John Piper y Jonathan Edwards argumentan sobre la Elección (Me refiero a la Presidencial)

La 57a elección presidencial de los EEUU está azotando fuertemente contra nosotros. Buques de guerra con propaganda bien financiada están bombardeándonos desde todos los medios de comunicación. Se profetizan consecuencias terribles si la visión incorrecta es elegida al poder en los EEUU.

Pero hay algo que posiblemente no has visto en ningún letrero, escuchado en ningún debate, o leído en ninguna plataforma de partido político:

Si no nos unimos a Dios en el avance de su objetivo para el universo, entonces estamos desperdiciando nuestras vidas y nos estamos oponiendo a nuestro Creador.

Eso altera nuestra perspectiva, ¿no? Esto también:

Todo entendimiento de todas las cosas que no toma a Dios en cuenta es un entendimiento superficial, porque no consideran... lo que realmente importa en el universo, esto es, Dios. Hoy en día en América, casi no podemos comenzar a sentir cuán ignorantes de Dios nos hemos vuelto, porque ese es el aire mismo que respiramos. Respiramos un aire que ignora a Dios.

La implicación es alarmante. Significa que virtualmente todo lo que hemos oído de la campaña presidencial es superficial y que la mayoría de las personas que están involucrados en el frenesí político están desperdiciando sus vidas al oponerse a Dios. No todos, pero la mayoría.

Las citas anteriores fueron tomados de un mensaje de John Piper titulado "A God-Entranced Vision of All Things: Why We Need Jonathan Edwards 300 Years Later" ("Una visión cautivada por Dios de todas las cosas: La razón por la que necesitamos a Jonathan Edwards después de 300 años") (es decir, desde su nacimiento).

Jonathan Edwards murió en 1758, antes de que los EEUU existieran. ¡Pero, oh, cuánto necesitamos su visión de Dios hoy en día! Edwards portaba los lentes de las Escrituras y veía a Dios en todo lugar y en todas las cosas y, por consiguiente, entendía qué es lo que hace feliz al corazón humano:

El disfrutar de Dios es la única felicidad con la cual nuestras almas pueden ser satisfechas. Ir al cielo para disfrutar a Dios plenamente, es infinitamente mejor que las alojamientos más placenteros aquí. Padres y madres, esposos, esposas, o hijos, o la compañía de amigos terrenales, son solo sombras; pero Dios es la esencia. Estos no son más que rayos dispersos, pero Dios es el sol. Estos no son más que riachuelos. Pero Dios es el océano.

¿No es eso excelente? Si eso es cierto, entonces esta es la forma en que Edwards dice que debemos vivir:

Por lo tanto, nos favorece pasar por esta vida solo como un viaje hacia el cielo, tal como nos favorece convertir la búsqueda de nuestro más alto fin y bien propio en la labor entera de nuestras vidas; a lo cual debemos subordinar el resto de las preocupaciones de la vida. ¿Por qué deberíamos trabajar por o fijar nuestros corazones en cualquier otra cosa sino nuestro justo fin y verdadera felicidad?

Eso es exactamente lo que Dios nos pide en Isaías 55:2: "¿Por qué gastáis… vuestro trabajo en lo que no sacia?"

Con respecto a la elección presidencial, la pregunta es, ¿si alguna vez has estado satisfecho con lo que los poderes políticos te han prometido?

Ahora, no estoy diciendo que no hay temas importantes en juego en la elección presidencial. Debemos votar. Debemos interesarnos y orar por las autoridades gubernamentales (1 Timoteo 2:2). Y debemos participar en el gobierno y/o en las campañas políticas, de acuerdo al nivel que discernamos que Dios nos llama a promover sus objetivos en el universo por medio de quienes nos gobiernan.

Pero debemos mantener las cosas en la perspectiva correcta. La "labor de nuestras vidas" no es promover una visión política superficial para los EEUU. Nuestra labor más vital es convertirnos en personas centradas en Dios que promueven el evangelio en todo el mundo. Debemos buscar nuestra satisfacción en la Esencia, en el Sol y en el Océano. Debemos pedir, buscar y llamar (Lucas 11:9) hasta que la realidad de que "Cristo es todo" (Colosenses 3:11) se arraigue firmemente en nuestros corazones, hasta que nuestras mentes sean renovadas (Romanos 12:2) y hasta que estemos permaneciendo en Jesús (Juan 15:5).

Así que, mientras nos acercamos a la elección, mientras soportamos la tormenta mediática y mientras escuchamos los urgentes y fervientes análisis y debates, recordemos lo que realmente importa, y de dónde provienen la verdadera paz (Juan 16:33), la verdadera prosperidad (Romanos 9:23) y la verdadera felicidad (Salmos 16:11).


Las citas de Jonathan Edwards fueron tomadas de: Jonathan Edwards, “The Christian Pilgrim,” in The Works of Jonathan Edwards, ed. Edward Hickman, 2 vols. (1834; reprint, Edinburgh: Banner of Truth, 1974), 2:244.