Mateo parece tener una carga inusual por alertarnos sobre el peligro de pensar que somos salvos cuando no lo somos. Consideremos estas advertencias.

5:20 Os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.

7:21-23 “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre, y en Tu Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Nunca os conocí; apartaos de Mí, los que practicáis la iniquidad’”.

13:20-21 “En quien se sembró la semilla en pedregales, éste es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que sólo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae”.

13:47-50 “El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase; y cuando se llenó, la sacaron a la playa; y se sentaron y recogieron los peces buenos en canastas, pero echaron fuera los malos. Así será en el fin del mundo; los ángeles saldrán, y sacarán a los malos de entre los justos, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes”. (Nota: los peces echados en el horno no son los que no entraron en la red del Reino, sino los que fueron capturados por el Reino, pero aun así no son aptos para la vida eterna. Comparemos estos con la gente en Mateo 7:22 y Hebreos 6:5 quienes gustaron “los poderes del siglo venidero”).

18:32-35 “Entonces, llamándolo su señor, le dijo: 'Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. ¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?' Y enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano”. (Los discípulos de Jesús que no perdonan no son verdaderos discípulos: “Si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones” 6:15.)

22:10-14 “Y aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el salón de bodas se llenó de comensales. Pero cuando el rey entró a ver a los comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda, y le dijo: 'Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda?' Y él enmudeció. Entonces el rey dijo a los sirvientes: 'Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes'. Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos”. (Nota: esto es similar a la parábola de la red. El hombre fue sacado del mundo al salón de banquetes, como el pez en la red, pero no era apto para el reino, por lo que fue expulsado).

Además de todas estas advertencias, consideremos las cinco vírgenes insensatas (Mateo 25:1-13); el hombre que enterró su talento (Mateo 25:14-30); el siervo infiel (Mateo 24:45-51); los lobos vestidos de ovejas (Mateo 7:15); los falsos profetas que hacen señales y prodigios (Mateo 24:24); y el discípulo (¡de 3 años!) llamado Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús (Mateo 10:4).

Lecciones:

1. “Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos”. (2 Corintios 13:5).
2. “Entrad por la puerta estrecha... Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (7:13-14).
3. ¡Esto no es justificación por obras! Es la evidencia indispensable de la justificación por fe —“¡Por sus frutos los conoceréis!”

Capturado por la santidad de Jesús,

El Pastor John