Él se sentó a la diestra de la Majestad
Domingo de pascua
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.
Domingo Pasado - Versículos 1-2
El domingo pasado (31 de Marzo de 1996) vimos los dos primeros versículos de este libro. Vimos que en la historia hay dos fases de la comunicación redentora de Dios con la humanidad. Una fase se desarrolló durante las muchas ocasiones y maneras en que Dios habló, mediante los profetas, al pueblo judío de antaño, y está registrada en el Antiguo Testamento. Versículo 1: "Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas... " La segunda y última fase ocurrió al hablar mediante su Hijo Jesucristo. Versículo 2: "En estos últimos días nos ha hablado por su Hijo".
Él los llama los "últimos días", porque la llegada de Jesucristo, el Hijo de Dios, al mundo fue la Palabra decisiva de Dios. No hay una tercera fase en la historia de la Palabra de Dios. Todo en la historia es, o una explicación, o una aplicación del significado de Jesucristo, la Palabra de Dios.
Y vimos, en el versículo 2, que Dios ha señalado a su Hijo, Jesucristo, para que sea el heredero de todas las cosas. Ésto significa que Cristo puede validar todas sus promesas. Al final, todo pertenecerá a Cristo. Él lo poseerá, y lo gobernará. Y por tanto, él puede hacer que todo obre para el gozo de su pueblo.
Y vimos que él es el heredero de todas las cosas, no solo porque él hizo todo lo que el Padre le dio para hacer en la historia, sino porque por medio de él, Dios, "hizo también el universo". Él es el Creador. Él es heredero de todas las cosas, porque él hizo todas las cosas. Estas verdades sobre la persona de Jesucristo son asombrosas. Y el propósito del escritor es llamar nuestra atención y admiración y confianza y lealtad y adoración hacia Jesucristo, el Hijo de Dios.
Jueves Santo - Versículo 3
El jueves en la noche, en la mesa de comunión, nos enfocamos en la frase del versículo 3: "Después de llevar a cabo la purificación de los pecados...". Vimos tres detalles:
1. La Persona de Jesús
Estamos lidiando con una persona, no solo con una idea, o una tradición, o una religión o práctica. Jesucristo fue y es una persona viva. Y él desea ser conocido, amado, creído, seguido, adorado, disfrutado. Él está vivo y está entre nosotros en esta sala, mediante su Espíritu, en esta mañana, recibiendo todo lo que hacemos, y respondiéndonos.
2. Las Frase "de los Pecados"
El llevó a cabo la purificación "de los pecados" Y nosotros enfatizamos que el pecado es una realidad terrible y grande en el mundo. Vimos en el versículo 3:17 que Dios está enojado con el pecado. Y su ira santa es lo que hace necesario la purificación de los pecados.
3. La Frase "después de llevar a cabo la purificación" (versículo 3b)
Dios dio a su Hijo para morir por nuestros pecados, de modo que su ira pudiera ser quitada de sobre nosotros, y nuestros pecados pudieran ser perdonados, y nuestros corazones pudieran ser purificados. Y lo hizo una vez y por todas, para nunca repetirse, porque su obra al llevar los pecados, fue perfecta.
Ahora, esta mañana es Pascua -Día de la Resurrección-, un día para considerar y celebrar el hecho de que después de que Jesucristo hubo llevado a cabo la purificación de los pecados y hubo muerto en nuestro lugar, él resucitó de entre los muertos y se sentó a la diestra de Dios para gobernar hasta que todos sus enemigos fueran puestos por estrado de sus pies. Así que en esta mañana queremos enfocarnos en el resto del versículo 3.
Él se Sentó a la Diestra de la Majestad
Aquí hay una observación crucial en la forma en que el escritor escribió originalmente este versículo: es una cláusula con un sujeto y un verbo principal. Todo lo demás sirve para arrojar luz sobre esa declaración fundamental. El sujeto es "Él" (o "quien" en el original), es decir el Hijo de Dios, Jesucristo. El verbo principal es " se sentó". Así que la cláusula principal del versículo es: "Se sentó a la diestra de la Majestad". Todo lo demás en este versículo sirve para iluminar esa declaración y arroja luz sobre ella. Y la mejor manera de traducirla es:
- "Él... siendo el resplandor de la gloria de Dios... se sentó a la diestra de la Majestad".
