Nos dirigíamos hacia el sur desde Banner Elk, Carolina del Norte, cuando encontramos una larga curva empinada a través de las montañas Blue Ridge. Vimos un cartel que decía “rampa de frenado para camiones a una milla”. Nos preguntamos cómo podía construirse una rampa que detuviera un camión sin frenos que rodaba por la montaña sin control cuesta abajo. Al momento la vimos: se desviaba a la derecha como un espolón en la carretera, estaba ligeramente inclinada cuesta arriba y tenía tal vez 50 yardas de largo. Pero era toda de arena. Había un gran montículo y luego una serie de pequeños montículos. Era la arena suave y profunda lo que detendría al camión.

Los primeros nueve capítulos de 1 Crónicas son como una rampa de frenado para camiones. Nos detienen justo cuando deberíamos estar acelerando el recorrido a través de la Biblia. Me pregunto cuántas personas se proponen leer toda la Biblia, pero se atascan en las genealogías arenosas de 1 Crónicas 1-9. Son muy difíciles de atravesar.

Sin embargo, la ironía es que la carretera de 1 y 2 Crónicas suele estar salpicada con descripciones escénicas del misericordioso propósito de Dios. Si logramos atravesar las arenas de los capítulos 1 al 9, estas escenas son un enorme refrigerio para nuestra fe. He aquí un ejemplo para animarlos a desatascarse y seguir adelante en la carretera de Blue Ridge de la revelación de Dios.

Senaquerib, el rey de Asiria, se levantó contra Jerusalén cuando Ezequías era rey. Así que Ezequías reunió al pueblo y a los comandantes a las puertas de la ciudad. Si memorizan lo que les dijo, conocerán el poder de Dios de una manera nueva. Él dijo:

Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas.

Luego el escritor añade: “Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá” (2 Crónicas 32:7-8).

Yo quiero que se diga de mí: “El pueblo tuvo confianza en las palabras de John Piper, pastor de la Iglesia Bautista Bethlehem”. Esa es mi meta: “vuestro provecho y gozo de la fe” ¿Cuál es el “rey de Asiria” en su vida? Sea lo que sea, recuerde: “¡hay más con usted que con él!”. ¡Si confía en él, el Señor Todopoderoso está de su lado y peleará sus batallas! “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros […]. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Éxodo 14:13-14).

Qué bueno es estar de regreso,

Pastor John