Una oración (muy) corta para mis días de más desgano
Los días en que mi corazón se siente desganado, seco y adormilado, recuerdo una oración muy simple que hizo David en el Salmo 51:12:
Restitúyeme en el gozo de tu salvación,
y sostenme con un espíritu de poder.
Estos versos son fáciles de memorizar y me ayudan a focalizarme en la oración cuando mi alma se encuentra somnolienta. Mi suplica consiste en un simple esbozo de ese pasaje, donde enumero las tres cosas que necesito a diario.
Revitaliza mi gozo: Dios, necesito que nuevamente me recuerdes las distancias que salvaste para rescatar a mi alma pecadora. Recuérdame nuevamente la santa ira que merezco para que pueda regocijarme de nuevo en la preciada misericordia que me salvó. Produce en mí este júbilo para que venza el desgano que ahora siento.
Restaura mi fidelidad: Dios, mi corazón está apático porque mis lealtades son las equivocadas. Anhelo lo fácil, el confort y las alabanzas humanas, lo cual vacía mi alma. Conforme reconozco mi pecado, alinea de nuevo mi fidelidad con tu nombre y renueva mi compromiso de devoción a tu gloria. Dame un “espíritu recto” (Salmo 51:10).
Concédeme una obediencia voluntariosa: Dios, ayúdame a obedecerte hoy, no motivado por la obligación, sino por tu Espíritu en mí. Anhelo desesperadamente obedecerte y experimentar el gozo de la obediencia. Necesito un espíritu libre y dispuesto: necesito tu Espíritu libre y dispuesto. Sostenme en esto, te lo pido.
En mis propias palabras: Dios, revitaliza mi gozo, restaura mi fidelidad y concédeme liberalidad para obedecerte hoy.
Esta es una oración muy corta a la cual acudo en mis días de más desgano.