Bernabé: La bondad de la gran fe
Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino cuando la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino sólo a los judíos. Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor. Y la noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía, el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. Y Bernabé salió rumbo a Tarso para buscar a Saulo; y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
Los héroes de la fe olvidados
La vasta mayoría de los grandes hombres y mujeres han sido totalmente olvidados. El poeta latino Horacio, quien murió en la época en que nació Jesús, habla de los grandes guerreros de antaño.
En la interminable noche duermen, no llorados, desconocidos
No tuvieron bardo que hiciera suyos todos los tiempos
(oda IV. IX. XXVI)
Cuando estuve en Singapur, se habló mucho sobre las misiones del tercer mundo -esto es, misioneros yendo desde países del tercer mundo, en lugar de ir hacia ellos. Pero mientras almorzaba un día con ellos, una de las perspectivas que me dieron los líderes del tercer mundo es que eso no era tan nuevo. Me dijeron: “Pocos saben sobre ellos, porque no ha habido ningún biógrafo para los misioneros del tercer mundo”
Por eso cientos de grandes y fieles siervos de Dios se han desvanecido como los guerreros de Horacio. No son recordados por nadie pero si por Dios.
La memoria como un medio de gracia
Pero no todos los grandes hombres y mujeres de Dios han sido olvidados. Y hay una razón: Dios intenta por medio de sus vidas, inspirarnos y guiarnos. Dios quiere que el recuerdo sea un gran medio para la gracia.
Hebreos 13:7 dice: “Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe”. Hebreos 6:12 dice: “a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas”. Y por supuesto Hebreos 11 es una colección de fragmentos de vidas de grandes hombres y mujeres de fe. El autor de Hebreos estaba convencido de que los muertos pueden y continuarán hablando para nuestro estimulo, si alguien se toma la molestia de preservar su memoria.
Puntos de vista sobre el valor de la biografía
Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios será sabio,”. Philip Brooks (un Pastor episcopal en Boston, de hace 100 años) aplicó este proverbio a la lectura de las biografías cristianas de esta manera:
Si bien es bueno caminar entre los vivos, también lo es vivir con los sabios, grandes y buenos que ya han muerto. Hacerlo mantiene alejado de nuestra vida el horrible sentimiento de irracionalidad, con su presunción y su desesperación. Nos hace recordar siempre que Dios creó a otros hombres antes que a nosotros. Provee un trasfondo constante para nuestra vida. Nos da humildad e inspiración perpétuas.(In, W. Wiersbe, Walking with the Giants, p. 15)”.
A Isaac Watts, quien escribió muchos de nuestros grandes himnos le encantaba leer biografías cristianas. Él dijo:
La vida o memorias de personas piadosas, bien escritas, han sido de infinita e inefable ventaja para los discípulos y profesores de la cristiandad, y nos han dado admirables ejemplos y reglas de cómo resistir cada tentación de este mundo de ceño fruncido, de cómo practicar tareas difíciles e importantes, de cómo amar a Dios por encima de todo , amar a nuestros vecinos como a nosotros mismos, vivir por la fe del Hijo de Dios y morir en la misma fe en esperanza cierta y segura de una resurrección a vida eterna. (In James Reid, Memoirs of the Westminster Divines, p.iv)
Jonathan Edwards dijo,
Hay dos formas de representar y recomendar la verdadera religión y virtud al mundo; la primera es por la doctrina, y los preceptos; y la otra es dando ejemplo.
Y probablemente el libro más influyente que escribió fue La vida y diario de David Brainerd, que ha inspirado a generaciones de misioneros por más de 200 años.
Por tanto, estoy animado por ambos, por la Escritura y por el testimonio de la historia de la iglesia, a que la voluntad de Dios para nosotros es que seamos inspirados y guiados por el estudio de las vidas de grandes hombres y mujeres. Específicamente he estado considerando las personas en el libro de los Hechos, Lucas (el escritor) parece tener mucho interés en prestar atención al carácter de Bernabé. Por eso decidí pasar tres domingos enfocando nuestra atención en este hombre- o, mejor dicho, enfocando nuestra atención en su fe y el reflejo de Dios en ella.
