Haciendo una Diferencia Sometida al Fuego
Alguna vez haz orado así?
¿Señor, me dejarías hacer una diferencia para ti que sea absolutamente desproporcionada a quien yo soy?
Esa es la oración que yo escribí en el margen de un libro la semana pasada al lado de una cita de David Brainerd. Brainerd fue un misionero a los Indios de Nueva Inglaterra hace 200 años. El escribió,
O, que yo pueda ser fuego ardiente en el servicio del Señor. Aquí estoy, Señor, mándame a mi , mándame a los confines de la tierra...mándame de todo lo que se llama comodidad terrenal; mándame a incluso a la muerte misma sea todo en tu servicio y para promover tu Reino.
Brainerd ha hecho una diferencia para Dios que es absolutamente desproporcionada a lo que él era. El era un misionero oscuro en Nueva Inglaterra. Murió a la edad de 29 años. No fué muy conocido. Era muy vulnerable a la depresión. Pero su vida ha inspirado al movimiento misionero moderno tal vez mas que la vida de cualquier otra persona en tiempos modernos. ¿Por qué?
El estaba muy inflamado por Dios tanto que Jonathan Edwards sintió que Dios lo guiaba a poner la breve carrera misionera de Brainerd de solo cinco años y su bitácora en un libro. Y ese libro ha cambiado el mundo. Es increíble lo que Dios puede hacer a través de una corta vida que ardió por su gloria. El impacto puede ser todo fuera de proporción a lo que un persona es.
Yo espero que cientos de ustedes oren, "O, Señor, déjame hacer una diferencia que sea absolutamente desproporcionada a lo que yo soy." Esta es una oración que los llamados don nadie en el mundo pueden orar sin miedo al atrevimiento. La oración contiene una enunciación: "Yo no soy grande. Pero tú Señor eres muy grande. Y en tu asombrosa soberanía tu puedes dejar que mi pequeña vida haga una diferencia muy lejana a mi poco poder."
¿Pero cuál es la llave para hacer una diferencia para Dios? ¿No lo es un celo flamante por Dios? Dos veces Dios le pregunto a Elas, "¿Que haces aquí?" Y el respondió las dos veces, " He sido muy celoso de Jehová de Los Ejércitos." (1 Reyes 19:10,14). La pasión por la gloria de Dios no es la prerrogativa de viejos o de jóvenes, inteligentes os simples, hombres o mujeres. Puede ser el corazón de cualquier santo - si la queremos tanto como para buscarla.
Viene de una devota inmersión en la Escritura. En Lucas 24:32 los discípulos que habían hablado con Jesús en el camino de Emaús dijeron, "¿No se quemaban nuestros oídos en nosotros cuando nos hablaba en el camino, mientras él nos abría las Escrituras?" El fuego del celo de Dios viene de abrir las Escrituras en conversación con Jesús (=oración).
Pregunta: ¿Si tu no te estás quemando con el celo que tu deseas, estás tu dispuesto a hacer algunos experimentos con alta dosis y tiempo extendido de Biblia abierta? Muy honestamente, hay en mi propia vida una correspondencia entre el tiempo y la cantidad de devota apertura de la Biblia y la profundidad y la fuerza y el calor de mi celo por Dios. Yo soy bastante vulnerable a las mentalidades del mundo sin dosis masivas de la Palabra de Dios. Una iglesia en Corea espera que sus miembros lean 5 capítulos de la Biblia al día, y sus pastores deben leer 20 capítulos de la Biblia al día. La pregunta es: ¿Si lo quieres, estás dispuesto a hacer experimentos serios?
Oro para que Bethlehem sea llena de personas que se queman por la gloria de Dios, y que hacen una diferencia para Dios que sea absolutamente desproporcionada a lo que ellos son. ¡Oremos los unos por los otros!
Llegando cerca del Fuego con ustedes,
Pastor John