Carta a un Incompleto, Inseguro Adolecente

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Founder & Teacher, Desiring God

Hace cuatro años, un adolescente en nuestra iglesia me escribió para que le diera un consejo sobre la vida en general, y acerca de identidad en particular. Esto es lo que escribí, con una gran dosis de autobiografía para explicación.

Querido ________,

Mi experiencia de salir de una introvertida, insegura, culpable, absorta en sí misma y lujuriosa vida de adolescente fue más como la aparición de una rana de un renacuajo, que una mariposa de una larva.

Las larvas desaparecen en sus capullos y privadamente experimentan alguna transformación inexplicable sin alguno observando (es probable que sea bastante complicado adentro) y luego el capullo se cae y todos dicen ooooh, aaah, hermosa. Pero no sucedió así para mí.

Las ranas nacen pequeñitas, como pescados y viscosas, habitantes de aguas de charcos. Ellas no están en exhibición en el mundo del mar. Puede ser que estén en la piscina de algún hotel lujoso si el lugar ha sido abandonado desde hace 20 años y sólo hay unos centímetros de agua verde en la parte más profunda.

Pero poco a poco, porque son ranas santas por predestinación y por el ADN espiritual (nuevo nacimiento), nadan en el agua verde y empiezan a parecer más y más como ranas.

Primero, los pequeños pies empiezan a salir de sus lados. Extraño. En este momento nadie les pide que den un testimonio en un banquete Atletas en Acción.

Entonces salen un par de piernas más. Después, una espalda encorvada. Los peces en el estanque ya se han retirado: "Hmmm," dicen, "este ya no se ve como uno de nosotros." Una rana medio-desarrollada encaja en ninguna parte.

Pero Dios es bueno. Él tiene su plan y no es hacer de esta metamorfósis algo fácil. Sólo es cierto. Hay miles de lecciones que se pueden aprender en el proceso. Nada se desperdicia. La vida no está en suspenso esperando el gran florecimiento. Eso es lo que hacen las larvas en el capullo. Pero las ranas son públicas en todo el proceso de su loco cambio.

Creo que la clave para mi fue encontrar ayuda en el Apóstol Pablo y C.S. Lewis y mi padre, todos los cuales parecían increíblemente saludables, precisamente porque estaban tan absolutamente sorprendidos por todo, pero no de ellos mismos.

Me enseñaron que la salud mental no es gustar de mí mismo, sino estando alegremente interesado en todo, pero no en mí. Eran el tipo de personas que estaban sorprendidos por que la gente tenía narices no extrañas, sólo narices. Para ellos caminar por cualquier calle muy transitada era como un viaje al zoológico. O sí, ellos mismos tenían narices, pero no podían ver la suya propia. ¿Y por qué iban a hacerlo? ¡Mira a todas estas narices, ellos son libres para mirarlas!. Asombroso.

La capacidad de estos hombres, para asombrarse fue enorme. Me maravillé y oré para que yo deje de perder tanto tiempo y deje de perder tanta energía pensando en mí. Oh no, pensé. ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué debería importarme lo que piensen de mí. Soy amado por el Dios Todopoderoso y él está creando en mí, con gozo un gran salto de rana.

El texto más importante en mi ranez emergente está en 2 Corintios 3:18 —

Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen.

Este fue uno de los mayores secretos que he descubierto: Contemplar es convertirse en...

La introspección debe ceder el paso a asombrarse de la gloria. Cuando lo hace, el convertirse en... sucede. Si hay alguna clave a la madurez es esa. Contempla a tu Dios en Jesucristo. Entonces podrás avanzar de renacuajo a rana. Ese fue un gran descubrimiento.

Concedido, (eso pensaba) Nunca seré capaz de hablar delante de un grupo, ya que soy muy nervioso. Y quizás nunca me casaré, porque tengo demasiadas espinillas. Las chicas de la universidad Wheaton, me ponían totalmente nervioso. Pero Dios me tiene en su mano (Filipenses 3:12) y él tiene un plan y es bueno, y hay un mundo, visto y no visto, que está por conocerse y por el cuál estaremos sorprendidos. ¿Por qué iba yo a arruinar mi vida pensando en mí tanto?

¡Gracias a Dios por Pablo y Lewis y mi papá! Es todo tan obvio ahora. El yo es simplemente demasiado pequeño para satisfacer los anhelos de mi corazón. Quería probar y ver algo grande y maravilloso y hermoso y eterno.

Todo comenzó con la visión de la naturaleza y terminó con la visión de Dios. Se inició en la literatura, y terminó en los romanos y los Salmos. Todo comenzó con paseos por la hierba y bosques y lagunas, y terminó en caminatas a través de las llanuras altas de la teología. No es que la naturaleza y la literatura y la hierba y los bosques y las lagunas han desaparecido, sino que se convirtieron más obviamente en copias y punteros.

Los cielos cuentan la gloria de Dios. Cuando te mueves desde los cielos a la gloria de Dios, los cielos no dejan de ser gloriosos. Pero son no-deificado, cuando descubres lo que están diciendo. Ellos están señalando. "del oriente al occidente, haces que la gente grite de alegría." (Salmo 65:8).

¿Qué están el amanecer y el atardecer mostrando tan felizmente? ¡Su Creador! Nos están llamando a unirnos a ellos. Pero si estoy gruñendo acerca de la espinilla en mí nariz, ni siquiera voy a mirar por la ventana.

Así que mi consejo es: ser paciente con la forma en que Dios ha planeado que puedas llegar a ser una muy feliz, barriga-pegajosa rana. No te conformes con ser un renacuajo o una extraña medio-rana. Pero no seas sorprendido por la rareza y la lentitud del proceso tampoco.

¿Cómo me convertí en un predicador? ¿Cómo me casé? Sólo Dios lo sabe. Increíble. Así también tu transformación en lo que vas a ser a los 34 será increíble. Sólo mantén el rumbo y mira. Mira, mira. Hay mucho para ver. La Biblia es inagotable. Principalmente mira allí. El otro libro de Dios, la naturaleza, es también inagotable. Mira. Mira. Mira. Contemplando la gloria del Señor somos transformados.

Te amo y creo que Dios tiene grandes ranadas para ti. No te preocupes acerca de ser sólo una rana de salto alto como Cristo. Tu alegría viene de lo que ves.

Amado, ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no ha aparecido todavía; pero sabemos que cuando Él se manifieste seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.

Hay otra metamorfosis esperando. Simplemente se pone mejor y mejor. Dios es infinito. Por lo tanto, siempre habrá más de Su gloria, para nuestra mente finita. No habrá aburrimiento en la eternidad.

Con cariño,

Pastor John