Viendo la raíz de la bondad de Bernabé
Nuestro texto esta mañana es Hechos 11:22-24. Los discípulos habían sido dispersados por toda las costa del Mediterráneo después de la persecución de Esteban. Algunos fueron a unas 400 millas al norte de Antioquia y predicaban a los gentiles. Un gran número creyó (de acuerdo al versículo 21) y estas nuevas alcanzaron a la iglesia en Jerusalén. Ahí es donde el versículo 22 comienza:
Y la noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía, el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
Lo que vamos a tratar de ver hoy, es qué es lo que hace grande a este hombre. Es obvio que Lucas admira a Bernabé. Después describe su ministerio, en el versículo 24 dice: “porque era un hombre bueno”, vamos a estar examinando su bondad tres semanas. Hoy quiero enfocarme en la raíz de su bondad. ¿De dónde viene? Y ¿como esta raíz particular produce el fruto de bondad que vemos en el texto? ¿Cómo podría producirse la misma bondad en nosotros?
Bondad y fruto del Espíritu y Fe
Vamos a hacer un breve ejercicio en el versículo 24. Tiene dos afirmaciones:
- Bernabé era un hombrev bueno, esta es una afirmación;
- Y Bernabé era lleno del Espíritu Santo y fe, esta es otra afirmación.
¿Cómo se relaciona una con la otra? Probablemente la llenura del Espíritu Santo es la raíz o fuente de la bondad de Bernabé. Pablo desdobló esta relación en Gálatas. Él dice en Gálatas 5:22 que la bondad es el fruto del Espíritu Santo. No obtienes el Espíritu Santo porque eres bueno. El Espíritu Santo entra en tu vida y comienza a hacerte bueno.
Pero, ¿Qué hacemos nosotros en ese proceso? No somos pasivos en este asunto de volvernos buenos. Ese es el por qué Lucas no solo dice que Bernabé era lleno del Espíritu Santo. Era lleno del Espíritu Santo y fe. La Fe es lo que hacemos. Ahora, ¿Qué tiene que ver la fe con la obra del Espíritu Santo?
Gálatas 3:2 nos dice: "¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?" La respuesta asumida es que recibimos el Espíritu por la fe en la Palabra de Dios. Luego el versículo 5 dice: "Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?" Y otra vez la respuesta asumida es ¡FE! El Espíritu es recibido por fe y continúa siendo suministrado a través de la fe.
Poniendo todo junto
Entonces, vamos a juntar todo. Al principio de la vida cristiana recibimos el Espíritu Santo por confiar en la verdad del evangelio (Gálatas 3:2) Luego la vida del cristiano continúa y es necesario ser fortalecido una y otra vez y lleno con el Espíritu, esto sucede también por confiar en las promesas de la Palabra de Dios (Gálatas 3:5) Uno de los frutos o productos de este Espíritu lleno de fe es la bondad (Gálatas 5:22)
Entonces cuando Lucas dice que Bernabé era “un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe", mi entendimiento es que Bernabé tenía una gran fe en Dios, y que, por su fe, el Espíritu Santo se volvió poderoso en su corazón y el resultado fue un montón de bondad practica en la vida de Bernabé.
Por eso, si le preguntaras a Lucas que hizo a Bernabé destacar, cual fue la clave de su vida como líder cristiano, creo que Lucas pudo haber dicho dos cosas:
- Si quisiera centrarse en el poder divino en la vida de Bernabé, pudo haber dicho, "la clave de su vida fue que estaba lleno del Espíritu Santo".
- O, si Lucas quisiera enfocarse en el lado humano, pudo haber dicho, "la clave de su vida fue que estaba lleno de fe".
Ahora ¿Cómo puede la vida de Bernabé volverse viva y eficaz para nosotros en este punto? ¿Cómo podemos obtener ánimo y guía desde la descripción de Lucas?
Seis demostraciones de la bondad y fe de Bernabé
Creo que será de gran ayuda señalar las formas especificas en las que la bondad de Bernabé se mostro a sí misma y como la fe lo hizo posible. He visto por lo menos seis demostraciones de la bondad de Bernabé en el texto de hoy. Vamos a verlas una a una.
1. Su empatía con los desconocidos
Bernabé es conocido por su empatía con los desconocidos.
Noten el versículo 22 que de todos los apóstoles y líderes y diáconos de la iglesia que pudieron haber enviado a ayudar a los creyentes gentiles en Antioquia la iglesia eligió a Bernabé ¿Por qué? Porque él había ganado la reputación de cuidar a los desvalidos. Por ejemplo en Hechos 9:26-27 después de la conversión de Saulo-antiguo perseguidor y fariseo-la iglesia entera tenía tanto miedo de él que ni siquiera podía unirse a la comunidad como un nuevo cristiano. Solo Bernabé estaba dispuesto a estar con él y ser su defensor.