- "Él... siendo la expresión exacta de la naturaleza de Dios"... se sentó a la diestra de la
Majestad". - "Él... sosteniendo todas las cosas por la palabra de su poder... se sentó a la diestra de la
Majestad". - "Él... habiendo llevado a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad".
Lo que el autor quiere que veamos aquí es qué hizo que Jesús pudiera sentarse a la diestra de la majestad de Dios. Menciona cuatro razones:
- Él es el resplandor de la gloria de Dios - por eso se sentó a la diestra de Dios.
- Él es la representación exacta de la naturaleza de Dios - por eso se sentó a la diestra de Dios.
- Él sostiene todas las cosas por la palabra de su poder - por eso se sentó a la diestra de Dios.
- Él hizo la purificación de los pecados - por eso se sentó a la diestra de Dios.
Veamos estas conexiones. Y mientras lo hacemos, pidámosle a Dios que ilumine nuestras mentes y corazones para ver la verdadera grandeza y gloria de Jesucristo.
1. Purificación de los Pecados
Primero, medite en la conexión entre la obra de Cristo al llevar a cabo la purificación de los pecados, y su acción de sentarse a la diestra de Dios.
Podemos ver la conexión explicada para nosotros en Hebreos 10:12-14:
Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. "Porque [fíjese en esta palabra de conexión] por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”
Lo que ha quedado claro en estos versículos es que Cristo fue sentado a la diestra de Dios para honrarle por la total culminación de su obra que quitó el pecado sobre la cruz. Se sentó a la diestra esperando que todos sus enemigos fueran sometidos, porque mediante una ofrenda, ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. Esta palabra "porque" significa que él se sienta en este lugar de honor y autoridad y poder porque su ofrenda logró exactamente lo que Dios quería de ella.
La Plenitud de la Obra de Cristo Quitando los Pecados
Si usted pone su esperanza y confianza en Jesucristo, el Hijo de Dios, como su Salvador y Señor, Cristo se unirá a usted en una relación salvadora y usted recibirá el Espíritu que comenzará en usted una obra santificadora que durará toda la vida, es decir, acercando cada vez más su mente y su corazón a la semejanza de Cristo. Ése es el significado de Hebreos 10:14 aquí: cuando dice “los que son santificados". Se refiere a los que están depositando sus esperanzas en Cristo y están siendo transformados, poco a poco, a su imagen por su Espíritu (2 Corintios 3:18).
¿Qué logró Cristo, para ellos, mediante su sacrificio? "Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.” Al morir por nosotros, Cristo cubrió nuestro pecado tan completamente que puede decirse que somos perfectos delante de Dios. Es decir, en Cristo hemos sido perdonados por todos nuestros pecados, y, utilizando las palabras de Pablo, quedamos absueltos y reconocidos como justos. Y no solo por un tiempo sino "para siempre".
Por esta razón Cristo fue exaltado al lugar de honra a la diestra de Dios. Su obra para eliminar los pecados había sido perfecta. La resurrección y exaltación y coronación de Cristo a la diestra de Dios es una declaración y una celebración de su perfecta obra eliminando los pecados. Ése es el significado de Hebreos 10:13-14:
Él se sentó a la diestra de la majestad, esperando... hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.
Así que toda nuestra adoración al Cristo resucitado en este domingo de Pascua es un reflejo de la absoluta suficiencia de la muerte de Cristo para cubrir, limpiar y eliminar todos los pecados de todo el que cree en él y entra al camino de la vida llamado santificación.
La Declaración de la Perfección de su Obra
Volvamos ahora a Hebreos 1:3. Cuando dice: "Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad", implica que al sentarse Jesús en este lugar de preeminencia y honor y autoridad y poder estaba declarando cuán perfecta fue su obra de purificar los pecados. Cristo fue elevado hacia ese lugar de honor por la plenitud y perfección de su obra que eliminaba nuestro pecado.
Oro para que ustedes acepten este precioso razonamiento bíblico. Tiene el propósito de volverles fuertes e inquebrantables contra las terribles tentaciones de la duda de que sus pecados puedan no ser perdonados. La resurrección y entronamiento de Cristo a la diestra de Dios tiene el propósito de darles seguridad a la hora de la prueba y a la hora de la muerte, de que la purificación de los pecados es segura y real y suficiente para darles entrada al cielo. No tome a la ligera este razonamiento bíblico. Cristo reina hoy en los cielos porque él llevó a cabo la purificación de los pecados, de una vez y por todas.
