La palabra de Dios: viva, eficaz, cortante
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
El fracaso para confiar es el fracaso para entrar al descanso de Dios
La semana pasada terminamos con Hebreos 4:11: "Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo [en el reposo de la salvación de perdón y esperanza ahora que Dios nos ofrece, y en el cielo cuando muramos], no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia". Así que aquel era un ruego urgente a ser fervientes y cuidadosos para que no rechazáremos la oferta del reposo de Dios.
El versículo dice que si no somos diligentes para entrar en el reposo de Dios, entonces estamos siguiendo un ejemplo de desobediencia. ¿El ejemplo de quién? El ejemplo de Israel en el desierto. Hebreos 3:19 dice: "Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad". La desobediencia de que habla 4:11 es la desobediencia de la incredulidad, el fracaso al confiar. No sean como ellos, dice el escritor, porque su fracaso al confiar les impidió entrar en el reposo de Dios. Y les impedirá, a ustedes, entrar en el reposo de Dios.
Esforcémonos por escuchar la palabra de Dios
¿Fracaso al confiar en qué? Vimos la respuesta en Hebreos 4:2 "Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos [se les anunció la buena nueva]; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que oyeron”. Ellos fracasaron al no confiar en la buena nueva, la Palabra de Dios, que les fue predicada en el desierto, las promesas de Dios de que él les cuidaría y les daría victoria y perdón y tendría misericordia de ellos. No creyeron en Dios. Murmuraron en sus pruebas y quisieron regresar a Egipto en lugar de seguir a Dios. Esta es su incredulidad y su desobediencia.
Ahora, es extremadamente importante que veamos este detalle si es que queremos a comprender el vínculo entre Hebreos 4:11 y Hebreos 4:12. Asegurémonos de comprender con claridad el versículo 4:11 antes de relacionarlo con el versículo 12. El versículo11 nos anima a ser diligentes para entrar en el reposo de Dios para que no caigamos en la misma desobediencia que mostraron los israelitas en el desierto. Esa desobediencia es descrita en el versículo 2, ellos eran incrédulos. Pero seamos muy específicos. El versículo 2 indica que lo que ellos no creían era la buena nueva que se les había anunciado, como dice el versículo: "la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que oyeron”. Subraye cuidadosamente el énfasis en Palabra. La palabra no les aprovechó porque no la creyeron.
Entonces, el versículo 11, cuando dice: "esforcémonos por entrar en ese reposo", nos está animando a: esforzarnos a escuchar la palabra, y a esforzarnos a creerla, a confiar en la buena nueva, a aceptarla y aferrarnos a ella y a estar satisfechos por ella, para que no murmuremos y queramos olvidar a Dios y regresar al Egipto de pecado.
Ahora estamos preparados para ver la relación que hay entre los versículos 11 y el 12. Esfuércense con esta palabra de buena nueva (del versículo 2), para escucharla y creerla, versículo 12: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz. . . ".
Detengámonos aquí lo suficiente para establecer con claridad el vínculo entre estos dos versículos. Después veremos lo que dicen los versículos 12 y 13. El versículo 12 da una razón o un apoyo o fundamento para el llamado a esforzarnos en el versículo 11. El versículo 11 dice, en esencia: Asegúrense de conocer y confiar en la Palabra de Dios referida en el versículo 2, la buena nueva de las promesas y el perdón de Dios. Entonces, el versículo 12 dice: Sí, y una razón para hacerlo es que esta Palabra (la buena nueva mencionada en el versículo 2) es viva y eficaz, etc. Así que el texto de hoy es un argumento para defender por qué debemos esforzarnos para entrar en el reposo de Dios escuchando y creyendo la Palabra de Dios.
Una Perspectiva más amplia
Ahora retrocedamos un minuto y echemos una mirada más de lejos. Algunos de ustedes son personas analistas y les gusta analizar las partes de un texto. Y algunos de ustedes son personas sintetizadoras y les gusta ver la síntesis (el sentido general, cuando las partes se vuelven a armar de nuevo). Así que escuchen todos los sintetizadores a quienes les gusta ver la perspectiva más amplia. Hay cuatro etapas.