De hecho, de acuerdo con Hechos 4:36 el verdadero nombre de Bernabé era José y los apóstoles lo llamaron “Bernabé” porque significa “hijo de la consolación” Es obvio que Lucas quiere que veamos la bondad de Bernabé como un don extraordinario para animar a otros, especialmente los débiles y extranjeros. Entonces la iglesia en Jerusalén eligió a Bernabé para que fuese a Antioquia para animar y establecer la nueva iglesia de los gentiles.
Ahora, ¿Cómo produce la fe esta clase de bondad?
Seguramente parte de la respuesta es esta: la fe siente la maravilla de ser aceptado a la bendición de Dios siendo un extranjero. Fe es la capacidad de comprender que una vez estuvimos cortados, por nuestra propia voluntad, de la Jerusalén divina y encerrados en la Antioquia de pecado. Y fe es la capacidad de comprender que Dios construyo un puente entre Jerusalén y Antioquia construido con la cruz de su propio hijo. Y por lo tanto la fe tiene una especie de empatía incorporada hacia los forasteros.
Esto, por alguna razón, era muy fuerte en la vida de Bernabé. Por eso, de todos los apóstoles y ancianos que pudieron haber ido a animar a los gentiles convertidos de Antioquia, la iglesia eligió a Bernabé.
El tuvo la bondad de la empatía con los extranjeros porque la fe siente la maravilla de ser aceptado por Dios.
2. Su sumisión al llamado de Dios a través de la iglesia.
Bernabé se sujetaba al llamado de Dios a través de la iglesia.
El versículo 22 termina con las palabras, “y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía”, y el versículo 23 comienza con las palabras, “Este, cuando llego. . .”
Había una necesidad. La iglesia vio en Bernabé los dones necesarios. Ellos lo enviaron. Él fue. Y eso fue todo. De hecho, no hay evidencia que el haya regresado a Jerusalén vivo.
Al comienzo del capítulo 13 Bernabé esta orando con algunos maestros en Antioquia y sucede nuevamente. El espíritu dice, "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado". Ellos oraron, ayunaron, les impusieron las manos y se fueron. Y eso fue todo.
La segunda característica de bondad que veo en Bernabé fue la extraordinaria disposición de ir a cualquier lado que Dios lo dirigiese, y para tomar sus señales a través de la guía de la iglesia.
¿Cómo produce la fe esta clase de bondad?
La fe descansa en la promesa misionera de Mateo 28:19-20, "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra . . . y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Bernabé sabía que si él seguía la guía de Dios, el siempre estaría en la presencia de la omnipotente protección e inigualables deleites.
Por tanto, Bernabé tenía la bondad de haber cedido al llamado de Dios porque tenia fe en la promesa de la siempre presente compañía y protección de Cristo.
3. Su visión de la gracia de Dios en una iglesia imperfecta
Bernabé vio la gracia de Dios en una iglesia imperfecta.
Versículo 23: "Cuando llego y vio la gracia de Dios . . . "
Forma parte de la bondad de Bernabé el que él tuviera ojos para ver mas allá de las imperfecciones de la iglesia que había sido plantada y ver la gracia de Dios. No todos podían ver las señales de la gracia de Dios en la vida de los santos, especialmente de los nuevos santos. Pero Bernabé podía, y es por eso que tenía un impresionante don para exhortar. El vio brasas vivientes de gracia que él quería avivar en llamas, donde otros solo podían ver cenizas de imperfección.
¿Por qué su fe produjo esta clase de bondad? Porque la fe vive por gracia. La fe pasa todo su tiempo buscando gracia y cerrando ojos con gracia. La fe tiene una especie de dispositivo de rastreo de gracia. La fe es como un radar diseñado para tomar ligeros movimientos de gracia. Es como uno de esos pequeños detectores de metales que usan los hombres para buscar monedas alrededor del lago Calhoun. Si esta cerca de un pequeño fragmento de gracia las señales se apagan.
Por tanto Bernabé tenía la bondad que lo habilitaba a ver la gracia de Dios en la vida imperfecta de los santos gentiles en Antioquia, porque su fe estaba sintonizada en la frecuencia de la gracia. La fe no puede sobrevivir sin gracia.
4-Su sobre la gracia de Dios en la vida de otros
Bernabé no solo veía la gracia de Dios, se regocijaba por la gracia de Dios en la vida de otros.