2. Preservación de Todas las Cosas
Hay otra gran obra que Cristo hace que le hace digno de su lugar exaltado a la diestra de Dios.
Dos Obras Necesarias para un Futuro Feliz con Dios
Hebreos 1:3 dice: "Él... sostiene todas las cosas por la palabra de su poder”. Literalmente: Él... sosteniendo todas las cosas por la palabra de su poder... se sentó a la diestra de Dios.
¿Por qué se incluye aquí esa afirmación? ¿Por qué mencionar que todo el universo pende de la Palabra de Cristo en cada momento de su existencia? Porque sería un gran error pensar que dependemos de Cristo sólo para la purificación y no para existir.
Hay dos detalles que le pueden impedir entrar al cielo y disfrutar la gloria de Dios y todas sus obras. Uno se refiere a los pecados no perdonados. La otra es que usted dejará de existir y que todas las obras de Dios dejarán de existir. Así que, si usted quiere tener un futuro feliz en la presencia de Dios, tiene dos grandes necesidades: una obra de purificación de los pecados, y una obra de preservación de su existencia.
Contra la Perspectiva Moderna de la Autosuficiencia
Ahora, esto puede sonar extraño, pienso, para las personas modernas científicas, como nosotros. Y también es muy importante que lo sepamos. Y esto suena extraño porque la mayoría de nosotros hemos absorbido una perspectiva del mundo que trata a la existencia material y humana como la realidad fundacional en el universo. Lo que podemos ver y tocar y oler es real, y es la medida de todo lo demás que es real.
Ahora, este escritor pone en duda todo ese enfoque. Él dice que no somos la realidad fundamental del universo, ni tampoco las cosas materiales que se pueden ver y tocar; la realidad fundacional del universo es Cristo y su obra. Lo que pensamos que es tan real es, de hecho, muy frágil y está al borde de la extinción. Pende de un delgado hilo. Una Palabra de Cristo y dejará de existir - o una palabra no expresada por Cristo y nosotros dejamos de existir.
Todos somos herederos de la mentalidad moderna expresada en las palabras de René Descartes hace 350 años. Él trato de edificar un sistema de seguridad fundamentado en su famosa frase: "Pienso, por tanto existo". ¿Qué hay de malo en esa declaración? Lo malo en ella es que es superficial. Es decir, no profundiza lo suficiente para decir lo verdaderamente significativo en el hecho de que pensemos.
El escritor a los Hebreos no quiere que digamos "Pienso, por tanto existo", sino "Pienso, por tanto, Cristo existe". Porque si Cristo no sostuviera mi mente y mi cerebro y mis pulmones, yo dejaría de existir. Mi existencia es un testimonio de la Palabra de Cristo sosteniéndome, haciéndome existir. El olvido de este detalle es lo que define, precisamente, a los seres humanos caídos. Para nosotros, ¿qué podría ser más real que nuestra propia existencia, y qué podría ser más irreal que hablar de una persona invisible que se sienta en un trono celestial?
Así que, es inmenso el reto de este escritor para nosotros en esta mañana: ¿cantaremos simplemente junto a la canción moderna de la autosuficiencia humana? O, ¿escucharemos la Palabra de Dios y aprenderemos que Cristo sostiene todas las cosas por la palabra de su poder?
Cristo es Doblemente Digno de Confianza y Amor y Adoración
Si aprendemos de las Escrituras cómo ver la realidad suprema, veremos que necesitamos a Cristo, no solo para hacer purificación por nuestros pecados, también para preservar nuestras almas y cuerpos. Así que Cristo es doblemente digno de nuestra dependencia y confianza y amor y adoración.
Cuando le vemos sentado a la diestra de la majestad, no está allí sólo para ser honrado por la obra de su purificación al salvarnos, también está allí para ser honrado por la palabra de su poder que nos preserva. A él debemos nuestra purificación de pecados y a él debemos nuestra existencia.
Y recuerde que él es una persona que está viva hoy. Él está oyendo todo lo que se dice en este salón. Él puede ser conocido y creído y amado y adorado. Y ésa es exactamente la razón por la que estas palabras fueron escritas y por la que él hizo que usted estuviera aquí en esta mañana.
