Si la humildad no es estar de acuerdo con el relativismo y no es el escepticismo, ¿Qué es? Es importante, ya que la Biblia dice, “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5), y “Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lucas 14:11). Dios nos ha dicho por lo menos seis cosas acerca de la humildad.

1. La humildad empieza con un sentido de subordinación a Dios en Cristo.

El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. (Mateo 10:24)

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios. (1 Pedro 5:6)

2. La humildad no siente un derecho a mejor trato del que Jesús recibió.

Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? (Mateo 10:25)

Así que, la humildad no vuelve mal por mal. No es una vida basada en sus derechos percibidos.

También Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;…cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. (1 Pedro 2:21-23)

3. La humildad declara la verdad no para enaltecer el ego por medio del control ni por medio de los triunfos en un debate, sino como servicio a Cristo y amor al adversario.

El amor se goza de la verdad. (1 Corintios 13:6)

Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz….No temáis. (Mateo 10:27-28)

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.. (2 Corintios 4:5)

4. La humildad sabe que depende de la gracia para todo conocer y creer.

¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? (1 Corintios 4:7)

Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. (Santiago 1:21)

5. La humildad sabe que es falible, y por lo tanto, considera la crítica y aprende de ella; pero también sabe que Dios ha hecho una provisión para la convicción humana y nos llama a persuadir a otros.

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. (1 Corintios 13:12)

El que obedece al consejo es sabio. (Proverbios 12:15)

Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres. (2 Corintios 5:11)

6. La humildad es creer en el corazón y confesar con los labios que nuestra vida es como un vapor, y que Dios decide cuando nos morimos, y que Dios gobierna todos nuestros logros.

!!Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala. (Santiago 4:13-16)