que él y su esposa oraban para sus dos hijas cuando éstas eran bebés. Hoy en día las niñas han crecido. Y es hermoso ver como Dios ha respondido (y sigue respondiendo) las oraciones fieles y específicas de padres llenos de fe en la vida de estas mujeres jóvenes y devotas.
Con frecuencia he utilizado estas oraciones también al orar por mis hijos. Y se las recomiendo (ver abajo).
Pero, por supuesto, las oraciones no son conjuros mágicos. No es cuestión de simplemente decir lo correcto y que nuestros hijos sean bendecidos con el éxito.
Algunos padres oran fervientemente y sus hijos se convierten en líderes, académicos, músicos o atletas talentosos. Otros oran fervientemente y sus hijos desarrollan una discapacidad seria o una enfermedad, o deambulan por un desierto pródigo, o simplemente luchan más que los demás en lo social, académico o deportivo. Y la verdad es que, Dios está respondiendo a todos estos padres, pero para fines muy diferentes.
Por eso es que encontramos en la Biblia Escrituras como las de Juan 9:1-3. No debemos evaluar prematuramente los propósitos de Dios porque pueden ser contrarios a nuestra percepción. Dios mide el éxito de un manera distinta a la nuestra, por eso con frecuencia responde a nuestras oraciones en formas que no esperamos.
Así pues, oren por sus hijos. Jesús nos prometió que si preguntamos, buscamos y llamamos el Padre nos dará cosas buenas a cambio (Lucas 11:9-13), aun cuando las cosas buenas no sean aparentes sino hasta 40 años después. Y debido a que Jesús con frecuencia pregunta a quienes vienen a él, “¿Qué deseas que haga por ti?” (Marcos 10:51, LBLA), sabemos que quiere que seamos específicos en nuestras peticiones.
Así que, aquí están siete cosas útiles y específicas que pedir para sus hijos:
1. Que Jesús los llame y nadie les impida ir.
Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. Pero Jesús dijo: “Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque el reino de los que son como éstos es el reino de los cielos.” Y después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí. (Mateo 19:13-15, LBLA)
2. Que respondan en fe a la llamada fiel y constante de Jesús.
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nada parezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9, LBLA)
*3. Que experimenten la santificación a través de la obra transformadora del Espíritu Santo y que crezcan en el deseo de cumplir los mandamientos más importantes. *
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente” – le respondió Jesús -. Éste es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:37-39, LBLA)
4. Que no se unan en yugo desigual en relaciones íntimas, especialmente en el matrimonio.
No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14, LBLA)
5. Que sus pensamientos serán puros.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. (Filipenses 4:8, LBLA)
*6. Que sus corazones se conmuevan para dar generosamente a la obra del Señor. *
*Los hijos de Israel, todos los hombres y mujeres cuyo corazón los movía a traer algo para toda la obra que el Señor había ordenado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria al Señor. *(Éxodo 35:29, LBLA)
7. Que cuando llegue el momento, ¡VAYAN!
Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20, LBLA)
This meditation is included in the book Not by Sight: A Fresh Look at Old Stories of Walking by Faith.
Trusting Jesus is hard. It requires following the unseen into an unknown, and believing Jesus’s words over and against the threats we see or the fears we feel. Through the imaginative retelling of 35 Bible stories, Not by Sight gives us glimpses of what it means to walk by faith, counsel for how to trust God’s promises more than our perceptions, and the way to find rest in the faithfulness of God.