Deja que Jesús Discuta con tu Alma sobre la Ansiedad
Debemos ser lentos en tratar a Jesús como si no supiera lo que hace. Él no es ingenuo en la forma en que trata con nuestra ansiedad. En Mateo 6:25-34 nos dice tres veces que no estemos ansiosos (vv. 25, 31, 34) y nos da ocho razones de no estar ansiosos.
Evidentemente él piensa que eso ayudará. Así que, no lo llames simplista. Llámelo gracia. Créele. Tome cada razón y predícala a tu alma como verdadera. Di,
”Alma, esto es verdadero. Jesucristo lo dice así. Confíale. Él murió por ti. Te ama. Te creó. Te conoce. Nadie – ningún consejero, ningún pastor, ningún amigo – te conoce como él. Escúchale. Deje que estas razones penetren. Descanse en ellas. Ahora, levantémonos y hagamos lo que necesitamos hacer. Adiós, ansiedad.”
Aquí hay un resumen de lo que él dijo:
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La vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa (Mateo 6:25).
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Dios alimenta a las aves y tú eres más valioso que ellas (Mateo 6:26).
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La ansiedad no tiene sentido. No añade ni una hora a tu vida (Mateo 6:27).
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Si Dios viste a la hierba efímera, te vestirá a ti, una criatura eterna (Mateo 6:28-30).
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Los incrédulos están ansiosos por cosas. Y tú no eres un incrédulo (Mateo 6:32a).
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Tu padre sabe que necesitas todas estas cosas por las cuales estás ansioso (Mateo 6:32b).
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Cuando buscas primero el reino de Dios y su justicia, lo que necesitas te es añadido (Mateo 6:33).
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Suficiente para el día es su propio afán. El afán de mañana se queda allí (Mateo 6:34).