Etapa #1
El propósito de la vida, según este capítulo del libro de Hebreos, es entrar en el reposo de Dios, ser salvos de nuestro pecado y pasar la eternidad gozosos en la presencia del reposo de Dios. Esa es la gran meta de la vida y, amorosamente, llevar a tantas personas allá como podamos, ¡es por esa razón que el autor escribió la carta!
Etapa #2
Para entrar en este reposo grandioso y de gozo, debemos confiar en Dios Versículo 3: "los que hemos creído entramos en ese reposo" Así que el medio absolutamente indispensable para llegar al cielo es creer en Dios. Confiar en él.
Etapa #3
Para creer en Dios, confiar en él, debemos escuchar su Palabra. Debemos escuchar la buena nueva. Debemos conocer las promesas que él hace para que creamos. Es por esa razón que el versículo 2 es tan explícito en este asunto: "Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos". Si ellos, o si nosotros, no hubiéramos escuchado la buena nueva, entonces no podríamos creer la Palabra de Dios. Así que esta etapa es absolutamente esencial. Nos ha sido anunciada la Palabra de Dios, la buena nueva, las promesas de Dios. Ella es quien hace que la fe sea posible.
Etapa #4
Por último, ahora debemos esforzarnos para que no demos lugar a la incredulidad. Este es el tema más trillado del libro de Hebreos.
- Hebreos 2:1: "debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído" - La Palabra.
- Hebreos 3:1: "considerad a Jesús, el Apóstol. . . de nuestra fe" - Apóstol = aquel que habla la Palabra.
- Hebreos 3:12: "Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad" - un corazón que no escuche y crea a la Palabra.
- Hebreos 3:15: "Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación"
Así que ahora podemos ver la preocupación de este libro a la luz de esta mirada más amplia.
- El gran propósito es que entremos en el reposo de Dios y disfrutemos su comunión que nos hace reposar.
- El gran medio para llegar allá es la confianza en él.
- Nuestra confianza está enfocada en su Palabra, en sus promesas, en su buena nueva (como se le llama en 4:2).
- A fin de seguir creyendo en las promesas de Dios debemos esforzarnos, prestar atención, considerar, tener cuidado, y no endurecer nuestros corazones. En otras palabras, el sendero hacia el cielo es un sendero de un enfoque continuo y de fervor y vigilancia en la Palabra de Dios.
Acerca de la Palabra
Ahora, la idea central del texto de hoy (Hebreos 4:12-13) es ayudarnos a lograr llegar al cielo hablándonos acerca de esta Palabra. Esfuércense, dice el versículo 11, porque (dice el versículo 12) la Palabra de Dios es. . . Y entonces nos habla acerca de esta Palabra.
Leamos entonces, nuevamente, lo que dice acerca de esta Palabra. Versículo 12:
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
Ahora me siento tentado a tomar cada palabra e investigar por qué la usó. Como, ¿por qué mencionar las coyunturas y los tuétanos? Y, ¿cuál es la diferencia entre espíritu y alma? Y, ¿cuál es, precisamente, la diferencia entre pensamientos e intenciones? Y, ¿responden las palabras "viva y eficaz" a algunas de estas otras parejas: espíritu-alma, coyunturas-tuétanos, pensamientos-intenciones? ¿Es el "corazón" (mencionado al final del versículo) diferente al alma y al espíritu? Y así continuaría. Estas son buenas preguntas y son dignas de meditación por horas.
Pero en esta mañana no quiero perder dejar de contemplar el bosque por estar mirando unos árboles. Me pregunto si todos pudiéramos estar de acuerdo, al menos, en este detalle del versículo 12: una de las funciones de la Palabra de Dios cuando viene a nosotros es penetrar muy profundamente - como una espada atravesando, fuerte, cortante, y discernir lo que encuentra.
La palabra "discernir" en el versículo 12 ("para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón") no significa "condenar". Significa "estimar". Cuando le mostramos a alguien una pintura y le decimos: "¿Qué disciernes?", no queremos decir: "¿Cuál es tu condena?". Queremos decir: "¿Qué estimas de la calidad? ¿Es buena o mala? Así que la Palabra de Dios penetra al lugar más profundo en nuestras vidas y estima lo que encuentra. ¿Es bueno o malo?