El versículo 23 continua “Este cuando llego, y vio la gracia de Dios, se regocijó”.
La fe no solo ve la gracia, se deleita en la gracia. La fe no es solo como un aparato de mensajería y radar y detector de metales que divisa la gracia en un instante. Es también como una adicción. Cuanto más gracia veas y pruebes, mas debes tener. Y cuanto más cerca la tienes, no solo la vas a divisar, la vas a saborear y te vas a regocijar en ella.
Y además la bondad de Bernabé tuvo la disposición de regocijarse en la gracia de Dios que vio en la joven iglesia de Antioquia. Y la razón por la que él estaba listo para regocijarse era porque su fe tenía en ella una profunda y emocionante adicción a la gracia desarrollada en un largo periodo de dependencia.
5-Su esfuerzo por la perseverancia de los santos.
Bernabé se esforzó por la perseverancia de los santos.
Versículo 23: "Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor".
La genuina fe salvadora tiene en ella un impulso para perseverar y pelear por su vida cada día contra todas las tentaciones de la incredulidad. La genuina fe salvadora siente que sería algo totalmente falso si se despojase de la armadura de Dios, dejando de lado su vigilancia y actuara como si las decisiones del pasado pudieran garantizar las bendiciones futuras.
Y como la genuina fe salvadora sabe que su propia vida depende diariamente de la Palabra de Dios y de la oración y vigilancia moral, la fe producirá en nosotros la misma vigilancia para otros. Y esta es la gran bondad de Bernabé "y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; porque era un hombre bueno".
Su bondad fue un esfuerzo por la perseverancia de los santos y vino de la realidad viva perseverante de su propia fe.
6- Su honradez con el dinero de otra gente.
Finalmente, Bernabé era totalmente honrado con el dinero de otra gente.
Fíjense en los versículos 29-30 "Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro de los hermanos que habitaban en Judea. Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo".
En otras palabras, Bernabé junto con Saulo, fueron elegidos por ser de confianza con la recaudación. Parece ser que Lucas quería enfatizar esta parte de la bondad de Bernabé porque él puso a Bernabé como el principal ejemplo de generosidad en la iglesia de Jerusalén en Hechos 4:36-37.
Y José, un levita natural de Chipre, a quien también los apóstoles llamaban Bernabé (que traducido significa hijo de consolación), poseía un campo y lo vendió, y trajo el dinero y lo depositó a los pies de los apóstoles.
Bernabé tenía reputación de ser honrado con el dinero de otras personas porque él vivía en una forma que mostraba que no amaba el dinero o las cosas. Estuvo dispuesto a vender sus tierras por causa del evangelio. Estuvo dispuesto a dejar su tierra por causa del evangelio. El dinero no lo tenía a él bajo control. Era libre.
¿Por qué?
Porque confiaba en que Dios, no el dinero, cuidaría su futuro. Estaba haciendo tesoros en los cielos no en la tierra. Estaba asentado en la promesa "Nunca te dejaré ni te desampararé" (Hebreos 13:5).
Y otra vez fue su gran fe la que le dio a la bondad a Bernabé de ser totalmente honrado con el dinero de otra gente.
Resumen
Entonces, ¿Qué hemos visto en esta primera mirada a la vida de Bernabé? Vimos que su bondad era la bondad de una gran fe. Como lo escribió Lucas: "Era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe".
- Bernabé sintió empatía por los extranjeros, porque su fe aun sentía la maravilla de haber sido extranjero una vez, pero ser ahora aceptado por Dios.
- Bernabé se sometió al llamado de Dios porque su fe descansaba en la promesa misionera. "estaré con ustedes hasta el fin del mundo".
- Bernabé vio la gracia de Dios en una iglesia imperfecta porque la fe tiene un aparato de rastreo para la gracia.
- Bernabé se regocijo por la gracia de Dios en la vida de otros, porque la fe no solo ve sino que también saborea la gracia, no solo está alerta, es una adicción a través de su larga dependencia de ella.
- Bernabé se esforzó a sí mismo por la perseverancia de los santos, porque la genuina fe salvadora sabe la necesidad de vigilarse a sí misma y por lo tanto vigilar a otros.
- Finalmente, Bernabé era totalmente honrado con el dinero de otras personas, porque el poder de la avaricia había sido roto por su fe en el amor de Dios que nunca falla.
Por lo tanto, digo como el escritor de Hebreos: "Considerando el resultado de su conducta, imitad su fe" (Hebreos 13:7).