¿"Mero Cristianismo" Quiere Decir Eliminar las Denominaciones?

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Founder & Teacher, Desiring God

Durante muchos años he estado convencido de que la unidad y la verdad Cristiana son mejor servidas, no eliminando las verjas, sino amando a través de ellas y teniendo puertas de bienvenida. No proclamo hacerlo bien, quiero hacerlo mejor.

La cuestión es que minimizar la verdad, o limar sus claros bordes, o mezclarlo todo en una masa indistinguible, o centrarse en la oración, el servicio y las misiones en lugar de la verdad...Nada de esto produce una unidad que honre la verdad, forme comunidades fuertes, o resista tras generaciones.

Esto sucede mejor cuando vivimos bien en nuestras comunidades de convicción, y amamos bien a través de las líneas de convicción.

¿Estaría Lewis de Acuerdo?

¿Estaría C.S. Lewis de acuerdo con esto? ¿Acaso no escribió Mero Cristianismo? ¿No implica eso que debemos dejar de lado nuestras diferencias denominacionales y vivir en la unidad visible del "mero Cristianismo?"

Puede que se sorprendan por lo que Lewis quiere decir con esta frase, pero nos lo dice claramente. Lo siguiente es un extracto (en itálica) de la introducción al libro Mero Cristianismo (1943, xi-xii) dividido en secciones con mis comentarios.

No es una Alternativa a los Credos

Espero que ningún lector suponga que el "mero" Cristianismo se presenta aquí como una alternativa a los credos de las distintas confesiones, como si un hombre pudiese adoptarlo en preferencia al Congregacionalismo o a la Ortodoxia griega o a cualquier otra cosa.

Cuando Lewis escribe acerca de mero Cristianismo no está criticando las denominaciones Cristianas. De hecho, dice que no es como si alguien "pudiese" siquiera hacer del mero Cristianismo un lugar donde estar. Sería como decir que lo que llevo puesto no es una camisa sin mangas, ni tampoco con mangas cortas, o con mangas largas. Que simplemente es una camisa.

El Vestíbulo de la Casa

[Mero Cristianismo] se parece más a un vestíbulo desde el cual se abren puertas a varias habitaciones. Si puedo hacer que alguien entre en ese vestíbulo habré conseguido lo que intentaba. Pero es en las habitaciones, no en el vestíbulo, donde hay chimeneas encendidas, y sillones, y comidas.

Lewis amaba la Iglesia de Inglaterra. Ese era su hogar denominacional. Pero no percibía su vocación como la de ser un defensor del Anglicanismo. Su llamado era llevar a la gente al vestíbulo de la casa del Cristianismo. Y sabía que el vestíbulo no era el lugar donde alguien debería vivir.

Es un error que muchos han cometido con Lewis. Él no era ecuménico en el sentido de dirigir a las personas fuera de las habitaciones denominacionales hacia el vestíbulo de la unidad. Su espíritu ecuménico consistía, como veremos más adelante, en el amor entre las habitaciones, no en vaciar las habitaciones hacia el vestíbulo.

Las habitaciones denominacionales son el sitio donde está el fuego, los sillones y las comidas. En otras palabras, si intentas vivir en el vestíbulo, lo harás sin calor, sin descanso y sin comida. El mero Cristianismo no es un Cristianismo que se viva. Intentar hacer de ello una vida es como tratar de comer mera comida, pero nunca comer ningún vegetal, fruta o carne particular.

No Permanezcas en el Vestíbulo

El vestíbulo es un lugar donde se espera, un lugar desde el cual pasar a las diferentes puertas, no un lugar para vivir en él. Para eso la peor de las habitaciones (sea cual sea) es, en mi opinión, preferible.

Lewis es tan claro acerca de lo inadecuado del mero Cristianismo que dice que vivir lo mejor que puedas en la peor denominación Cristiana es mejor que intentar vivir en el vestíbulo.

Entra en un Cuarto

Es verdad que algunos pueden descubrir que tienen que esperar en el vestíbulo un tiempo considerable. . . . Debéis seguir orando para luz y, por supuesto, incluso en el vestíbulo, debéis empezar a obedecer las reglas que son comunes a la casa entera. Y sobre todo debéis preguntar cuál de las puertas es la verdadera, no la que más os gusta por sus paneles o su pintura. En lenguaje común, la pregunta nunca debería ser: « ¿Me gusta esa clase de servicio?» sino « ¿Son verdaderas estas doctrinas? ¿Está aquí la santidad? ¿Me mueve hacia esto mi conciencia?

Esta es una de las razones por las que me encanta Lewis. No hay aqui tonterías diciendo que todas las habitaciones son iguales. O que todas las habitaciones tienen la misma verdad vista desde ángulos diferentes. O que la experiencia personal es lo principal, mientras que las afirmaciones de la verdad son una presunción humana. O de lo inadecuado que son los santos para hacer buenos juicios acerca de cuál denominación posee la verdad. Nada de eso.

No, en lugar de eso, hay una afirmación directa de que ha de realizarse un movimiento crucial desde el vestíbulo del mero Cristianismo a la especificidad doctrinal de una habitación. Con ese objetivo, nuestra principal tarea, una vez que estamos en el vestíbulo, es descubrir la habitación más cercana a la verdad. Así que nos insta a "seguir orando para iluminación" y "preguntar cuál de las puertas es la verdadera." E inquirir, no si nos gustan los servicios, sino "¿Son verdaderas estas doctrinas?"

Lo que el Mundo Necesita

Cuando hayáis llegado a vuestra habitación, sed amables con aquellos que han elegido puertas diferentes y con aquellos que siguen aún en el vestíbulo. Si están equivocados, necesitan mucho más vuestras oraciones, y si son vuestros enemigos, entonces se os ha mandado orar por ellos. Esa es una de las reglas comunes a toda la casa.

Este es el ecumenismo de Lewis. Elige una habitación denominacional de acuerdo a la verdad bíblica lo mejor que puedas. Luego ama a aquellos que eligen de forma diferente, incluso si acaban siendo enemigos.

Lo que el mundo necesita de la gran casa del Cristianismo no es que todas las paredes entre habitaciones sean derribadas, sino que nos amemos unos a otros de todas las formas que enseña la Biblia, incluyendo el defender y confirmar la verdad de la Escritura conforme la vemos (Efesios 4:15).