Cuatro olas de cambio en las misiones

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Founder & Teacher, Desiring God

Si Dios se complaciese en soplar sobre las ondas causadas por las piedras que dejaron caer los predicadores en nuestra conferencia de este año, podrían convertirse en olas que rompan sobre miles de vidas e iglesias. Las olas por las cuales estoy orando son:

Ola Nº 1: Poner la evangelización mundial como pasión de una nueva generación.

La palabra de moda hoy día es "misional". Pero las misiones no siempre se incluyen en esta palabra. Misiones significa cruzar una barrera etno-lingüística, (que puede tomar 20 años) a fin de enraizar el Evangelio en un pueblo que no tiene acceso a él. La estrategia de misiones es alcanzar, no solo a las personas no alcanzadas, sino a todos los pueblos no alcanzados. “Te alaben los pueblos oh Dios; Todos los pueblos te alaben” (Salmos 67:3, RVR60) La ola Nº1 daría como resultado que las misiones sean parte del ADN misional.

Ola Nº2: Tejer el hilo oscuro del infierno de vuelta en la tela de nuestra compasión.

Oro para que la consigna de las misiones mundiales sea: Nos preocupamos por el sufrimiento, especialmente el sufrimiento eterno. Todas estas palabras cuentan; sufrimiento, eterno, especialmente, todo, cuidado, nosotros. Cada una tiene su carga. La ola Nº 2 debe resultar en que esa carga sea cargada en diez mil trenes del evangelio dirigidos a los vecindarios y las naciones.

Ola Nº 3: Eliminar los conceptos equivocados acerca de lo que se necesita en las misiones.

Estoy orando para que en esta conferencia podamos eliminar la noción de que las misiones ahora pueden permanecer en casa, porque todas las naciones han venido a nosotros. Actualmente mi vecindario es reportado en City Visión como “el vecindario que contiene la diversidad étnica más grande en Estados Unidos, en el cual se hablan más de 100 lenguajes diferentes”. Esto cambia muchas cosas en la forma en que hacemos misiones. Pero algo que no cambia es el hecho de que el Proyecto Josué cataloga, no unos pocos cientos, sino 6.933 pueblos en el mundo sin una presencia evangélica autosuficiente. Otra percepción equivocada que quisiera ver desaparecer, es que los occidentales solamente deben enviar dinero, en vez de ir como misioneros. Mi paráfrasis es: “Dejad a otros dar su sangre. Nosotros damos nuestro dinero”. Siendo realistas, la mayoría de los pueblos no alcanzados no tienen a nadie con mejor acceso a ellos que nosotros. “No alcanzados” en su sentido más pleno significa: No hay un misionero entre este grupo de gente a quien enviar dinero si así lo quisiéramos. Por lo tanto la ola Nº 3 podría resultar en hacerlo todo: misiones para la gente no alcanzada que ya está aquí, apoyo para las misiones que han enviado otras iglesias, y especialmente, movilizar muestra propia gente para alcanzar los miles de grupos étnicos sin acceso al evangelio.

Ola Nº 4: Persuadir a los pastores de que una pasión por la gloria mundial de Dios, es buena para los santos que están en casa.

Si la luz de tu vela puede brillar a diez mil millas de distancia, entonces en casa está brillando mucho más. ¿Qué clase de cristianos queremos que nuestras iglesias produzcan? Pensemos en ello: ¿Cristianos apáticos que emplean la mayoría de su tiempo libre en entretenimiento mundano, que rara vez oran, o gimen, o trabajan para alcanzar a las gentes que están muriendo en todo el mundo? No los consientas. Diles que ocupen su vida en algo. Los vídeos PG13 cada dos noches los dejan vacíos y sin fuerza espiritual. Necesitan una causa que sea lo bastante grande como para vivir por ella y también morir por ella. La ola Nº 4 haría de las misiones el detonante para el despertar de miles de cristianos.

Señor, haz esta conferencia más estratégica para la gloria de Cristo entre las naciones de lo que nosotros podemos pensar o imaginar.