La gloria de Dios y el gozo más profundo de las almas humanas son la misma cosa

Quince implicaciones

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Founder & Teacher, Desiring God

Jonathan Edwards escribe:

Al buscar Dios Su gloria, Él busca el bien de Sus criaturas, porque la emanación de Su gloria...implica la...felicidad de Sus hijos. Y al comunicar Su plenitud con ellas, lo hace con Él mismo, ya que el bien de Sus criaturas, que es lo que busca, está en unión y comunicación con Él mismo. Dios es Su bien. La excelencia y felicidad de ellas no son más que la emanación y expresión de la gloria de Dios. Al buscar Dios la gloria y felicidad de Sus criaturas, se busca a Sí mismo, y al buscarse a Sí mismo, es decir: siendo difundido...busca Su gloria y felicidad.

De este modo, es fácil comprender cómo Dios debe buscar el bien de la criatura...incluso su felicidad, desde un respeto supremo hacia Él: ya que la felicidad surge de...el respeto supremo que la persona tiene hacia Dios...al contemplar Su gloria, apreciándola y amándola, y regocijándose en ella.

El respeto que Dios tiene por el bien de Sus seres, y el respeto hacia Sí mismo, no es un respeto dividido sino que ambos están unidos en uno, como la felicidad de la criatura cuyo objetivo es la felicidad en unión con el mismo.

En su libro, La Pasión de Dios por Su Gloria: Viviendo la Visión de Jonathan Edwards (con el texto completo de El Objetivo por el Cual Dios Creó al Mundo (Wheaton, Ill.: Libros Crossway, 1998), John Piper presenta quince implicaciones sobre las verdades anteriormente citadas.

1. No existe diferencia entre la pasión de Dios por Su propia gloria y Su pasión por mi gozo en Él.

2. Por lo tanto, Dios está tan comprometido con mi gozo en Él, que es eterno y cada vez mayor, como Lo está con Su propia gloria.

3. Dios ama al pecador, pero no lo hace exaltándolo sino liberándolo con gracia y permitiéndole sentir gozo por la exaltación hacia Él.

4. Toda virtud verdadera entre los seres humanos debe tener como objetivo el acercamiento de la gente con el regocijo en la gloria de Dios.

5. También se deduce que el pecado constituye el intercambio suicida de la gloria de Dios para las cisternas rotas de las cosas creadas.

6. El cielo será un descubrimiento interminable y cada vez mayor de la grandeza y la gloria de Dios con un gozo en Él que es cada vez más grande.

7. El infierno es indescriptiblemente real, consciente, horrible y eterno – la experiencia por la cual Dios justifica el mérito de Su gloria, traducido en ira sagrada sobre aquellos que no gozarían con lo que es infinitamente glorioso.

8. La evangelización es la representación de la belleza de Cristo y Su obra de salvación con una urgencia sincera de amor que obra con el fin de ayudar a la gente a encontrar su satisfacción en Él.

9. Asimismo, la predicación del evangelio como parte de la adoración colectiva de la iglesia de Cristo, constituye una exultación explicativa acerca de las glorias de Dios en Su palabra, determinada para atraer al pueblo de Dios de los placeres efímeros del pecado hacia el camino de sacrificio de la satisfacción obediente en Él.

10. La esencia de la adoración autentica y colectiva constituye la experiencia colectiva de la satisfacción sincera en la gloria de Dios, o un estado de estremecimiento espiritual que carecemos y anhelamos con gran ahínco.

11. Las misiones mundiales son una declaración de la gloria de Dios entre todas aquellas personas que no han sido alcanzadas por el evangelio, con vistas a reunir adoradores que magnifiquen a Dios a través del gozo de vidas radicalmente obedientes.

12. Orar significa llamar a Dios para que nos ayude, por lo tanto es evidente que Él, en Su gloria, está lleno de recursos y nosotros necesitamos, humildemente y felizmente, Su gracia.

13. La tarea del aprendizaje del Cristianismo es estudiar la realidad como una manifestación de la gloria de Dios, hablar de ella con precisión y deleitarse con la belleza de Dios en ella.

14. La forma de magnificar a Dios en la muerte consiste en encontrarse con ella como ganancia.

15. "Es un deber cristiano, como Uds. saben, que seamos tan felices como podamos." (C. S. Lewis)