3. Quien Él es
Hay una última razón que da Hebreos 1:3 por la cual Jesús se sentó a la diestra de la
majestad.
Lo que Él Hizo y lo que Él Es
Hay otras dos frases en este versículo que debemos mirar, pero son fácilmente combinables, y, de hecho, van juntas. "Él [Cristo] es el resplandor de su [de Dios] gloria y la expresión exacta de su naturaleza". O, como vimos en las palabras originales: "Él, siendo el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza. . . se sentó a la diestra de la majestad en las alturas".
La diferencia entre esta cualificación para sentarse a la diestra de Dios y las otras dos es que aquellas describían lo que Cristo hizo, mientras que ésta describe quien es. Lo que él hace es sostener "todas las cosas con la palabra de su poder", y llevar a cabo "la purificación de los pecados" mediante la dignidad de su sangre. Pero, ¿qué es él? ¿Quién es él? Ésa es nuestra última pregunta en esta mañana. ¿Quién murió por los pecados? ¿Quién resucitó de entre los muertos? ¿Quién sostiene el universo por la palabra de su poder? ¿Quién se sentó a la diestra de la majestad de Dios?
La respuesta es: Cristo es "el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza". ¿Qué significa? Es importante que veamos juntas a estas dos frases, porque ellas se controlan entre sí y nos mantienen en el mensaje.
Cuando dice que Cristo es la expresión exacta de la naturaleza de Dios; es porque debemos darnos cuenta de que cuando vemos a Cristo vemos a Dios. Jesús dijo: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9). Colosenses 1:15 dice: "El es la imagen del Dios invisible". Para ver cómo es Dios, debemos ver cómo es Cristo.
Pero esto pudiera interpretarse de una manera totalmente incorrecta. Suponga que usted interpreta que esto significa que Cristo representa a Dios como una fotografía o una pintura representa a una persona, o como una carta autorizada representa a un rey, o como una impresión en cera representa a un anillo de oro. Estaría totalmente equivocado. Y la otra frase aquí tiene el propósito de protegernos de esa mala interpretación. Él es la expresión exacta de la naturaleza de Dios, no como una pintura representa a una persona, sino como el resplandor representa a la gloria. El versículo 3 dice que él es: "el resplandor de su gloria", refiriéndose a la gloria de Dios.
Una Analogía del Sol y la Luz del Sol
En otras palabras, él se relaciona con Dios como el resplandor se relaciona con la gloria, o como los rayos del sol se relacionan con el sol. Tenga en mente que cada analogía entre Dios y las cosas naturales es imperfecta y puede distorsionarse si es suficientemente presionada. Sin embargo, medite en ella como ejemplo.
- No ha habido un momento en que el sol exista sin el brillo de su resplandor. No pueden ser separados. El resplandor es co-eterno con la gloria. Cristo es co-eterno con Dios el Padre.
- El resplandor es el destello de la gloria. No es, esencialmente, diferente de la gloria. Cristo es Dios dando un paso al frente, separado, pero no esencialmente diferente del Padre.
- Además, el resplandor es eternamente engendrado; por decirlo así, por la gloria -no es creado o hecho. Si usted pone una calculadora solar a la luz, los números aparecen en la cara de la calculadora. Usted pudiera decir que fueron creados o hechos por el sol; pero no son lo mismo que el sol. Pero los rayos del sol son una extensión del sol. Así, Cristo es eternamente engendrado del Padre, pero no ha sido hecho o creado.
- Vemos el sol mediante los rayos del sol. Así, vemos a Dios, el Padre, mediante Jesús Los rayos del sol llegan aquí unos ocho segundos después de dejar al sol, y la bola redonda de fuego que vemos en el cielo es la imagen, -la expresión exacta- del sol, no porque sea una pintura del sol, sino porque es el torrente que destella del sol en su resplandor.
Conclusión
Así que termino en esta mañana encomendándole a esta gran Persona para que confíe en él, y le ame, y le adore. Él está vivo y está sentado a la diestra de Dios con todo el poder y la autoridad, y un día vendrá en gran gloria. Él tiene ese lugar exaltado porque es Dios mismo, el Hijo, y porque le sostiene a usted y a mí mediante la palabra de su poder; y porque él hizo una purificación perfecta de los pecados.
¿Quisiera conocer al que le sostiene en existencia, y le ofrece la purificación de los pecados, y le revela a Dios como la luz revela al sol?