Es Ahora o Nunca: Ama a Tus Enemigos
He escuchado a predicadores decir que, la única cosa que hacemos en esta tierra y que no haremos en la era venidera, es testificar a los no creyentes. Así que dedícate a ello. Esta es tu única oportunidad. Es ahora o nunca.
Bien, es ahora o nunca. Y deberíamos ocuparnos en ello. Es un buen punto.
Pero hay otro "ahora o nunca."
Jesús dijo, "Amad a vuestros enemigos" (Mateo 5:44). Él claramente amó a sus enemigos: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). Y Dios amó a los suyos: "Cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo" (Romanos 5:10)
Pero en el siglo venidero no habrá enemigos para amar. Todos se habrán convertido en amigos (Lucas 16:9), o habrán sido arrojados a las tinieblas de afuera (Mateo 8:12). Ni nosotros, ni Cristo, ni Dios Padre, ni el Espíritu Santo, ni los ángeles amarán nunca más a sus enemigos.
La visión de aquellos que estén en el infierno, en cuanto al grado que podamos tenerla, no será de amor sino de aborrecimiento (Isaías 66:24)
Hoy es el día que Dios ha dispuesto para amar a nuestros enemigos. O lo hacemos en esta vida, o nunca lo haremos. Pero Jesús nos dice que lo hagamos. Es una revelación de su gloria en este mundo. Amar a nuestros enemigos es una de las buenas obras que la gente ve y por las que da gloria a Dios (Mateo 5:16). Es un eco de Su cruz (Efesios 4:32). Este es el único mundo donde puede suceder esta demostración de la gloria de Dios.
Y será recordada para siempre. "Sus obras van con ellos" (Apocalipsis 14:13). El amor de Jesús por sus enemigos será cantado para siempre —la canción del Cordero (Apocalipsis 15:3). Y el eco de él, en nuestro amor, resonará a través de la eternidad en las historias de nuestros sacrificios.
No malgastes tu vida. Es un don de Dios. Te la dio para que pudieses unirte a él en la labor de mostrar su gloria. Algunas de esas muestras sólo pueden suceder ahora. Ahora o nunca. Ama a tus enemigos.