Nuestra obligación con la gente por alcanzar
Hace más de cien años, una misionera soltera llamada Lottie Moon que servía en China comenzó a escribir cartas retando a la iglesia de aquí a enviar y apoyar a más obreros para que fueran allí. Después de su muerte en el campo misionero, su reto fue tomado en cuenta formalizándose en una ofrenda en su nombre. Aunque no seas un bautista sureño que haya aportado a la ofrenda Lottie Moon Christmas Offering, su vida es un recordatorio de por qué debemos ofrendar para enviar y apoyar a los misioneros que sirven en lugares donde no hay creyentes.
Pero mi objetivo no es solo mostrarte por qué debemos ofrendar, sino también por qué debemos ir... cómo, cuándo y dónde Dios nos lleve. Utilizo la palabra deber a la luz de Romanos 1:14, LBLA donde Pablo habla de sus ansias de anunciar el evangelio:
Tengo obligación tanto para con los griegos como para con los bárbaros, para con los sabios como para con los ignorantes.
¿Escuchaste eso? Pablo dice que está obligado a anunciar el evangelio a todas las personas. Literalmente, les debe el evangelio a todas las personas: a griegos, bárbaros y a los de Roma. ¡Qué declaración tan notable! Aparentemente, apropiarse del evangelio crea en Pablo una obligación con el evangelio. Como sabe de estas buenas nuevas que Dios ha hecho en Cristo, debe difundirlas.
Estoy orando por que esto sea una realidad en nuestros corazones: que tú y yo nos podamos dar cuenta de que debemos hacer todo lo posible para que el evangelio llegue a las personas que nunca lo han escuchado. Que nos demos cuenta de que el apropiarnos del evangelio crea una obligación para con el evangelio. Que veamos que los salvos de este lado del cielo les deben el evangelio a los perdidos de este lado del infierno.
Entonces, ¿por qué la carta a los Romanos nos dice que debemos ir a los que no conocen a Jesús? A continuación, mencionamos brevemente cuatro razones:
1. Porque su conocimiento de Dios es suficiente para condenarlos al infierno por siempre.
Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido". (Romanos 1:21)
2. Porque el evangelio de Dios es lo suficientemente poderoso como para salvarlos para el cielo.
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego". (Romanos 1:16)
3. Porque el plan de Dios justifica los sacrificios de su pueblo.
Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:13–14)
4. Porque el Hijo de Dios merece las alabanzas de su pueblo.
...para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a su nombre (Romanos 1:5).
No podemos guardarnos el evangelio. Son las mejores noticias de todo el mundo: todas las personas pueden ser hechas justas delante de Dios, por siempre, mediante la fe en Cristo Jesús. Todos tienen que escuchar esto. ¡Todos deben escuchar esto! Después de todo, esa es la razón principal por la que Pablo escribe la carta a los Romanos. En Romanos 15:20, dice:
De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio no donde Cristo ya era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro.
Pablo quería que la iglesia de Roma le ayudara a llegar a España para que pudiera anunciar el evangelio a los gentiles de ese lugar (Romanos 15:24). En la carta a los Romanos, dice (realmente grita): "Les debo, les debemos Cristo a las naciones. Entonces, ¡vayamos y démosle a conocer" Debemos . hacerlo. No es una opción.
Es una obligación.