La Eternidad está en riesgo
Pero seamos ahora más específicos. ¿Qué está en riesgo en estos capítulos? Lo que está en riesgo es entrar en el reposo de Dios. La eternidad está en riesgo. Y la forma de entrar en ese reposo es la fe, o convicción, o confianza en las promesas de Dios. El gran peligro en esos capítulos no son solo los malos pensamientos. El gran peligro son los pensamientos de incredulidad. Hebreos 3:19: "no pudieron entrar a causa de su incredulidad".
Así que lo que necesitamos es protección de la incredulidad. En cada día que empieza y termina, necesitamos enfrentar la incredulidad a las promesas de Dios. Esa incredulidad nos impedirá entrar el reposo de Dios. Eso es lo que está en riesgo en el llamado a esforzarnos que aparece en el versículo 11, y es por esta razón que la Palabra de Dios, en el versículo 12, es tan esencial para nosotros. La Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo de todas nuestras defensas y decepciones y expone la fe o la incredulidad. Estima nuestros pensamientos e intenciones en relación a si son pensamientos e intenciones de fe, o de incredulidad. ¿Estamos confiando en las promesas de Dios? ¿O no?
¿Estamos confiando en las promesas de Dios?
Con esto es con lo que necesito ayuda. Esto es lo que desesperadamente anhelo en mi vida. Por ejemplo, esta semana, tuve que hacer dos o tres llamadas telefónicas muy difíciles, del tipo que no me gusta hacer. Tenían que ver con un desacuerdo. Eran el tipo de llamadas que me hacían sentir en una situación de esas donde no hay un ganador. Si te alejas, comprometerás tu integridad o la verdad. Si vas a otro lugar, casi ciertamente serás malinterpretado y desaprobado. Así que peleas contigo y agonizas para decidir si llamar y qué decir y qué rumbo tomar.
Y en esos momentos lo más importante es: ¿Estoy confiando en Dios? ¿O estoy comenzando a comprometer, sutilmente, mi fe, o a usar falsas verdades, o a aprovecharme de la oportunidad? Y todo el tiempo sé que soy absolutamente falible, y que tiendo a ir hacia la auto-justificación, y que soy propenso a la decepción, así que quizás yo pienso que estoy caminando por fe, cuando quizás, estoy endureciéndome contra la verdad y deslizándome hacia la incredulidad en las promesas de Dios.
Entonces, ¿qué debo hacer? Al menos dos cosas. Una es sumergirme en la Palabra de Dios con oración. La otra es enviarle un correo electrónico a mi pequeño grupo de oración. Así que leí mi Biblia. Oré. Y envié una petición de consejería a Tom Stellar y David Michael y Brad Nelson y Erv Mickelberg y Chuck Morris. En 24 horas recibí cuatro exhortaciones de amigos, fundamentadas en la Palabra de Dios. Con ellas, y con el ánimo de mi esposa, y el efecto de la Palabra, hice las llamadas y creo que actué con fe en la gracia venidera.
Ahora, ¿qué es lo que realmente sucede aquí? Vea Hebreos 3:12-13.
Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.
El Poder engañador del pecado
Note tres detalles aquí.
- En el versículo 12 el peligro de cada día es que un corazón malo de incredulidad nos aleje de Dios. La Incredulidad es el problema. El problema es el fracaso en confiar en las promesas de Dios.
- Entonces (en el versículo13) note que es esencial algo como los grupos pequeños de oración: "Antes exhortaos los unos a los otros cada día". Así que le pides a tu grupo pequeño que se involucre. Necesitas su ayuda. ¿Por qué?
- Ese es el tercer detalle: nuestros corazones se vuelven incrédulos (versículo 12) al ser "endurecido[s] por el engaño del pecado" (versículo 13). Necesitamos ayuda para no ser engañados por el pecado. ¿Cómo seremos rescatados del engaño del pecado? ¿Cómo nos ayudan los grupos pequeños de oración? ¿Cómo podemos ayudar?
Esa es la respuesta que debe darnos el texto de hoy en Hebreos 4:12. La Palabra de Dios es viva y eficaz, y penetra hasta lo más profundo de nuestras vidas y destruye la cómoda máscara, la fea cara del pecado. La única razón por la que alguien peca es porque en algún nivel es engañado (culpablemente). Comienza a creer las mentiras del pecado en lugar de en las promesas de Dios.
El pecado susurra a través de los deseos de la carne y las racionalizaciones de la mente diciéndole que su única esperanza de felicidad futura es hacerse un aborto. Susurra que no usted tendrá oportunidad en el futuro a no ser que haga trampa en este examen. Le dice que nadie se percatará si usted se viste provocativamente. Le dice que perderá a la única persona que parece quererle si usted no compromete tus patrones sexuales. Le dice que no tendrá seguridad laboral si habla acerca de prácticas laborales deshonestas en su trabajo. Le dice que su vida se desgastará en esta relación a no ser que se divorcie. Le dice que solo un necio continuaría débil en lugar de buscar algún tipo de venganza.
Cada una de esas declaraciones es una mentira. Es lo que Hebreos 3:13 llama "el engaño del pecado". Ahora, esas mentiras, algunas veces, viven muy profundo en los corazones, en forma de pensamientos e intenciones, tanto que parecen verdades inquebrantables a causa de la dureza del engaño que les confina como en una urna oscura y sellada. En esa condición, la incredulidad tiene ventaja. No estamos creyendo en las promesas de Dios, estamos confiando en las promesas del pecado. Y estamos en peligro mortal de volvernos tan duros que nos sea imposible arrepentirnos (Hebreos 6:6), y el cielo será expulsado por los placeres momentáneos, como una herencia vendida por un plato de lentejas (Hebreos 12:16).
¿Cómo escaparemos al engaño del pecado?
¿Cuál es nuestra única esperanza? Nuestra única esperanza es que haya algo suficientemente cortante y poderoso para penetrar a través de todo el engaño y para arrojar luz sobre mis pensamientos e intenciones. Y de esto es de lo que trata nuestro texto en Hebreos 4:12. La Palabra de Dios es nuestra única esperanza. La buena nueva de las promesas de Dios y las advertencias de su juicio son suficientemente cortantes y eficaces y activas para penetrar hasta el fondo de mi corazón y mostrarme que las mentiras del pecado son realmente mentiras.
El aborto no creará un futuro maravilloso para mí, ni la mentira, ni vestirme provocativamente, o renunciar a mi pureza sexual, o no decir nada sobre la deshonestidad en mi trabajo, ni el divorcio, o la venganza. Y lo que me rescata de este engaño es la Palabra de Dios. La Palabra de la promesa de Dios es como abrir una gran ventana con la resplandeciente luz de la mañana sobre las brillantes cucarachas del pecado enmascaradas como satisfactorios placeres en nuestros corazones.
En otras palabras, veo Hebreos 4:12 como una tremenda exhortación llegando después del versículo 11. Esfuércense en el reposo de Dios al enfrentar a la desobediencia de la incredulidad. ¿Por qué? Porque (versículo 12) Dios les ha anunciado su buena nueva (versículo 2), sus promesas, su Palabra para protegerles de los profundos engaños del pecado que tratarán de endurecer sus corazones y tentarlos para que se alejen de Dios y llevarles a la destrucción. Tengan buen ánimo en su batalla para creer. Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de doble filo y penetrará más profundo que cualquier engaño del pecado y revelará lo verdaderamente valioso y lo que verdaderamente es digno de confianza.
Y así terminamos este mensaje en un punto de crisis. Ustedes han escuchado la Palabra de Dios. Mucho se ha dicho a nuestra propia consciencia en esta mañana. Y ahora, el versículo 13 dice: "Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel". Su mirada está sobre usted. ¿Qué hará con lo que él ha expuesto, y con lo que ahora está mirando?
Espero que la respuesta sea: "alejarme de las promesas mentirosas del pecado, y confiar en las promesas de Dios que satisfacen plenamente".